Cantabria salva el parón de la industria láctea, secundado sólo por una de las cinco empresas

Las otras cuatro grandes industrias lácteas de la región (Andía, Nestlé, El Buen Pastor y Lácteos de Santander) de momento aguantan, aunque no se descarta que corran la misma suerte si la huelga se alarga. Y es que son dos los principales problemas a los que se enfrentan estas empresas. Por un lado, la falta de capacidad de almacenaje, que es lo que le ocurre a Andros al dedicarse a la venta de postres y yogures, que tienen una cadena de frío y una fecha de caducidad más corta. Y por otro, está la falta de suministros como los brik, tapones y cartones para envasar el producto final.

Al no recoger leche esta empresa –cuyos responsables se limitaron a señalar que «intentamos trabajar de la mejor manera posible y que el resto también haga su trabajo»–, los ganaderos tuvieron que recolocar ayer su producto en el resto de empresas de este tipo. «Esto está muy complicado porque ya veníamos viviendo una situación compleja y todo esto puede suponer la puntilla. El ordeño y la alimentación de las vacas tiene unos costes altísimos como para que luego la leche haya que destruirla con el consiguiente coste. Eso es inasumible», lamentaba ayer Raúl Guillarón, secretario general de Asaja Cantabria.

En su opinión, la solución al conflicto tiene que venir «a nivel nacional». «Aquí se está cumpliendo mas o menos, con alguna incidencia y cierta normalidad, el reparto del pienso y la recogida de la leche. Pero eso dura hasta que el siguiente eslabón de la cadena, que es la industria transformadora, no pueda sacar su producto porque se quede sin material para transformar. Y a los que estrangula es a nosotros».

Gaspar Anabitarte, secretario general de UGAM-COAG, considera «inaceptable», que la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) haya convocado el cierre de estas empresas. «Sí podemos entender que haya industrias que tengan algún tipo de suministro y que vayan cerrando, pero que se pretenda que se cierren las plantas de toda España y nos dejen tirada la leche a los ganaderos es inmoral».

Anabitarte no entiende que a las 48 horas de una huelga que está anunciada «digan que no tienen suministros o que no pueden recoger». «He vivido unas siete huelgas de transporte, y mucho más duras que estas, y las fábricas siempre tuvieron las puertas abiertas para recoger la leche de la manera que se podía».

Sin embargo, la situación ahora es diferente, según apunta Álvaro Ortiz, director de El Buen Pastor (San Vicente de Toranzo). «La diferencia es que antes salía la leche a las grandes superficies porque se permitía por los servicios mínimos y hace unos años las fábricas tenían más existencias que ahora de cartón, tapones, brik... Las circunstancias no son las mismas y más en estos tiempos en los que la gente está muy mal de tesorería y tiene los stock al mínimo posible de todos los materiales, porque es mucho dinero de material inmobilizado».

Ortiz, que señala que su empresa «aguantará un poco más», incide en que el sector viene de una crisis por una pandemia. «Antes tenías material para dos o tres meses, y ahora tienes para dos o tres semanas. Las anteriores huelgas estaban más preavisadas y acopiabas material, pero ahora hay que tener dinero para acopiar el material. Al final lo que está pasando es que se satura el almacén y faltan materiales».

Otra de las preocupaciones que hay en el sector es la falta de suministro de piensos, aunque hoy tampoco hubo problemas, según apuntó el presidente de Agrocantabria, José Ángel Pereda. No obstante, alertó que si la situación se prolonga podrá haber «problemas» al igual que en otros sectores como los supermercados. De ahí que las cooperativas cántabras reclamen al Gobierno medidas urgentes para garantizar el suministro del pienso y la distribución de productos de primera necesidad como la leche, la carne y otros productos lácteos desde las fábricas a los puntos de venta.

Mercasantander, el mayor punto de distribución de productos alimentarios de Santander, no tiene, de momento, problemas de «desabastecimiento», aunque sí faltan productos debido a la falta de entrada de vehículos por la huelga de transportes, que se han reducido a la mitad en una semana y se recibe un casi un 63% menos de mercancía, fundamentalmente frutas y hortalizas. Así lo constató la alcaldesa, Gema Igual, durante una visita a las instalaciones para interesarse por la situación.Las entradas de vehículos de abastecimiento disminuyó este jueves en un 52% respecto al mismo día de la semana anterior. Haciendo la comparativa con 2021, la disminución de la entrada de vehículos de abastecimiento es de un 59,3% y del 69,8% en la entrada de frutas y hortalizas, al pasar de 96 toneladas a 29.