«Si llego a estar dentro cuando reventaron los cristales no lo cuento»

Reconoce que haber estado ahí, grabando, y tratando de coger lo más valioso -había micrófonos por valor de 2.000 euros cada uno- fue una «irresponsabilidad», pero en ese momento, se justifica, «no sabes cómo reaccionar»: «Mis padres estaban preocupados porque el agua, al otro lado de la puerta, superaba el metro de altura y en cualquier momento podía llevarse nuestras pertenencias. Ahora estarán a saber, en el mar Cantábrico». «No lo volvería a hacer, en situaciones como esa debes permanecer a salvo y olvidar las cosas de valor», cuenta con la lección aprendida.

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Los daños materiales son incalculables porque además de la estructura de su vivienda, han perdido todo el material del teatro. Y esas pérdidas se suman a la indignación de esta familia por la falta de ayuda y apoyo: «Nadie nos ayudó a salir de casa, cuando el agua nos llegaba casi por la cintura. Tuve que cargar con mi madre y mi perro en brazos y por aquí no vino nadie, ni bomberos, ni protección civil... nadie».

El vídeo que grabó Mario antes de que los cristales de su casa reventaran supera ya las 2.800 visualizaciones.