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Sostener Cantabria habrá costado al final de 2018 casi 2.730 millones de euros, casi un 5% más (4,9%) que este ejercicio, una cifra cuyo desglose arroja decenas de cantidades, también cargadas de ceros, difíciles de ponderar y comparar entre sí. El gasto social es la mayor partida de todo el presupuesto ... , incluyendo los servicios sanitarios y educativos, seguido de la amortización de la deuda pública. El Diario Montañés pidió a cinco profesores de la Universidad de Cantabria, todos ellos vinculados a la economía, y a un analista de Agenda Pública, que diseccionasen el proyecto de Presupuesto y analizasen sus debilidades y fortalezas. Todos alertan de que el elevado volumen de deuda puede lastrar el impulso económico y al tiempo, temen que las previsiones del bipartito sobre los ingresos procedentes del Estado no se puedan cumplir ante una posible prórroga de las cuentas nacionales o las previsiones a la baja de crecimiento del PIB.
Este diagnóstico se desprende de los análisis realizados por Ángel Agudo, exconsejero de Economía durante la anterior etapa del bipartito PRC-PSOE y profesor titular de Comercialización e Investigación de Mercados en la Universidad de Cantabria; José Villaverde, catedrático de Fundamentos de Análisis Económico de la UC; Ana Carrera, profesora de Economía Aplicada de la UC; David Cantarero, profesor de Hacienda Pública de la UC; Natividad Fernández, experta designada por el Gobierno central para desarrollar el nuevo modelo de financiación autonómica, profesora de Economía Aplicada de la UC y concejala del PP en Torrelavega; y el periodista y analista de Agenda Pública Juan Luis Fernández.
Para elaborar el Presupuesto, se ha calculado que la economía de Cantabria progresará el año que viene al 2,8% interanual, lo que permite al Gobierno de Cantabria hablar de que la región se encuentra en «una dinámica acelerada de crecimiento», que se estaría reflejando en una mejora del mercado laboral en los dos últimos años -se han creado más de 5.000 empleos- y en que la región es la que más ha visto aumentar su Índice de Producción Industrial (IPI), según subrayó el consejero de Economía, Juan José Sota, durante su presentación.
Sin embargo, tanto José Villaverde como David Cantarero alertan de los riesgos de estimar el crecimiento del PIB en el 2,8% «cuando a nivel nacional se están produciendo revisiones a la baja», porque de no cumplirse los «ingresos se verán mermados» y obligará a recortes o a dejar sin ejecutar parte de las inversiones. Cantarero va más allá y considera que «la 'ilusión' de las cuentas supone que no van a ser definitivas pues créditos extraordinarios, ampliaciones o transferencias harán que muchas partidas sean papel mojado y otras crezcan como la espuma. Empieza el baile».
Una visión muy distinta a la del exconsejero de Economía Ángel Agudo que, en una primera conclusión, considera que «todos los ratios evolucionarán favorablemente en términos de saneamiento de las cuentas públicas si se cumplen las previsiones presupuestarias». Así destaca que el ahorro bruto será positivo en 158 millones de euros, una cifra que no se alcanza desde 2009, y habrá un ligero superávit financiero de 1,1 millones y otro primario de 61 millones, cifras olvidadas desde hace 12 años.
La reforma fiscal impulsada por el bipartito es para Natividad Fernández una fórmula para poder subir las inversiones «a costa del bolsillo de todos los cántabros», a través de la subida de casi un 20% del Impuesto sobre el Patrimonio y del 25% en lo que se paga al adquirir una vivienda de segunda mano o al pasar del 4% al 8%, el doble, el gravamen que se abona al comprar los coches de segunda mano.
A Ana Carrera, que lamenta que la renta per cápita media de Cantabria se haya reducido en 3.000 euros en los últimos años, no le parece lo más acertado que se pretenda «terminar con el bajo gravamen que soportan las herencias, única ventaja comparativa impositiva de Cantabria, una comunidad autónoma con una tasa de envejecimiento superior a la media y vecina de los fiscalmente competitivos territorios forales». En este sentido, para Juan Luis Fernández «apenas se aprecia en el proyecto de 2018 corrección de la filosofía económica con que han transcurrido esta legislatura», ya que, «aunque las inversiones superan los 184 millones, es la partida que menos se suele ejecutar».
En lo que la mayoría de los analistas y expertos coincide es en que el «lastre» principal del Presupuesto 2018 es la elevada deuda de Cantabria, que se lleva uno de cada cinco euros y, lo que es peor, limita la capacidad para invertir. Villaverde destaca que por su cuantía se podría considerar a la deuda como «la tercera consejería después de Sanidad y Educación, por volumen de gasto».
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