«¿Sin corrillos? Eso es muy difícil»
Cantabria ·
Los vecinos de Santander critican que se prohíba hablar en la calle, pero que sí pueda hacerse en terrazas de bares o en reuniones privadasSecciones
Servicios
Destacamos
Cantabria ·
Los vecinos de Santander critican que se prohíba hablar en la calle, pero que sí pueda hacerse en terrazas de bares o en reuniones privadasMuchos vecinos de Santander no parecían conocer ayer la nueva norma que impide la formación de corrillos en espacios públicos. Aquí y allá se veían de cuando en cuando pequeños grupos de gente hablando en mitad de las calles y es que la ... nueva restricción ha sorprendido a la mayoría, que critica la incongruencia de una normativa a veces «incomprensible».
«¿Cómo me explican que no me pueda detener dos minutos en la calle, con mascarilla y manteniendo la distancia, con dos amigos, cuando sí puedo hacerlo si estoy tomando una cerveza con ellos en la mesa de una terraza de bar?», cuestiona Rosa Alciturri. «¿Y qué pasa con las reuniones privadas en las casas? ¿Ahí podemos juntarnos diez y sin embargo en la calle está prohibido saludarnos mínimamente? Esto no hay por donde cogerlo, no son más que ocurrencias», agrega en medio de una crispación donde afloran otras cosas: «De lo que deberían de preocuparse, que es de pagar los ERTE, de eso no se ocupan...».
La prohibición, que entró en vigor este jueves, fue anunciada el día anterior por la Delegación del Gobierno y el Ejecutivo regional, pero aún son muchos los ciudadanos que no comprenden muy bien la norma. «Nosotros dos somos conocidos y nos hemos parado en mitad de la calle a más de dos metros de distancia para preguntarnos qué tal nos va. ¿Eso es delito? Esto no es un corrillo, porque somos dos personas. No hacerlo es muy difícil porque la gente se saluda después de tanto tiempo confinada», remarca Pablo Ruiz.
Como él, otros muchos se preguntaban ayer qué entienden las autoridades por corrillo. «¿Son dos personas, tres, o tienen que ser cinco? Creo que ni la propia policía lo sabe», advierte.
Noticias Relacionadas
Resulta más descarada la postura con que otro grupo de personas sentadas en un banco junto al ayuntamiento de Santander se relaciona con otro grupo que se mantiene en pie, frente a ellos. Ahí, además, no hay mascarillas, ni distancia de seguridad que valga. Es de suponer que aún no conocen la restricción porque de lo contrario no parece importarles la posible sanción. Además, a veces, las propias colas de espera a la entrada de los comercios, las farmacias o las panaderías, producen aglomeraciones en las aceras que son más importantes de lo que pueda ser un corrillo en el centro de una calle ancha.
A la salida de una terraza de un bar un grupo de cinco jóvenes conversan entre ellos de forma distendida mientras apuran su café. Al lado, un abuelo los recrimina la actitud, pero en este caso le explican que todos son una familia, que viven bajo el mismo techo y que por eso no hay problema con lo que están haciendo. Aparentemente tienen razón, ¿pero efectivamente es legal lo que hacen?
«A veces no es tanto cuestión de lo que está permitido o de lo que no, sino de tener un poco de sentido común y evitar situaciones de riesgo, nos lo parezcan o no», explica Francisco Ruiz. «Lo que no se puede hacer es detenerse en la calle a hablar con todo el mundo, por mucho que llevemos mascarillas y por mucho que creamos que mantenemos la distancia de seguridad, porque si todos hacemos lo mismo, estamos condenados a que al final los contagios suban. Yo he ido estos días por el centro de Santander y he visto que se ha abusado de los corrillos en la calle», argumenta.
«Creo que al final esto no es tanto cuestión de prohibir o no, porque en el fondo hay otras muchas cosas que son peligrosas, y que nosotros, como ciudadanos, deberíamos prevenir sin esperar a que nos lo prohibieran», señala Francisco. «Debería ser una cuestión de sentido común, pero ya cuenta el dicho que ese sentido es el menos común de los sentidos».
El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, anunció el pasado domingo, tras la conferencia de presidentes, que esperaba «la suficiente responsabilidad de los ciudadanos como para que sepan hacer las cosas de manera que la fase 1 no termine por convertirse en la 4. Por ello espero también que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado mantengan el celo en la preservación de la ley». Ayer demostraron que lo están haciendo.
Noticia Relacionada
Hasta cinco vehículos de la Policía Local y uno de la Policía Nacional se apostaron a la salida del túnel del Centro Botín, frente al Palacete del Embarcadero, para realizar un control masivo de vehículos entrantes en la capital. «Lo que buscamos es garantizar que se cumplen las restricciones de movilidad y también que todos los papeles de los automóviles están en regla», afirmaron los agentes.
La Policía Local detectó sobre todo infracciones referidas al incumplimiento de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En el caso de la Policía Nacional lo que se buscaba era personas que hubieran llegado de otras comunidades sin razón justificable. Aunque dadas las circunstancias, con la Guardia Civil vigilando las autovías y las otras policías territoriales custodiando las salidas de las comunidades limítrofes, es muy complicado que se den casos.
Los controles policiales continuarán estos próximos días de manera aleatoria en varios enclaves de Santander y Torrelavega, y también a lo largo de toda la región de la mano de la Guardia Civil para garantizar que la movilidad se realiza dentro de los parámetros permitidos por la normativa vigente de estado de alarma.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.