El Ministerio corrige al consejero y no da margen para permitir batidas extraordinarias de lobos

Ese es el clavo ardiendo al que se aferra el departamento del consejero Guillermo Blanco. Pero el Ministerio para la Transición Ecológica no parece verlo de la misma manera. A preguntas de este periódico sobre la respuesta concreta transmitida al primer expediente enviado desde Cantabria, desde Madrid concretan: «Mientras no esté aprobada la Estrategia de gestión y conservación del lobo, herramienta para manejar la especie en España una vez que su inclusión en el Lespre unificó los criterios de protección en todo el país, no existe base administrativo-jurídica para fijar excepcionalidades».

Blanco ya habló el lunes de la respuesta recibida del Ministerio antes de reunirse con el sector ganadero. «Han dicho que tenemos que renovar el Plan de Conservación de Estrategia del Lobo, pero eso nos puede llevar meses (apenas se ha iniciado). Tanto, como esperar que el tribunal nos conteste a nuestro requerimiento. Y no podemos esperar a eso». Además, el consejero regionalista solicitaba que le explicaran el mecanismo para posibilitar esas batidas excepcionales. «Queremos que nos digan, sobre su propia orden –que, de forma extraordinaria, posibilita hacer extracciones– cómo hacerlo. Marcan una serie de restricciones y no queremos hacerlo mal. Dentro de esa ley y antes de que los tribunales decidan, queremos hacer extracciones de acuerdo al Lespre».

Pero la respuesta enviada desde el departamento que dirige Teresa Ribera deja poco margen para extracciones, ya que especifica que, hasta que esa Estrategia no esté aprobada, «no existe base administrativo-jurídica para fijar excepcionalidades». O sea, que no se puede, que no hay fórmula para hacerlo, que no hay excepción.

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Eso permite augurar un escaso recorrido a los otros dos expedientes enviados desde Cantabria el lunes mismo. Concretando un número de lobos que se podrían matar («extracciones») en una zona determinada, entre las que más sufren ataques últimamente (Blanco, sin dar muchos detalles, habló de «Campoo y el Saja-Besaya»).

La respuesta «no satisfactoria» (como la definió el consejero) también explicaría buena parte del contenido de la carta enviada a la ministra Ribera y firmada por todo el sector regional. «Le instamos –apuntaban en la misiva– a que colabore con el Gobierno de Cantabria en el desarrollo de la Orden que su Ministerio ha aprobado, sin dilaciones y sin añadir aún más inseguridad jurídica a la que ya han generado».

Todo, mientras el ganado empieza a subir a los pastos, lo que supone la época de mayor riesgo en cuanto a los ataques de lobos.