Secciones
Servicios
Destacamos
santander. Ayer, apenas un día después de que María Luz Morán comunicara oficialmente su dimisión como rectora de la UIMP, el Ministerio de Universidades interpretó su marcha como un cambio de etapa. En primer lugar, fuentes del departamento que gestiona Manuel Castells agradecieron el « ... trabajo y esfuerzo» de Morán al frente de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en los últimos dos años y ocho meses, cuando «ha tenido que gestionar circunstancias muy excepcionales que han dificultado su trabajo y el de su equipo». El departamento del que depende la UIMP asegura que «ambas partes han considerado oportuno cambiar de etapa y comenzar así un nuevo proyecto».
El Ministerio pone así punto y final al ciclo de Morán en la UIMP. Nombrada por Pedro Duque en 2018, la llegada del propio Castells al Ministerio, en 2020 y de la mano de Unidas Podemos, suscitó dudas sobre la continuidad de la catedrática de Sociología. Morán salvó unas semanas de rumores, silencios y desmentidos, y siguió al frente de la UIMP, donde quería afianzar los puntos fuertes de la Universidad, la transferencia de conocimiento y la idea de foro. «Un lugar de encuentro y debate de manera tranquila y razonada», dijo en su primera entrevista con este periódico. Por varias circunstancias -la pandemia, entre ellas-, la meta ha sido difícil. En su carta de dimisión, Morán concretó las causas de su marcha: la «carencia de medios» y un «débil apoyo institucional» a su labor que le impediría acometer su plan de trabajo futuro.
EXPLICACIONES DEL MINISTERIO
TAREA PENDIENTE
CRISIS SANITARIA
¿Y qué ocurrirá a partir de ahora? Se activa el mecanismo para elegir nuevo titular de la UIMP. Lo primero es reunir al Patronato, del que forman parte Miguel Antoñanzas o Luis G. Montero, entre otros. La cita, según fuentes del Ministerio, «no se demorará mucho». Y, como es habitual, han empezado ya las quinielas de la sucesión. Suena el nombre del exrector de la Complutense Carlos Andradas. Y ya en 2020 se barajó el de Esther del Campo, decana en la misma universidad.
El futuro está por ver. El pasado más inmediato aún pesa. Este mismo verano, Castells intervino en los cursos de la UIMP. Lo hizo, sin embargo, por videoconferencia, a cientos de kilómetros de Santander. La pandemia ha alterado hasta tal punto la forma de encontrarse que Morán y su equipo optaron este año, como casi todas las universidades, por mantener ese modelo híbrido de docencia presencial y online, y asegurarse así el cumplimiento de los protocolos anticovid.
La pandemia, en definitiva, ha sido un duro lastre para el equipo de Morán. En el verano de 2020, en plena explosión covid, se lograron mantener 23 seminarios online centrados en la crisis sanitaria -lejos, obviamente, de los 135 que la rectora y su equipo habían materializado justo un verano antes-. En 2021, las medidas han vuelto a condicionarlo todo, sobre todo porque no han sido normas estables y cambiaban en función de la incidencia. ¿Cómo organizar con tantos meses de antelación un seminario si los aforos o las distancias podían variar al celebrarse el mismo? Esa era una de las dudas que atravesaba al equipo de dirección.
Noticia Relacionada
Daniel Martínez
El verano de 2021 comenzó con esos condicionantes, pero con más actividad presencial. Sin embargo, en agosto, un artículo alimentó la ofensiva política a la gestión de Morán. La alcaldesa de Santander, Gema Igual, fue de las más duras: «No vamos a ser cómplices de que la UIMP siga agonizando», dijo después de que el PP apoyara una moción de Vox en este sentido. Las críticas llegaron en tromba y señalaban, entre otros, al abandono de varios altos cargos del equipo de la rectora. Morán llegó a comparecer en rueda de prensa para defender su labor y señalar el peso de la herencia recibida. En la clausura de la UIMP abogó por huir del ruido: «Nuestro mundo no es el de la soflama o el del panfleto», manifestó.
Al cierre de los cursos -que se saldaron con 127 seminarios-, Morán admitió que cerraba un «periodo duro y complicado». Y pocos días después, presentó su dimisión.
Si bien para la oposición la capacidad de influir de la UIMP se ha desmoronado con Morán, lo cierto es que el debate sobre el futuro de la institución académica ya estaba sobre la mesa con los anteriores rectores, César Nombela (2013-2017) y Emilio Lora-Tamayo (2017-2018), ambos elegidos a propuesta de los ministros Wert y Méndez de Vigo; un debate que nacía al calor de la crisis económica y de la necesidad de un cambio de modelo.
La salida de ambos rectores estuvo rodeada de alguna polémica. A Nombela se le achacó que ocupara el cargo más tiempo del debido. Y Lora-Tamayo, rector solo un año, dimitió no sin cargar contra el Gobierno tras sustituirle.
La meta de Morán, una rectora más alejada de los actos y la pompa académica que sus antecesores, era iniciar esa transformación. Ahora, si se dan las circunstancias y los medios, emprenderá esa empresa su sucesor.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.