«Nos llegó el olor y era como si nos quemaran las fosas nasales»

Como consecuencia de ello, al menos tres de los afectados tuvieron que ser trasladados en ambulancia hasta el Hospital Marqués de Valdecilla para ser atendidos. Del mismo modo, otros jóvenes acudieron por sus propios medios a este centro sanitario para poner remedio a los desagradables efectos que les provocó el compuesto químico.

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Este periódico se puso en contacto tanto con la Policía Nacional como con la Policía Local de Santander, pero ninguno de los dos colectivos tuvo constancia de este incidente.

Lo cierto es que este no es el único episodio que se ha vivido en Santander en las últimas semanas con el gas pimienta. Un joven asegura que hace dos fines de semanas fue víctima de este dispositivo de defensa y no porque hubiese atacado a nadie. Simplemente se encontraba a las afueras de una discoteca de Santander cuando se desencadenó una pelea. Uno de los implicados sacó un spray y roció a uno de los que estaba involucrado en la reyerta, además de a los que estaban alrededor, «unas cuarenta personas». «Nos llegó el olor y, de repente, era como si nos quemara las fosas nasales. Llorábamos porque nos picaban los ojos, la garganta y la nariz», relata este joven, que dice que estuvieron así «unos veinte minutos».

Esa misma noche, el incidente se repitió en otro local de ocio nocturno ubicado en Puertochico, que tuvo que ser desalojado, según comenta otro joven que se vio involucrado. «Estábamos tomando una copa cuando notamos un picor extraño e intenso en la nariz y la garganta. Nos asustamos porque no sabíamos lo que pasaba, pero luego nos dijeron que alguien había rociado el local con gas pimienta». Todos lo que se encontraban en ese local tuvieron que salir a la calle, donde permanecieron «un buen rato» aquejados de los irritantes efectos del gas.