![19 municipios con zonas aptas para instalar molinos cuentan con proyectos en tramitación](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202204/14/media/cortadas/EOLICOS-k0aB--1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
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Con el mapa de exclusión eólica ya en su poder que entrará en vigor con su aprobación en Consejo de Gobierno -previsiblemente en mayo-, el Ejecutivo cántabro cuenta ya con el primer marco normativo para impulsar la implantación de energías limpias «de forma ordenada ... y planificada». La herramienta considera zonas vetadas el 94% del territorio y en otro 3% la instalación de parques está tan condionada que resultará muy difícil. El 3% restante, las partes en blanco del mapa, son las consideradas 'aptas'. Aunque están repartidas por casi la mitad de municipios, en la mayoría de ellos son tan pequeñas o se ubican en lugares tan remotos que, en la práctica, la Consejería de Obras Públicas garantiza que no llegará a instalarse nunca ningún aerogenerador.
En este contexto, el desarrollo eólico se concentra únicamente en 19 ayuntamientos en la comarca del Besaya, la sierra del Escudo, el entorno del pantano del Ebro y Soba -allí se podría ampliar o aumentar la potencia del ya existente, el único de la comunidad autónoma que funciona- o algunas 'islas' de la zona oriental. Son aquellos que tienen lugares que el mapa considera 'aptos' porque, además de contar con las condiciones de viento suficientes, no chocan contra ninguno de los condicionantes ambientales y sociales por el que ha sido descartado el resto del suelo de la comunidad autónoma. Ni espacios naturales protegidos, ni zonas de nidificación, ni es el hábitat del oso, ni tiene viviendas a menos de 1.000 metros... En cualquier caso, que allí se puedan levantar molinos no quiere decir que se vayan a levantar. Como antes de tener esta herramienta, tendrán que superar los mismos estudios ambientales y urbanísticos.
Con el mapa eólico morirán los polémicos parques de Ribota, Garma Blanca o Quebraduras porque los parajes de Arredondo, Entrambasaguas, Miera, Riotuerto, Ruesga, San Roque de Riomiera, Saro, Selaya o Solórzano en los que se iban a instalar están en rosa. Totalmente prohibido. Hay otras zonas blancas en más localidades -otras 34-, pero actualmente allí ningún promotor ha mostrado interés y las posibilidades de que lo hagan son mínimas, según Obras Públicas.
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El pasado martes en el Parlamento el PSOE llamó la atención sobre que el mapa se ha elaborado sin participación ciudadana, un aspecto que también subraya la plataforma formada por siete colectivos constituidos para luchar contra la instalación de alguno de los 40 parques en tramitación. Desde estas agrupaciones, además de creer que el mapa es «una bomba de humo porque no tiene normativa asociada que lo respalde», lamentan que no se le haya dado voz a los cántabros. En contra, interpretan que se ha hecho un traje a medida de los promotores para que prosperen polígonos eólicos porque, con «alguna excepción», muchas zonas con molinos en tramitación están calificadas como 'aptas'.
«El resultado es que la mayoría de las sierras de Cantabria quedarían ocupadas por macropolígonos industriales eólicos», dice la Plataforma, que también destaca que no se haya tenido en cuenta la petición de ayuntamientos como el de Vega de Pas para ser incluido como zona de exclusión. Gochicoa especifica que este primer mapa deja fuera de las zonas de desarrollo eólico prácticamente las mismas que el Ministerio para la Transición Ecológica considera sensibles y que es más restrictivo que los de otras comunidades autónomas. A partir de su aprobación se suspenderán las licencias de parques que estaban en tramitación en lugares no aptos. Así, el consejero promete que, aunque la primera versión entrará en vigor en mayo, habrá participación ciudadana en el mapa definitivo, que será el que se incluya con el PROT en el momento en que se apruebe.
Municipios
1. Mazcuerras
2. Cartes
3. Los Corrales de Buelna
4. Molledo
5. San Miguel de Aguayo
6. Luena
7. Santiurde de Toranzo
8. Villafufre
9. Villacarriedo
10. Vega de Pas
11. Santiurde de Toranzo
12. Campoo de Enmedio
13. Campoo de Yuso
14. Las Rozas de Valdearroyo
15. Valdeolea
16. Valdeprado del Río
17. Valderredible
18. Soba
19. Guriezo
Antes de presentar el mapa eólico de Cantabria que prohibe la instalación de molinos en el 93% del territorio, el consejero José Luis Gochicoa llevó el documento ante los diputados en la Comisión de Obras Públicas del Parlamento regional (en la que no estuvo Vox). Desde la oposición, antes de pronunciarse sobre el fondo, prefieren analizar tanto el mapa resultante como los criterios utilizados para su elaboración, pero critican que el Gobierno ha tardado demasiado en poner orden en el desarrollo de las energías renovables en comparación con otras comunidades autónomas que van varios pasos por delante.
«Llevamos mucho tiempo sin rumbo y estamos abocados al más estrepitoso de los fracasos. La instalación de las renovables en Cantabria es otro ejemplo de la falta de planificación», lamentaba desde Cs la diputada Marta García, que subrayaba que, precisamente esta falta de regulación y el hecho de seguir adelante con la tramitación de proyectos que se sabía que nunca se iban a realizar, ha creado una contestación en la calle y «ha generado un caldo de cultivo contra las energías limpias» que ahora será muy difícil de revertir.
«La eólica es una necesidad para disminuir nuestra dependencia energética. Cantabria tiene mucho potencial, pero ya sabemos lo que va a pasar», presagiaba con tono pesimista. En esa línea se pronunciaba minutos después el PP. «Han ido generando problemas donde no existían. Si el PROT –el mapa eólico entrará ya en vigor, pero es susceptible de cambios hasta que se apruebe el Plan de Ordenación del Territorio– estuviera aprobado en la anterior legislatura, como nos prometieron, ya no tendríamos este problema», recordó Roberto Media. Para los populares, que entienden que técnicamente el mapa puede estar bien elaborado, el gran problema han sido las formas y los cambios de criterio que ha protagonizado la Consejería al comprobar la contestación ciudadana contra los parques eólicos más polémicos: de una postura más liberalizadora al actual modelo de zonificación que solo califica de aptos para instalar molinos el 3% del suelo cántabro y otro 3% si además los parques cumplen unas condiciones adicionales.
«El desarrollo de las energías limpias es acuciante. Cantabria no puede quedarse atrás, pero hay muchos condicionantes», señaló el socialista Javier García-Oliva. Desde que comenzó el debate eólico, el PSOE se ha desmarcado de su socio y ha apostado por exigencias mayores. Por eso ahora apunta que «va a mirar con mucha atención» cómo se ha hecho la zonificación porque «elaborar un mapa es complejo en cuanto a muchas variables y habrá que ver las que se han tenido en cuenta y las que se han quedado por el camino».
Y desde IU reprochan al Gobierno que «dé prioridad» al interés de las entidades privadas ligadas a los proyectos eólicos frente al «clamor popular» que pide «participación y transparencia». Su portavoz, Israel Ruiz Salmón, advierte de que, frente al dato de un 93% del territorio excluido, hay «una letra pequeña que no debe pasar desapercibida».
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