¿Habrá fiestas en Cantabria?

Este año, pese a la mejora de la situación sanitaria -gracias a la vacunación, aunque todavía quedan por inmunizar la gran mayoría de menores de 45 años- el panorama festivo de la región no va a ser muy diferente al de 2020, entre otras razones porque los organizadores quieren evitar aglomeraciones que puedan disparar los contagios, como ocurrió hace quince días en las fiestas de San Antonio, en Renedo de Piélagos, donde la Policía tuvo que cerrar las atracciones de la feria ante la masiva afluencia de jóvenes, que provocó un brote con una veintena casos. Aunque es muy complejo controlar a toda esa gente que se echa a la calle con ganas de fiesta, los ayuntamientos no quieren que se les vaya de las manos la organización de ciertos eventos.

De ahí que algunos municipios se han limitado a recuperar ciertos actos de sus tradicionales fiestas con la esperanza de poder celebrarlas el próximo año como antes de la pandemia. Otros, en cambio, los que aún tienen más margen de tiempo, siguen a la espera de ver cómo evoluciona la situación sanitaria para decidir qué eventos incluyen en su programación. Mientras que alguno directamente la ha ampliado teniendo en cuenta la tendencia positiva que se ha experimentado en las últimas semanas.

El Ayuntamiento de Santander ya ha anunciado que la Semana Grande (23 de julio al 1 de agosto) no contará tampoco este año con el tradicional chupinazo, que da comienzo a las fiestas de Santiago, ni con fuegos artificiales, al tratarse de eventos que «no se pueden controlar». Sin embargo, no se descarta la celebración de la Feria de Día, en la que habitualmente los hosteleros instalan casetas en diversas zonas de la ciudad. Será esta semana cuando la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), promotores de esta iniciativa, tome una decisión.

«Si se puede hacer se hará», apuntó hace unos días la concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, que señaló que el Ayuntamiento trabaja en organizar «absolutamente todo lo que pueda controlar». En este sentido, señaló que el ocio y la actividad en la que están trabajando es «muy responsable» y no cuenta con «grandes nombres» para no crear aglomeraciones, por lo que está apostando por grupos locales. A esto se suman los conciertos que se celebrarán en la Campa de La Magdalena y los cuatro festejos taurinos previstos en la plaza de Cuatro Caminos.

Torrelavega es uno de los pocos municipios de la región que ha decidido aprovechar la mejora de la situación sanitaria para incluir en sus fiestas (del 13 al 22 de agosto) algunos eventos que no se contemplaban hasta ahora, como es la reactivación del recinto ferial para instalar atracciones infantiles. Además, está prevista la celebración de conciertos en el Teatro Concha Espina, donde es más sencillo controlar el aforo, y en La Lechera, junto a otras actividades culturales, pasacalles y una exposición de carrozas en la Avenida de España, como un guiño a la Gala Floral, que no se celebrará.

«Partiendo del criterio de prudencia y de organizar eventos que permitan controlar al público, sí que es cierto que la mejora de la situación sanitaria nos permite programar eventos que no teníamos previstos y que en las próximas semanas se podrían ampliar en algunos casos», dice la edil de Festejos, Patricia Portilla.

Aunque los vecinos de Castro Urdiales se encuentran desde el pasado 22 de junio inmersos en la celebración de una Semana Grande adaptada a la actual situación de pandemia, su fiesta por excelencia, el Coso Blanco, tendrá lugar el próximo viernes, 2 de julio. Además de las atracciones de feria que se han ubicado en la plaza de La Barrera, el Ayuntamiento ha instalado dos carpas en el parque de Amestoy (una frente a la oficina de turismo y otra junto al Club Náutico) donde se celebrarán hasta el domingo, 4 de julio, diversas actuaciones musicales, culturales, teatrales y de magia dirigidas a todos los públicos. También el centro musical Ángel García Basoco acogerá algún espectáculo.

El viernes, día del Coso Blanco, habrá una exposición de carrozas en el Parque Amestoy, donde tradicionalmente se celebra el concurso, con la intención de realizar un homenaje a la fiesta. Y a las 23.00 horas de ese día se celebrará un lanzamiento de fuegos artificiales desde el rompeolas, acto que suele suceder al desfile de carrozas.

La Comisión de Fiestas de Revilla de Camargo ha optado por suspender las fiestas del Carmen, que se celebran tradicionalmente durante la primera quincena de julio, y únicamente habrá actos religiosos. Juan Ramírez, presidente de la Comisión de Fiestas, confirmó que, por segundo año consecutivo, «no habrá eventos: ni verbenas ni romerías». «No vamos a organizar nada con afluencia de público para evitar problemas», afirmó. Y es que, según apunta, la infraestructura necesaria para poder celebrar una serie de eventos es «muy compleja» dada la actual situación sanitaria.

«Hay que tener en cuenta que la gente joven es la que predomina en estas fiestas y todavía está sin vacunar. Se podrían masificar los botellones y preferimos evitarlo. Si volvemos es al cien por cien». Lo único que tienen previsto es la celebración de misas en la calle, con mucho más aforo que el que permite el interior de la iglesia, pero ha quedado supeditado a lo que indique Sanidad.

Laredo es uno de los municipios que más claro tiene que no celebrará ninguna de sus tradicionales fiestas tal y como se conocen hasta ahora. Ni Batalla de Flores (último viernes de agosto), ni Desembarco de Carlos V (finales de septiembre), ni Fiesta Ye-Yé (finales de julio), ni Festival Europeo de la Cerveza (primera quincena de octubre). La edil de Festejos, Eva Blanco, entiende que la actual situación sanitaria, pese a la mejoría, no permite la organización de eventos multitudinarios. A esto se suma, según apunta, las restricciones que están reguladas por el semáforo covid y que, a su entender, son las que marcan qué se podría hacer o no durante la semana en que tengan lugar esas fiestas. «Esta semana hemos vuelto a nivel 2, con lo que estamos a expensas de la situación sanitaria de cada semana», apunta.

Ante esta incertidumbre, la edil de Festejos pejina apenas puede avanzar que con motivo de la Batalla de Flores, que estaba prevista para el 27 de agosto, tendrá lugar una exhibición de carrozas, que están siendo confeccionadas por tres agrupaciones y que servirán para promocionar la fiesta a nivel internacional puesto que el Ayuntamiento está trabajando en la consecución de la máxima declaración para una fiesta en España. «Vamos a tener expuestas las carrozas durante cinco días, hasta el 31 de agosto, porque ese día sale una etapa de la Vuelta a España de Laredo y queremos aprovechar para dar difusión a nuestra fiesta más importante». Junto a esta iniciativa, que aún está por concretar puesto que aún no se ha decidido dónde se expondrán las alegorías, la concejala de Festejos prevé la celebración de algún concierto, como el que tuvo lugar el pasado verano en el campo de fútbol de San Lorenzo. «Tendremos que consultar con las autoridades sanitarias», puntualiza.

Los 24 grupos que integran la Asociación Guerras Cántabras han decidido, por unanimidad, la suspensión del evento, que se celebra tradicionalmente el último fin de semana de agosto y el primero de septiembre. Según comenta el presidente de este colectivo, Óscar de Val, los promotores de la fiesta se habían marcado como fecha límite para decidir sobre la celebración del evento finales de mayo o principios de junio. Finalmente, decidieron convocar una consulta entre las 13 tribus y 11 legiones que integran el colectivo con la premisa de que si tres o más grupos optaban por no participar se cancelaría definitivamente la fiesta. Todos ellos, sin excepción, han decidido suspender la representación. «Es muy complicado cumplir con todos los requerimientos sanitarios. Había que adaptar los actos del circo y los campamentos, el concierto de folk no se podía hacer... Hay miedo».

A pesar de que las fiestas de la Virgen Niña de Ampuero tienen lugar a principios de septiembre, cuando la campaña de vacunación habrá avanzado bastante, es posible que hasta alcanzar la inmunidad de grupo, en el Ayuntamiento aún no saben, oficialmente, si van a poder celebrar sus encierros, que todavía no han podido estrenar el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional (concedido en 2019), así como las sueltas de vaquillas.

«Vamos a intentarlo pero en caso de que no podamos hacerlos aprovecharemos el coso de La Nogalera para organizar algún festejo taurino o espectáculo de otro tipo», apunta el edil de Festejos, Borja Aguado, sin poder concretar nada aún ya que todavía están estudiando el programa de actos. «La idea que tenemos es organizar actividades culturales, musicales e infantiles por la mañana y por la tarde. Y evitar las aglomeraciones de gente», advierte.