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Cada año, cuando empieza la temporada de baño en Cantabria (de junio a septiembre), el servicio de sanidad ambiental de la dirección general de Salud Pública realiza una serie de muestras para medir la calidad del agua. Este verano, se añadirá una toma más ... para controlar «la cantidad de ARN (el núcleo del que está compuesto el virus), ver la concentración que hay del mismo en la costa» y hacer una evolución a lo largo del periodo estival. Así lo ha anunciado esta mañana en rueda de prensa Miguel Rodríguez, consejero de Sanidad durante la presentación de la campaña de control y seguimiento de las aguas de baño en playas y las aguas residuales para frenar el Covid-19 en la que participan también la consejería de Obras Públicas y de Medio Ambiente.
Sobre el baño, Rodríguez ha señalado que, si las playas abren efectivamente el lunes, quien quiera podrá bañarse en el mar porque «no hay riesgo de contagio» a través de esta práctica. No hay «evidencia de que sea una forma de infectarse», ha insistido el consejero. Y las muestras se tomarán como una «medida de seguridad». El siguiente punto del proyecto presentado, lo llevará a cabo la consejería de Obras Públicas. José Luis Gochicoa ha explicado que harán un «seguimiento de la concentración del virus en las aguas residuales» para ayudar también al control de la pandemia.
Está demostrado que las aguas que terminan en las alcantarillas, «tienen concentración del virus cuando hay personas que han contraído la enfermedad». Quedan restos, por ejemplo, «en las heces o en la orina». Midiendo la concentración del Covid-19 en esas aguas, «podemos intentar averiguar cuál es el número de usuarios que puede estar afectado» en un momento determinado, ha señalado Gochicoa.
Las pruebas empezarán este lunes 25 de mayo y se harán en las 18 depuradoras de Cantabria. De algunas se analizarán varios puntos, por lo que, en total, habrá 40 muestras. «Si se produce un incremento significativo durante el verano de la concentración del virus, estaremos viendo que una zona puede tener potencialmente un brote peligroso» y permitirá a Sanidad tomar las medidas pertinentes. Incluso, una vez localizado el lugar, «podríamos establecer, en colaboración con el Ayuntamiento, una pequeña red de seguimiento yendo a zonas más concretas», investigar en las alcantarillas y saber si el problema surge, por ejemplo, de un establecimiento hotelero, de una zona cercana a la playa o de un bar. Y «aumentar la seguridad».
Dado que los controles empezarán en la fase dos, esto servirá también para hacer una comparativa con las etapas posteriores «cuando llegue la actividad económica y el turismo» y asegurarnos de que la pandemia «avanza bien». Con todo esto el Ejecutivo busca mantener «la calidad de las aguas en ríos, desembocaduras y el litoral», ha resumido Guillermo Blanco, consejero de Medio Ambiente y titular del proyecto. En este sentido Blanco ha agradecido a las consejerías colaboradoras su iniciativa y su participación.
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Laura Fonquernie
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