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El Colegio de Médicos de Cantabria quiere que los jóvenes facultativos formados durante años dentro del Servicio Cántabro de Salud, que el martes dejaron de ser MIR (residentes) para dar el salto al mercado laboral, se queden a trabajar en la región. «Claro que nos ... gustaría que se quedaran, porque están bien preparados para asumir las responsabilidades que les corresponden en esta nueva etapa», señala su presidente, Javier Hernández de Sande, aunque defiende también que «se les contrate en las condiciones más adecuadas, porque eso redundará en la calidad de la asistencia, irá en beneficio de los pacientes».
Aunque escueto en sus declaraciones, como acostumbra, la postura del presidente de la entidad colegial sirve para contrarrestar el drástico mensaje que lanzó el martes el Sindicato Médico al centenar de residentes que ese día cerraban su largo ciclo de formación en el SCS, a los que desaconsejó que se queden a trabajar en una comunidad que les ofrece, en palabras de su vicepresidente, Santiago Raba, «sueldos miserables, pactos incumplidos, falta de reconocimiento y una vulneración sistemática de los derechos más básicos».
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Un mensaje que ha sorprendido incluso dentro del colectivo médico. «Es negativo para Cantabria», opina Carlos León, desde CSIF. «Hacen falta nuevos médicos para mejorar y organizar la atención a la población y para que nuestros profesionales puedan descansar y disfrutar de sus permisos», sostiene, sin perder de vista los compañeros de SUAP que este verano han visto suspendidas sus vacaciones por no haber sustitutos. «Estamos esperando médicos. Después, es responsabilidad de los sindicatos conseguir las mejores condiciones y retribuciones acordes al esfuerzo que hacen», añade León. Y con el lema 'Residente, quédate y lucha: No renuncies a Cantabria', respondió CC OO.
El Sindicato Médico anunció que impugnará la orden de Sanidad para crear las plazas de médico sin cupo de pacientes asignado, que negoció directamente con la Consejería antes de que la propuesta llegara a la mesa sectorial, «por incumplir el acuerdo de salida de huelga de 2022». Aquel acuerdo supuso la eliminación de los contratos de continuidad, que era la herramienta que tenía el SCS para cubrir así los huecos en la plantilla. Desde el cambio de Gobierno, en la Gerencia han tratado de buscar una fórmula que les devuelva la flexibilidad perdida y que mejore las condiciones. Y, de hecho, las retribuciones que se ponen encima de la mesa para estas plazas sin cupo superan los 61.000 euros brutos. Ahora bien, lo que argumenta el Sindicato Médico es que se concreten los puntos que quedan en el aire en la orden en ciernes para no dejar la puerta abierta a que se amorticen las plazas actuales para sustituirlas por las que no tienen cupo, porque entiende que «puede suponer la desaparición de la Atención Primaria tal y como la conocemos». Y exige, además, que se aclare en los contratos mixtos, que combinan actividad en centros de salud y en SUAP, el reparto de las guardias al mes.
Hoy está convocada la segunda mesa sectorial esta semana sin este asunto en el orden del día. Desde la Consejería apuntan a este periódico que «las plazas sin cupo ya están definidas en la orden de creación pactada, con alguna alegación de mejora que está contemplada», y que al ser «plazas nuevas no pueden ser de difícil cobertura porque nunca han estado vacantes». Además, matizan que «son plazas que incrementan la plantilla, porque no se ha planteado en ningún momento la supuesta amortización de plazas con cupo. Al contrario, es probable que en un futuro no lejano también se incrementen estas».
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