Los centros de salud bloquean las citas para dar prioridad a lo urgente ante «el desbordamiento»

La brutal demanda desencadenada como consecuencia de esta gigantesca sexta ola, que el martes volvió a dejar un registro récord de 1.853 positivos en 24 horas, sumada a las bajas de los profesionales sanitarios, «que se contagian como el resto de la población» -hasta sesenta están en aislamiento en estos momentos por covid sólo en la red de Atención Primaria-, hace que en muchos centros sea inasumible cubrir «de forma adecuada» toda la actividad presencial y telefónica.

«Si en un centro con siete médicos nos faltan por distintas razones tres, es imposible que los que quedan pueda cubrir las agendas correspondientes a siete cupos de pacientes», explica. Antes incluso de que llegara el aluvión de contagios navideños, la gerente de Atención Primaria, Teresa Ugarte, ya había advertido que había médicos que estaban atendiendo «hasta sesenta pacientes diarios», más del doble de lo normal.

Y los números no han dejado de crecer desde entonces, puesto que el seguimiento de todos los infectados leves (la gran mayoría), que pasan el periodo de aislamiento domiciliario; la confirmación de los positivos detectados en autotest caseros, la tramitación de las bajas laborales o las recetas recaen sobre el personal de los centros de salud, que a la vez trata de atender toda la asistencia no covid y avanzar con el despliegue de la vacunación, tanto la infantil como la de las dosis de refuerzo. Pero la bola ha alcanzado tales dimensiones que el SCS ha decidido acotar la asistencia hasta que la situación epidemiológica permita coger al aire al sistema. Por el momento, no se verá afectado el control de los pacientes crónicos de cada cupo (sintrom, diabetes, etc).

Es la primera vez, desde el tsunami de marzo de 2020, cuando directamente se cerraron las peticiones de cita web, que se limita el acceso a los profesionales de cabecera. «Pudimos evitarlo en la oleada del verano, aunque con dificultades. Pero si entonces, al coincidir las vacaciones de personal con la mayor afluencia de visitantes, se nos generaron demoras, ahora se han multiplicado mucho por el impacto de esta sexta ola», indica Gómez.

«Por el momento, se trata de un bloqueo temporal de las agendas (ya casi llenas), hasta el día 13, para dar tiempo a valorar una medida de mayor calado», admite. Es decir, que no se descarta que a partir de la próxima semana lo que ahora es provisional acabe prolongándose en el tiempo hasta que la presión del covid deje de ser un problema. En ese caso, «prescindiríamos de la cita ordinaria, porque lo que está claro es que tenemos que priorizar lo urgente y no demorable. No puede ser que tengamos pacientes complejos que tengan que esperar».

Y ahí es donde reitera el llamamiento a la población: «Que la gente no acuda a las Urgencias con síntomas leves o siendo asintomáticos, pero que intente no acudir tampoco a los centros de salud. Pensemos que lo urgente tiene que ir primero y, si nuestra necesidad puede esperar, esperemos». En este sentido, la ventaja de esta última explosión de contagios es que los causados por la variante Ómicron, que ya son casi nueve de cada diez, es que la infección cursa con síntomas leves en la mayor parte de los casos. «Y todos sabemos ya las medidas que hay que adoptar», que pasan por el autoaislamiento y el tratamiento analgésico y antitérmico, en caso de dolores musculares, de cabeza y fiebre, además del reposo y la ingesta de líquidos.

Aunque la llamada a la «paciencia» surtiera efecto y la demanda se descongestionara, la Atención Primaria tiene un embudo más complicado de aliviar, que es la gestión de las bajas laborales. «Es cierto que tenemos atasco y estamos viendo con el Instituto de la Seguridad Social y con la Inspección de Trabajo cómo podemos solucionar el problema de la demora para que esa tramitación sea más ágil». En estos momentos, existen dos canales para gestionar la baja: bien a través del formulario disponible en la página web del SCS en el que se comunica el positivo registrado en el autotest o bien a través del correo electrónico específico del centro de salud al que el solicitante está adscrito. «Sería ideal disponer de sistemas de información que nos agilizan esa tramitación, pero esos cambios no se pueden hacer de hoy para mañana, todo lleva tiempo».

El otro problema añadido son las bajas de los propios profesionales, sobre todo cuando son imposibles de reemplazar. «Tenemos un nivel de absentismo alto, en torno al 7%. Actualmente, en la plantilla del SCS, integrada por más de 10.000 profesionales, constan 1.044 de baja, 310 de ellas causadas por el covid (251 sanitarios y 60 de otras categorías)», señala Celia Gómez.

También los hospitales han experimentado esta semana un repunte de la presión. En total, suman 176 los pacientes hospitalizados por covid (seis más que la jornada previa), de ellos 26 en la UCI (esta cifra no ha variado), y aún se espera que los ingresos vayan a más en los próximos días, en los que no se cuenta con que se frene la escalada de contagios, que ha llegado a una incidencia de 2.525 casos por cada 100.000 habitantes. Como novedad, el hospital Tres Mares (Reinosa) vuelve a atender pacientes positivos para aliviar la carga de Sierrallana, tras el brusco aumento de ingresos del inicio de la semana. El balance del martes añade un nuevo fallecimiento, en este caso un hombre de 84 años sin vacunar.