La Ertzaintza espera más de 47.000 trayectos del País Vasco a Cantabria este fin de semana

Miles de vascos han pasado tres meses sin poder acudir a sus segundas residencias, a visitar a sus familiares, a pasar el día o incluso a trabajar. Y con la vuelta tierras cántabras volverá la densidad de tráfico a las carreteras que unen ambas comunidades. Más si se tiene en cuenta que las previsiones meteorológicas parecen favorables. Por eso la Ertzaintza y la Guardia Civil han preparado un dispositivo especial para controlar los desplazamientos. Si el verano pasado 65.000 vehículos circularon en un fin de semana por la A-8, las previsiones de este año son muy superiores. Hay quien usa incluso el término avalancha, ya que se esperan cerca de 47.000 desplazamientos a lo largo del fin de semana. «Por ello, adoptaremos medidas de refuerzo similares a las de un fin de semana de verano», ha indicado la directora de Tráfico, Sonia Díaz de Corcuera

Desde el Gobierno vasco se plantea un «refuerzo especial de la vigilancia y la regulación del tráfico en la muga». Desde bien temprano habrá mayor presencia de patrullas en puntos estratégicos de la A-8, «para intervenir ante la mínima incidencia y reducir al máximo los tiempos de actuación». También se desplazará al Urioste una grúa para agilizar su llegada en caso de accidente durante el viernes y sábado; mientras que el domingo se situará en El Haya. Además, el personal de SOS Deiak reforzará su servicio de atención telefónica, «y se multiplicarán los mensajes del área de Tráfico tanto a través de Twitter como de nuestra propia web de tráfico».

En Cantabria, el despliegue correrá a cargo de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, cuyo trabajo se centrará a reforzar las labores policiales de «vigilancia y control». Su esquema de actuación, salvo que la densidad de la circulación se dispare desde primera hora, prevee incrementar la presencia por la tarde del viernes y el sábado hasta mediodía. En este caso en los viales que van hacia Santander y solo hasta Laredo. Y, si todo va bien, volverán a intervenir el domingo después de comer, pero esta vez en sentido contrario, hasta la pedanía castreña de Ontón, «porque históricamente estos son los horarios más conflictivos en la A-8».

A modo de acto inaugural, a las nueve de la mañana, Iñigo Urkullu, y el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, se encontrarán en Kobaron. Desde allí, ambos mandatarios transmitirán un mensaje de tranquilidad y «seguridad» frente al coronavirus. «Lo que queremos con este gesto es unir más dos comunidades que están tan unidas por el tránsito de personas» y también «mentalizar» a los que vengan a Cantabria y a los que vayan a Euskadi de que hay que «respetar y cumplir» los decretos y órdenes de Sanidad, incidió Revilla este pasado miércoles.

La sintonía entre ambas comunidades es evidente ya que ambas han decidido adelantar dos días la apertura de fronteras. «No es mucho, pero es un simbolismo de que tenemos ansia porque volvamos a movernos y, sobre todo, ofrecer la imagen de dos regiones seguras desde el punto vista sanitario», insistió el presidente cántabro.