
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«José Luis Gochicoa está limpio, pero como hemos puesto el código ético a un listón que debe servir de ejemplo para todos, la semana ... que viene aceptaré su dimisión con harto dolor y consciente de que probablemente estoy cometiendo una injusticia». Después de media hora de una larga comparecencia que arrancó repasando la trayectoria del PRC y señalando que el motivo fundamental de su existencia, además de la defensa de la autonomía, es la lucha contra la corrupción, Miguel Ángel Revilla pronunció la frase con la que desde este mismo viernes intenta poner fin a nueve días de una tormenta política sin precedentes en el Gobierno. La presunta trama de corrupción liderada por un alto funcionario de la consejería ha generado una profunda herida en el Ejecutivo –y más concretamente en el área regionalista– a tres meses de las elecciones. Un golpe moral y de imagen pública que Revilla espera dejar atrás con la salida del que «probablemente sea el mejor hombre de mi Gobierno» y de su número dos en Obras Públicas, el director general Manuel del Jesus. Dos salidas a las que se suman una batería de medidas internas para reforzar los controles en los mecanismos de contratación y una acción judicial con la intención de apartar de los concursos de forma cautelar a las cuatro empresas involucradas –Rucecan, La Encina, Cannor y API Movilidad– y de retirar su condición de trabajador público a Miguel Ángel Diez, el jefe de servicio de Carreteras que ideó el supuesto entramado.
Con ese «harto dolor»y visiblemente emocionado, la realidad es que Revilla ha optado finalmente por la vía que desde finales de la semana pasada venía reclamando la oposición: sacrificar al máximo responsable del departamento en el que, según la investigación, se vienen produciendo los hechos delictivos desde hace más de una década. Bastante antes de que Gochicoa fuera ascendido y ocupara el despacho de consejero a principios de 2019.
Un movimiento en el organigrama del Gobierno que se suma al paso atrás de Del Jesus y que, a juicio del regionalista, sirve para depurar las responsabilidades políticas por la incapacidad del Ejecutivo en su conjunto –de Obras Públicas, pero también de las áreas de Contratación e Intervención– para detectar la actividad ilícita continuada del funcionario. Lo que sí quiso dejar claro el regionalista es que, aunque la entrada de la Agencia Tributaria y de la Policía Nacional el miérocles de la semana pasada en la sede gubernamental de la calle Alta deja en evidencia que los controles internos «han fallado», tras 48 horas de análisis de un complejo sumario que recoge en 4.080 folios toda la investigación no hay sombra de duda sobre ningún político, cargo público o personal de confianza. «Nada».
«Gochicoa es probablemente el técnico mejor cualificado de Cantabria», subrayó con distintas formulaciones el presidente, que quiso apuntar que la vuelta del consejero en unos días a su puesto como funcionario de la Administración estatal no signfica que, en el futuro, no se pueda abrir de nuevo para él la puerta del Gobierno de Cantabria. De hecho, puso como ejemplo el viaje de ida y vuelta del también consejero Javier López Marcano, que junto a sus compañeros Paula Fernández y Guillermo Blanco escucharon a su jefe de filas desde la sala de prensa de la sede de Peña Herbosa.
No estuvo el protagonista de la jornada, que antes de que Revilla firme su cese dará el próximo lunes una rueda de prensa. Inicialmente estaba prevista su comparecencia en el Parlamento ese mismo día –ese es el motivo de la aceptación de la dimisión 'en diferido', permitirle explicar los hechos en la tribuna de la Cámara regional antes de hacer los bártulos–, pero PP, Cs y Vox, que habían reclamado su presencia, retiraron la iniciativa parlamentaria. Un gesto. Un reconocimiento 'póstumo' a un consejero al que desde el primer momento querían ver fuera, pero del que también valoran su valor técnica y humano.
Hasta la constitución de un nuevo Gobierno autonómico tras las elecciones del próximo 28 de mayo, la cartera de Obras Públicas tendrá un nuevo responsable y no será otro de los actuales miembros del Consejo de Gobierno regionalista el que asuma de forma interina sus funciones, como sí ocurrió cuando Gochicoa estuvo de baja por enfermedad a principios de legislatura. Un sustituto que Revilla cree que difícilmente estará a la altura de su predecesor. Mientras Paula Fernández asentía con la cabeza, hasta dos veces defendío que, aunque está orgulloso de todos los consejeros que ha nombrado, cree que «Gochicoa ha sido el mejor».
El mejor, y el primero del PRC que deja el cargo mientras estaba en ejercicio por un escándalo político. No había ocurrido en las seis legislaturas que los regionalistas han estado en el Gobierno –cuatro con la Presidencia y antes dos en coalición con el PP–. Hasta ahora, todos los elegidos por Revilla acabaron la legislatura o cesaron para ocupar otro cargo, como ocurrió con Mazón para ir al Congreso –ese movimiento fue lo que el que aupó al propio Gochicoa– y con Francisco Martín rumbo al Puerto. Caso distinto fue el de Rafael de la Sierra, que sí dimitió, pero por problemas de salud.
Más allá de las dimisiones, el jefe del Ejecutivo también anunció que el Gobierno de Cantabria pedirá permiso a la juezapara que el dinero pendiente de pago de los contratos en vigor con las empresas investigadas se deposite en una cuenta custodiada y no vaya directamente a su tesorería. Una medida en previsión de posibles responsabilidades económicas. También se ha iniciado el expediente para la retirada de la condición de funcionario de Miguel Ángel Diez. Esto implica la suspensión de empleo y sueldo.
De manera paralela, el Servicio Jurídico ha pedido al juzgado medidas cautelares para ampliar la investigación a las personas jurídicas –hasta ahora estaban solo personas físicas– y poder así apartar a las empresas investigadas de las licitaciones de las que participaban, pero que están sin resolver en este momento, en las que ha trabajado el funcionario detenido. El objetivo del Gobierno de Cantabria es no parar las obras en marcha. «Necesitamos amparo del juzgado para prohibir la contratación de los investigados», aseguraba Revilla.
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Eso es la intención del Gobierno de Cantabria, pero para llevarlo a cabo necesita el visto bueno de la titular del Juzgado de Instrucción Número 5 de Santander. Lo que depende exclusivamente del Ejecutivo es lo que pretende hacer de puertas adentro: «El Gobierno de Cantabria va a reforzar los controles en materia de contratación. Hay una ley estatal de contratos, pero se ha demostrado que no es suficiente». Así, Revilla anunció que habrá cambios en los procedimientos para evitar casos como el que ha ocurrido en Obras Públicas.
En este sentido, con cierta ironía y tras alabar nuevamente a Gochicoa, dijo que el «mejor técnico de Cantabria tendrá que hacer cursillos de 'Sherlock Holmes'». No notó el olor a podrido o se fió demasiado:«Es demasiado buena gente y su conducta personal le hace pensar que los demás tienen que ser como él, y no. Ese es su defecto».
Por Gonzalo Sellers. Dos horas antes de la rueda de prensa del presidente, Gochicoa reunió en la sede de la calle Alta a todo su equipo. Después de una noche muy larga terminando de analizar el sumario judicial y tomando decisiones, allí mismo les comunicó lo que era un silencio a gritos y lo que, poco después, iba a anunciar Miguel Ángel Revilla: su marcha la semana que viene. El consejero, miembro del comité ejecutivo del PRC, no acudió posteriormente al encuentro de Revilla con los medios de comunicación. Su presencia, lejos de aportar algo en ese momento, podía eclipsar el mensaje que el líder regionalista tenía que lanzar. Significaba exponerle demasiado justo en el mismo momento en el que se anunciaba públicamente su salida. Y en el partido consideran que bastante ha dado la cara ya con su presencia en rueda de prensa el mismo día de la operación policial, las entrevistas posteriores y las explicaciones que el lunes dará públicamente sobre los detalles de la crisis. Ese será su último acto como consejero de Obras Públicas a solo tres meses de acabar la legislatura. Quienes sí estuvieron allí, respaldando al presidente y escenificando la unión del partido, fueron los principales nombres de la cúpula del PRC. Los tres vicesecretarios y el portavoz parlamentario acudieron en bloque a una de las ruedas de prensa más duras y difíciles a las que se ha enfrentado Miguel Ángel Revilla en su carrera política. Paula Fernández, Javier Marcano, Guillermo Blanco y Pedro Hernando vaciaron sus agendas para estar junto a Revilla y demostrar que no hay fisuras en la dirección del PRC sobre las medidas adoptadas para atajar la crisis. Lo que algunos dirigentes regionalistas no pudieron ocultar fue cierto nerviosismo por la situación, con gestos y comentarios a algunas de las preguntas realizadas por los periodistas a Miguel Ángel Revilla. El presidente, al que se le vio muy serio y, en algún momento, emocionado, abandonó la rueda de prensa flanqueado por sus vicesecretarios y subió a su despacho de la sexta planta de Peña Herbosa. El próximo capítulo, el lunes en el Parlamento.
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Ana del Castillo
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