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En las últimas horas, las personas cercanas a la nueva consejera de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismos que le felicitaban por el nombramiento le reconocían que no sabían muy bien si darle la enhorabuena o el pésame. Jezabel Morán (Torrelavega, 1977) es desde ... este lunes la sucesora del dimitido José Luis Gochicoa y llega al cargo en uno de los momentos más complicados posibles. Con un departamento y un Gobierno de Cantabria en su conjunto azotados por el mayor caso de corrupción de la historia de la autonomía como consecuencia de la presunta trama de manipulación de las adjudicaciones por parte del jefe de servicio de Carreteras. La hasta ahora directora general de Interior tiene poco más de dos meses por delante hasta las elecciones para desarrollar su objetivo prioritario. Más allá de los proyectos concretos, su tarea fundamental será que los cántabros «recuperen la confianza en el sistema».
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Así lo ha señalado Morán durante su toma de posesión, en la que ha jurado el cargo rodeada de todos los consejeros salvo el titular de Industria. Un acto que ha querido que sea un punto de inflexión y el primer paso para llevar a cabo su objetivo. Una vez reconocido que fallaron los controles, lo primero que ha hecho ha sido pedir «perdón por quien robó, por quien dio, por quien consintió y por quien calló». «Para seguir avanzando es fundamental pedir disculpas», ha señalado la regionalista. A partir de ahora, es partidaria de mirar hacia delante y que todo lo que tiene que ver con el 'caso Obras Públicas' siga su cauce solo en la vía judicial. «No tengo intención de mirar más para atrás, tan solo para detectar los puntos débiles en el procedimiento para que esto no vuelva a ocurrir», ha subrayado.
Con 23 años de experiencia como funcionaria a sus espaldas, la nueva consejera ha querido poner en valor el reconocimiento de los trabajadores de la Administración frente a «unos hechos censurables, pensados y dirigidos por un funcionario que no ha entendido dos cosas: la suerte que tenemos por poder gestionar los servicios públicos que garantizar en bienestar de todos y que lo hacemos con el dinero de todos los cántabros».
Una descripción perfecta, según ha subrayado después el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, de lo que debe ser el servicio público bien entendido. También el jefe del Ejecutivo espera que el relevo en la Consejería sirva de cortafuegos frente a las críticas de la oposición por la gestión de la crisis en Obras Públicas. «Esta Consejería no se merece estar en el foco de mira de gente que sospecha. Es el tema de un presunto chorizo. Uno», ha dicho Revilla, lamentando mientras miraba a José Luis Gochicoa, también presente en el acto, que hayan tenido que pagar «justos por pecadores».
Morán ha esbozado algunas de las tareas que tiene por delante como culminar la aprobación del nuevo Plan de Carreteras, adjudicar los sondeos del acuífero de Santillana, impulsar los convenios para la gestión de las depuradores, avanzar en los proyectores de protección contra las inundaciones en Ampuero, Reinosa y Candina o finalizar la redacción del Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT), entre otros. Pero Revilla no la ha elegido por todo eso: «Se necesita una persona que no sea experta en hacer proyectos, sino experta en que no vuelvan a ocurrir cosas cosas como esta. Solo te pido que des todo el ánimo a esta gente (en referencia a los 400 funcionarios de Obras Públicas), porque se lo merecen».
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