Secciones
Servicios
Destacamos
Se trata de inspeccionar cada habitación con esmero, cada recodo, incluso las juntas de los azulejos. Las pruebas de restos biológicos, que puedan arrojar algo de luz sobre la muerte de Jesús María Baranda, cuya cabeza apareció el pasado fin de semana en una ... caja, pueden estar escondidas en cualquier parte. No es una labor sencilla, porque las pistas pueden tener una antigüedad de meses -al menos desde que el pasado febrero se produjera la desaparición de Baranda-.
Este martes, el Equipo Central de Inspecciones Oculares de la Guardia Civil sumó a su equipo al perro Marley, todo un referente en el registro de este tipo de escenarios. Hoy su trabajo, como el de los otros cinco agentes enfundados en sus buzos de plástico, continuó desde las 8.30 horas.
Recorren con detalle las dos estancias del piso, dividido en dos alturas, porque se trata de un cuarto con acceso al ático. Aseguran fuentes del dispositivo desplegado en Castro Urdiales que los trabajos se pueden prolongar aún varios días. Y entre tanto Carmen Merino, su expareja, permanece ingresada en el penal de El Dueso con prisión provisional comunicada y sin fianza.
Días después del hallazgo y, tras muchas horas de registros e interrogatorios, siguen las dudas sobre lo sucedido. Todo salió a la luz en la madrugada del viernes al sábado, cuando a una vecina de Castro le dio por abrir la caja que una amiga le pidió que guardara en su casa.
Esa amiga es la detenida y la única que, a juicio de los investigadores, puede dar respuesta a los interrogantes de este caso. Se trata de María del Carmen, gaditana de 61 años afincada en Castro desde hace siete años, cuando conoció a su pareja, Jesús María Baranza, un jubilado de banca vizcaíno de 67 años, está en paradero desconocido desde el pasado 11 de abril.
Cuando Carmen Merino se sintió arrinconada por los investigadores, cuestionada por la causa que le llevó a guardar una caja con la cabeza amputada de su expareja, zanjó convencida:«Alguien la dejó a la puerta de casa y cuando la vi decidí quedármela porque era el único recuerdo que iba a conservar de él». Tal vez fue esa la versión que repitió ayer ante las preguntas de la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Castro Urdiales, a partir de las 10.45 horas, cuando pasó a disposición judicial.
Esta búsqueda de restos biológicos puede ser clave para despejar las muchas incógnitas que aún permanecen sin respuesta en este caso. Como esa principal que alude, obviamente, al paradero del cuerpo decapitado. O al móvil del crimen.Si fue premeditado o sólo accidental, consecuencia tal vez de una riña amorosa. También si la presunta asesina es su expareja arrestada, o si hay más personas implicadas. Incluso las causas que motivaron el crimen y las circunstancias que llevaron a la detenida a entregar a una amiga la cabeza de la víctima en una caja.
Las primeras pesquisas han sido las más sencillas dentro de lo complejo del caso. El paquete con los presuntos restos de la cabeza de Jesús María Baranda fue entregado por Carmen Merino a María del Carmen Mendoza, con la que compartía clases de baile en la Casa de Andalucía castreña, y que el pasado sábado, cuando a las dos de la madrugada abrió la caja por el tufo que despedía, sufrió un ataque de ansiedad ante tan macabro hallazgo. Al parecer, ni las sustancias químicas que se le habían aplicado habían podido frenar el hedor. Los agentes investigan ahora qué método exacto utilizó quien la introdujo ahí para deshacerse de las partes blandas y dejar el cráneo prácticamente limpio, tan sólo envuelto en papel transparente y luego con un rollo de regalo por encima.
En el ámbito oficial la causa continúa en secreto de sumario y casi nada trasciende de la investigación, que dirige el grupo de delitos contra las personas de la Guardia Civil de Cantabria con apoyo de especialistas de este Cuerpo de Madrid.
Noticias Relacionadas
Mariña Álvarez José Carlos Rojo
AINHOA DE LAS HERAS
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.