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Los investigadores del 'caso Obras Públicas', el de la supuesta adjudicación irregular de contratos en carreteras a cambio de mordidas, han cuantificado en 664.109 euros el dinero que recibió el funcionario Miguel Ángel Diez entre marzo de 2020 y febrero de 2023 por ... la «actividad simulada» de realización de fotocopias. Su objetivo no era otro que «ocultar el origen ilícito del dinero, dotándole de una falsa apariencia de legalidad».
Para llegar a esta conclusión, la UDEF de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera se basan en varias fuentes como el análisis de documentación intervenida, la observación directa, el consumo eléctrico, la información tributaria... y la declaración de testigos. Uno de ellos fue muy claro a la hora de relatar que el funcionario recibía pagos por trabajos técnicos que luego facturaba como si hubiese prestado un servicio de fotocopias.
Nos referimos al administrador de una empresa de ingeniería dedicada a la fabricación de estructuras metálicas de Cantabria. En su declaración ante la Policía Nacional del 17 de marzo de 2023 afirmó que conoció al exjefe de Carreteras en una obra ejecutada por Api Movilidad en Potes, y que éste se ofreció para realizar un trabajo técnico de ingeniería de realización de proyectos y ejecución de obra a través de Parivara Lagani, la empresa «fictica de fotocopias».
Conclusiones El funcionario recibió 664.109 euros entre marzo de 2020 y febrero de 2023 por la actividad «simulada» de fotocopias
El gerente de una ingeniería «Dejé de hacerle encargos a Diez por las demoras, la falta de atención adecuada a los trabajos, y falta de interés en general»
Gerente de una constructora Pagó al funcionario 2.110 euros por la impresión de dos proyectos con copia: «El precio me parecía elevado»
En 2021, este empresario contactó y encargó un primer trabajo a Diez, que consistía en hacer el estudio del proyecto de obra. Según declaró, el por entonces jefe de Carreteras de Cantabria «no quiso firmar ni constar en documento alguno de ese estudio, con el que quedé conforme». Este empresario, que dijo conocer la cualidad de funcionario de Diez pero no su puesto o atribuciones concretas, aseveró que recibió una factura a nombre de Parivara Lagani.
Pero esa factura tenía un matiz importante y es que era por la realización de fotocopias y «por tanto no reflejó la realidad de los trabajos realizados por Diez». Además, este testigo declaró que el exjefe de Carreteras no quería comunicarse por correo electrónico, «sólo por teléfono».
La relación contractual entre ambos se desarrolló durante «unos seis o siete meses», tiempo en el que el funcionario de Obras Públicas realizó «unos diez o doce trabajos», tras lo cuales cesaron los encargos al estar el empresario «insatisfecho» por las «demoras, la falta de atención adecuada a los trabajos, y falta de interés en general». El testigo apuntó ante los agentes que en las facturas recibidas de Parivara «se inflaba el número de fotocopias y se obviaba la realización del trabajo técnico».
En su declaración en sede judicial del 24 de mayo de 2023, este empresario se ratificó en la declaración policial si bien aclaró que «sabía que el funcionario de Obras Públicas no podía firmar los proyectos porque era incompatible con su labor funcionarial».
De ello se desprende, según los investigadores, que Diez trató de «enmascarar» pagos recibidos por actividad técnica como pagos por fotocopias, «actividad técnica sobre la que al parecer no tenía excesivo interés, pero de esta manera trataba de aumentar la cartera de clientes de Parivara en su presunta actividad de realización de fotocopias, intentando ocultar el resto de operaciones y dotar de una mayor apariencia de legalidad».
Otro testigo, gerente de una constructora, declaró que Parivara realizó trabajo de impresión para su empresa, si bien nunca tuvo contacto ni conocía a sus representantes, siendo toda la actividad canalizada a través de los hermanos Celis (Rucecan).
De hecho, afirmó que había conocido esta empresa de fotocopias a través de Secudino Vidal Celis. Este empresario le comentó al primero que necesitaba imprimir unos dossiers y Celis le propuso que se lo encargara a Parivara, «accediendo como favor por el interés mostrado por los hermanos Celis y esperando obtener un beneficio en sus relaciones comerciales».
Según explicó tanto ante la Policía como ante la jueza, la operativa consistía en entregar un pendrive con el dossier a imprimir a Vidal Celis y las impresiones le llegaban por mensajero. «El sistema era poco operativo y por eso dejé de realizar encargos», afirmó, al tiempo que quiso dejar claro que «no conocía a nadie de Parivara ni nunca mantuvo contacto directo con nadie de la empresa. No conozco a Miguel Ángel Diez ni a Beatriz del Río (la mujer del funcionario)».
Además, aseguró que, pese a que los importes facturados corresponden a los trabajos realizados, «el precio me parecía elevado (por la impresión de dos proyectos y copia pagó 2.110 euros)», por no decir que «este tipo de trabajo, habitualmente, se realiza en el seno de mi empresa».
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