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De no ser por las vacunas, en un estadio de nueva oleada del covid como el actual, con 300 contagios diarios en la región, la presión hospitalaria sería mucho más elevada a la actual. La campaña de inmunización, que en España continúa a buen ... ritmo y en Cantabria alcanza ya al 50% de la población, se ha demostrado un éxito al que se puede agradecer que no haya ningún paciente protegido que sufra un cuadro sintomatológico grave. Pero el avance de la pandemia está trayendo nuevas complicaciones.
Los expertos coinciden en que la efectividad probada de las profilaxis ha cambiado en este nuevo contexto. Es quizá algo menor con el paso de los meses para los que recibieron los primeros pinchazos, y también algo menos fuerte contra nuevas variantes como la Delta, que se hace fuerte en Cantabria. Sea como fuere, el número de nuevos infectados por el patógeno que contaban con la pauta completa de inmunización asciende ya al 12%.
«Los números están ahí pero también es verdad que por ahora no conocemos ninguna persona que esté protegida por la vacuna que esté en la UCI o con un desarrollo grave de la enfermedad», tranquiliza Henar Rebollo, jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Valdecilla.
Pero sí está cada vez más constatado que la protección de los pinchazos ha caído. «De un 95% que por ejemplo se manejó en un inicio en el caso de Pfizer, a un 80% ahora, más o menos», indica el inmunólogo Marcos López Hoyos.
Son datos que no deben leerse con preocupación, pues si se ponen en contexto, no parecen tan negativos. En el caso de las vacunas de la gripe, para hacerse una idea, la protección no alcanza en muchos casos el 65%.
Tampoco nadie ha dicho que la persona vacunada no pueda contagiarse. «Eso es algo con lo que ya contábamos», remarca Rebollo. «Lo importante es que no se curse la enfermedad con sintomatología grave. De hecho, los pacientes que conocemos que están pasándolo aún teniendo la vacuna, están mostrando los síntomas propios de un catarro de verano. Dolor de cabeza, tos y mucosidad».
La vacunación ha protegido a la población, pero también ha creado una falsa sensación de seguridad. «La sociedad no ha entendido bien, o quizá no se le ha explicado bien, que por cada 10 contagios nuevos, unos pocos van a terminar siempre ingresados», recuerda la jefa de Medicina Preventiva de Valdecilla. «Es algo que debemos recordar para no sorprendernos. Y es que es tal la masa de nuevos contagios, tal la masa de positivos que están circulando por la calle en esta nueva ola, que es normal que surjan estos casos que son menos habituales».
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La clave, dice López Hoyos, es completar la inmunización de los más jóvenes. «Necesitamos también terminar la pauta de quienes cuentan sólo con una dosis. Es fundamental hacer esto para empezar a ponerle muros sólidos al virus».
Aunque para otros estudiosos, lo fundamental es hallar otras soluciones complementarias. «Hemos avanzado mucho en vacunas y muy poco o nada en medicamentos», resalta Javier Llorca, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública. «Hay algunos estudios de compuestos que han demostrado ser eficaces en algunos contextos, pero no hay nada concluyente aún».
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