![Imagen de la Primera playa de El Sardinero, con una afluencia numerosa y con dos jóvenes con la mascarilla](https://s2.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202007/18/media/cortadas/sardi%20(1)-kBJF-U1108380384045mH-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Fue un espléndido día de playa, pero algo distinto. El primero marcado por el uso obligatorio de mascarillas para entrar y salir y, otra vez, con los aforos limitados. Eso, con tanto sol y una presencia de turistas que se dejó sentir en ... forma de atascos en las carreteras, obligó a colgar el cartel de 'completo' en varios arenales –lo que se tradujo en colas de bañistas–. Pasó en la playa de Los Locos, en Suances, o en la Primera de El Sardinero, en Santander.
Lo primero, el tráfico para llegar. Mucho en la autovía A-8, donde se registraron, hasta las tres de la tarde, retenciones de hasta ocho kilómetros entre el límite con el País Vasco y las localidades costeras de Castro, Laredo o Noja. Y también en el habitual nudo de la A-67, en Torrelavega o entre Bárcena de Pie de Concha y Santiurde de Reinosa a lo largo del día. Tocó armarse de paciencia al volante.
En un día marcado por el viento del este y agradables temperaturas (que rondaron los 25 grados), los bañistas tuvieron que enfrentarse a la nueva normativa del Gobierno de Cantabria, que obliga al uso de mascarilla, aunque se guarde la distancia de metro y medio, para el acceso a las playas. Sólo, eso sí, para entrar y para salir (ni para estar en la toalla ni para pasear por la orilla). Los arenales, además, están vigilados en todo momento por cámaras, cuyas imágenes pueden ser consultadas (www.playascantabria.es) y así comprobar cómo van sus aforos.
En Santander, el equipo de vigilantes que controla el aforo en los veinte accesos delimitados –en los que también hay dispositivos de cuenteo– no daba abasto. «Señora, por favor, la mascarilla es necesaria para entrar en la playa». Esta retahíla la repitió una y otra vez Carlos Toca, uno de los vigilantes del acceso a El Camello. «A la mayoría de la gente no hay que decirle nada. Saben que es obligatoria, pero siempre hay algún despistado o que no está conforme con la norma».
Con el mismo ajetreo estaba Sergio Movellán en la Primera de El Sardinero. «Casi todo el mundo lleva mascarilla. Quizá están más despistados los turistas, pero les dices que tienen que entrar con ella puesta y no suele haber más problema».
La cosa –y a veces la calma– cambia cuando la playa se llena y se completa el aforo, como ocurrió este sábado antes de la una y sobre las cuatro y media de la tarde (coincidiendo casi con la pleamar). «En momentos puntuales, los contadores de personas situados en los accesos nos indican que se llega al 100%. Entonces, sólo podemos dejar salir y la gente tiene que hacer algo de cola hasta que pueden pasar, pero no suelen tener que esperar demasiado. Esta mañana, como mucho, cinco minutos». Mataleñas, Molinucos, La Virgen del Mar y Bikini , llegaron a su límite en algún momento del día de ayer.
Dada su extensión, las playas de Vadearenas y Canallave, en Liencres, no llegaron a completar su aforo, pero la afluencia de bañistas fue masiva. Tanto, que los aparcamientos no fueron capaces de dar cabida a tanto vehículo, motivo por el que tuvo que intervenir la Policía Local. Muchos bañistas regresaron a sus casas con una multa de aparcamiento como recuerdo.
La playa de Los Locos, en Suances, fue un hervidero de surfistas y bañistas. Al coincidir la pleamar con una mayor afluencia de público, tras la hora de la comida, la Policía Local cerró la playa sobre las cuatro de la tarde, a la espera de que el arenal se aliviase de usuarios. O sea, que hubo colas. En cuanto a San Vicente de la Barquera, la anchura de su playa permitió que no fuera necesario el cierre, aunque la afluencia fuese también numerosa. Allí, com en el resto, acceso con mascarilla y, luego, a guardarla doblada. «Ni siquiera los que se dedicaron a dar paseos por la orilla se acordaron de ella», según informa Vicente Cortabitarte (la normativa autoriza a no llevarla si se mantienen las distancias durante los paseos).
Noticia Relacionada
Las colas de coches en la zona oriental –desde Islares hasta Sámano, en dirección a Santander, o los catorce kilómetros que llegaron a registrarse desde Barakaldo hasta el límite con Cantabria– ya suponían un aviso. Playas como Brazomar, Ostende o el Solárium, en Castro Urdiales, llegaron a su aforo completo en distintos momentos de la mañana. Hasta que al llegar la tarde, Brazomar y el Solárium pasaron a ser 'playas dinámicas' (la fórmula que se ha puesto en marcha que limita su uso sólo para el baño y el paseo), según informa Samira Hidalgo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.