Así es una estación intermodal ferroviaria, la obra para que La Pasiega sea viable

Una estación intermodal ferroviaria es «una especie de nodo que hace el trasvase de las mercancías de un medio a otro de transporte», resume Borja Alonso, profesor de Ingeniería del Transporte en la Escuela de Caminos de la Universidad de Cantabria (UC). En este caso, se trataría de que los productos que llegasen a Santander a través del Puerto procedentes de cualquier punto del mundo se redirigiesen a Piélagos en tren, donde se ubicaría una gran estación ferroviaria intermodal, que serviría para redistribuir esas mercancías en camiones para su transporte por carretera o para continuar su camino a través de la misma línea férrea.

La construcción de esta gran instalación intermodal, que es lo que en estos momentos se dirime, es de lo que pretende convencer el Ejecutivo de María José Sáenz de Buruaga (PP) al ministro de Transportes, Óscar Puente (PSOE). Porque no es una obra menor. La terminal de trenes ocuparía un espacio de un kilómetro y medio de largo, el 10% del suelo de las 200 hectáreas del futuro centro logístico del municipio de Piélagos.

La superficie de la futura estación ronda los 141.000 metros cuadrados, porque debe albergar convoyes ferroviarios de hasta 750 metros de longitud. Solo 12 kilómetros la separarían del Puerto de Santander, pero sería necesario construir una nueva infraestructura ferroviaria para enlazar con la actual que discurre entre Santander y Madrid.

Además, su ubicación es estratégica puesto que se encuentra a medio camino de las dos grandes ciudades de la región y a sólo 10 kilómetros de las terminales ferroviarias de mercancías existentes en Muriedas y Torrelavega.

Las conexiones viarias, tan necesarias para el futuro de una infraestructura como esta, no son un problema, ya que el centro logístico de La Pasiega estaría conectado a cuatro autovías, todas ellas libres de peaje (A-8, A-67, S-30 y S-10), y a la N-623 Santander-Burgos. La única necesidad viaria sería una nueva carretera autonómica que conectaría La Pasiega con la autovía S-30 a través del actual enlace de Villaescusa. Esta vía transcurriría por el límite sur del centro logístico y alcanzaría los siete kilómetros de longitud. Aunque, en realidad, la actuación solo necesitaría seis kilómetros nuevos, porque los restantes ya estarían operativos como parte de la carretera que da servicio al vertedero de materias inertes de Carceña. En total, la inversión calculada hace un par de años rondaría los 18 millones de euros.

La aprobación del PSIR de La Pasiega, en mayo de 2022, reveló las futuras potencialidades del centro logístico. La estación intermodal podría mejorar «la eficiencia y atractivo de algunas empresas instaladas en la región», explica el documento, «pues el Puerto de Santander quiere promover el tráfico de composiciones ferroviarias consolidadas con mercancías de varios clientes para mejorar la competitividad en el acceso a la Meseta de los operadores del Puerto, para lo que una infraestructura ferroviaria con varias terminales es imprescindible».

Además, el informe asegura que incluso podría servir de «zona de espera de las composiciones ferroviarias, para que los convoyes ferroviarios que llegan a Cantabria desde puntos como Valladolid o Valencia, para su exportación a través del Puerto de Santander, se almacenen en el Llano de la Pasiega hasta la llegada del barco». De esta forma, no tendrían que ser depositados en la campa del Puerto, lo que incrementaría la capacidad de la instalación portuaria.

La falta de espacio es precisamente uno de los caballos de batalla de la Autoridad Portuaria de Santander para continuar adelante con sus planes de expansión. De hecho, la recuperación de los más de los 100.000 metros cuadrados de la Ciudad del Transporte -su concesión expira el 30 de junio, pero dará una moratoria a sus inquilinos- es una de las esperanzas para su crecimiento. Como explicó a este periódico su presidente, César Díaz, el Puerto ya no puede seguir creciendo «a costa de hacer rellenos en la bahía».

Una estación intermodal como esta, concluye el documento, «articularía la red interior de mercancías entre el arco de la bahía de Santander y el área de Torrelavega, dando servicio a trenes de hasta 750 metros que asegurarían una mayor agilidad del tráfico ferroviario para mantener, entre otras, la competitividad de la importación y exportación de automóviles del Puerto».

El problema es que el futuro centro logístico no se entendería sin la estación intermodal, al menos no tendría la dimensión e importancia dada tanto por el anterior Gobierno regional presidido por Miguel Ángel Revilla como por el actual de María José Sáenz de Buruaga. En definitiva, se quedaría en un gran polígono industrial, pero perdería la esencia con la que fue ideado en un principio.

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