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Cantabria ha vivido con total normalidad la primera jornada del estado de alarma. «Sin apenas incidencias», ha dicho la Delegación del Gobierno, desde donde se ha añadido que «casi todos los ciudadanos están cumpliendo» las medidas decretadas por el Gobierno de España para gestionar la crisis sanitaria con la que se quiere hacer frente al coronavirus Covid-19. En términos generales, la ciudadanía está acatando «la reducción de los desplazamientos por la vía pública y de distanciamiento social» cuando se acercan a comprar productos de primera necesidad.
La tónica general de la jornada en la mayoría de los municipios cántabros, de oriente a occidente, ha sido la misma. Los ciudadanos han respetado las normas marcadas por las autoridades y han vaciado las calles y los espacios públicos. Sólo ha habido algunas excepciones en zonas costeras, donde las fuerzas del orden han tenido que intervenir para recordar a bañistas y surfistas que no podían permanecer en la playa, mientras que en Laredo también se ha tenido que apercibir a los familiares de dos velatorios por la presencia excesiva de asistientes que vulneran la norma de limitación a 10 personas. Además, en Corvera de Toranzo, los vecinos colocaron este fin de semana carteles para rechazar la presencia de senderistas en sus montes y el Churrón de Borleña.
Información realizada por: Ana Cobo, Pedro Álvarez, Javier Gangoiti, Sheila Izquierdo, Vicente Cortabitarte, Lucía Alcolea, Irene Bajo y Sara Torre, Héctor Ruiz, Elena Tresgallo, Violeta Santiago
Bajo las órdenes del Ministerio del Interior, están trabajando de forma coordinada la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y las Policías Locales de los diferentes municipios. Todos van a supervisar que se cumplen las medidas establecidas en el Real Decreto que declaró el Estado de Alarma la pasada medianoche.
Tanto los efectivos de la Guardia Civil como los agentes de la Policía Nacional han hecho hoy, domingo, una labor pedagógica con las personas que se encontraban en la calle de paseo o practicando algún deporte para precisarles los supuestos que, según el Real Decreto de Estado de Alarma, permiten transcurrir por la vía pública.
«No ha habido incidentes ni incidencias graves en ninguna población ni en las dos principales ciudades, Santander y Torrelavega, por lo que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado agradecen el comportamiento que están manteniendo los cántabros y las cántabras», ha apuntado la Delegación.
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Camargo
Camargo vivió el primer fin de semana del estado de alarma sin mayores sorpresas. El Ayuntamiento no registró ninguna incidencia y trasladó un mensaje de «normalidad» dentro, eso sí, de la situación extraordinaria que atraviesa el municipio y todo el país. Tanto la alcaldesa, Esther Bolado, el primer teniente de alcalde y concejal de Protección Civil, Héctor Lavín, como el equipo de gobierno en su conjunto mantuvieron un «contacto permanente» y de manera continuada tanto con miembros del Servicio de Extinción de Incendios como de la Policía Local. Además, en municipios como El Astillero, Bezana o Piélagos también reinó la tranquilidad y no hubo incidentes destacables.
Castro Urdiales
En Castro Urdiales, su alcaldesa Susana Herrán destacó el buen comportamiento de los vecinos, ya que se vivió una jornada sin incidentes significativos, a excepción de la presencia de algunos bañistas o gente paseando con perros en la playa de Brazomar. «Quiero agradecer a la ciudadania castreña la unidad, solidaridad y responsabilidad que está teniendo en un momento tan complicado y desconocido para todos«, declaró a éste periódico.
Laredo
En Laredo, la Policía Local también tuvo que cerrar los accesos a la playa a los bañistas y, cómo anécdota, se intervino en dos velatorios del tanatorio municipal para controlar que se cumpliese la norma de restricción marcada por la situación de alarma, aunque en líneas generales la tónica de la jornada fue que los ciudadanos respetaron el confinamiento.
Colindres
En cuanto a la vecina localidadde Colindres, allí se está cumpliendo el confinamiento sin incidentes y las calles están vacías desde el sábado. Según indicó el alcalde de Colindres, Javier Incera. «Lo estamos viviendo con total normalidad y tranquilidad«. Salvo vecinos que han salido para comprar el pan o el periódico o sacar a sus mascotas «no hay movimiento en las calles».
Santoña
Igual pasa en Santoña, donde la mayoría de los vecinos han acatado esta situación excepcional, aunque una patrulla de la Guardia Civil tuvo que acercarse durante la mañana hasta la playa de Berria para desalojar a surfistas y paseantes, con o sin perro, y lo mismo en el paseo marítimo del Pasaje donde más de uno aprovechaba para correr o andar tranquilamente.
La vida está ahora dentro de los hogares donde el confinamiento se sobrelleva con paciencia y mucho ingenio, sobre todo donde hay pequeños. «Con dos niños en casa y sin poder salir, a veces, llegas a momentos de locura pero pintas dibujos, haces juegos de mesa, juegas a los superhéroes... Podría ser peor, pero con alegría siempre con alegría para llevarlo lo mejor posible», explica la vecina, Cristina Badiola.
Esta familia, como hicieron muchas en la noche del sábado, salió a la ventana «para dar nuestro apoyo con aplausos, caceloradas y silbidos a todos lo que están trabajando a destajo para que esto se solucione lo antes posible». Y tienen absolutamente claro el plan para los próximos días: «¡nosotros nos quedamos en casa!».
Reinosa
En Reinosa más de lo mismo, los vecinos de la capital campurriana están concienciados con el confinamiento, aunque la Guardia Civil realizó seguimiento en la calle y apercibió a algunos vecinos que habían salido a pasear informándo de la obligaroriedad del confinamiento y recordando las excepciones. Además, el Ayuntamiento de Reinosa informó que se han habilitado dos números de teléfono para las dudas o consultas ciudadanas: 942 750 262 ó 942 750 493.
Trasmiera y el pas
A la par, en la mayoría de los municipios trasmeranos y pasiegos han confirmado que los vecinos se han concienciado de que deben quedarse en casa. «No hay un alma en la calle», confirmaba Santiago Rego, alcalde de Liérganes, donde ayer se tendría que haber celebrado el mercadillo como todos los domingos. Desde el Ayuntamiento de Medio Cudeyo también aplaudían el ver menos gente ayer por sus calles, ya que el sábado por la mañana «todavía se veía movimiento en el exterior», matizaba la concejala María Higuera. Asimismo, Entrambasaguas está prácticamente desierto, porque los vecinos «están respetando el confinamiento», valoraba la regidora, María Jesús Susinos, al igual que en Marina de Cudeyo, donde «está todo muy tranquilo», en palabras del regidor Pedro Pérez. Por su parte, desde Santa María de Cayón, su alcalde, Gastón Gómez, recalcaba que «prácticamente no circulan ni vehículos».
Donde sí que se ha tenido que actuar es en Ribamontán al Mar, donde en la tarde del sábado la Guardia Civil de Galizano tuvo que parar los pies a varios surfistas en Loredo que estaban desenfundando las tablas y se disponían a entrar en el agua. «El sargento les hizo ver el problema que generaría si tuvieran un accidente en estos momentos y les obligó a retirarse», relata la teniente de alcalde, Araceli Colina, que insiste en que «hay que ser conscientes y responsables» aunque, al margen de esa cuestión, comenta que «no ha habido más problemas».
También en Villaescusa explican que «la mayoría de los vecinos» sí que están manteniendo el aislamiento, pero el regidor, Constantino Fernández, remarca que se ha detectado «que sigue viniendo gente de El Astillero por los dos carriles bici» y remarca que «quedarse en casa significa eso, quedarse en casa».
En la zona pasiega reinó la normalidad y no se registraron apenas incidentes. Los vecinos, muchos ganaderos, realizaron sus tareas diarias «La gente mayor se está quedando en sus casas, y el resto atienden el ganado y de ahí a casa», explicó ayer la alcaldesa de San Pedro de Romeral, Azucena Escudero.
Un poco más abajo, en Corvera de Toranzo, su alcaldesa Mónica Quevedo les ponía «un diez» a sus vecinos y destacaba las muestras de solidaridad de los mismos y su concienciación con las medidas de confinamiento. De hecho, subrayaba que habían sido los vecinos quienes han colocado carteles contra los turistas irresponsables que se han estado acercando, durante el fin de semana, al Churrón de Borleña.
En el centro y el occidente de Cantabria más de lo mismo, la gente en general esta siendo «muy respetuosa», destacaba el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya, un municipio donde se han precintado playas y parques públicos. En Cabezón de la Sal se ha adoptado la misma medida y la jornada ha transcurrido «sin incidentes», según su alcalde Víctor Manuel Reinoso.
Zona occidental
Municipios como Potes o San Vicente reflejaban el mismo escenario, los vecinos están cumpliendo «de forma ejemplar» las medidas para evitar la propagación del coronavirus. La circulación en Liébana durante todo el día ha sido mínima, y solamente la necesaria que la normativa exige.
Javier Gómez, alcalde de Potes, ha querido transmitir su orgullo y satisfacción «por el comportamiento, responsabilidad y solidaridad, que están mostrando todos los vecinos y el resto de lebaniegos, lo que se puede ver en las calles que están prácticamente vacías».
Por otro lado, en San Vicente de la Barquera, las principales avenidas y plazas de San Vicente de la Barquera que cualquier domingo se encontraban abarrotadas de gente ayer estaban totalmente vacías, tan solo se podían ver a algunas personas que acudían a comprar el pan o para ir a la farmacia y sobre todo a vecinos que sacaban a pasear a sus perros, ante el cumplimiento generalizado de las restricciones aprobadas por el estado de alarma. Sin embargo había alguna excepción de ciclistas, surfistas o personas que paseaban a la playa a los que los Policía Local y la Guardia Civil les tuvo que recordar la prohibición de las actividades de ocio en la espacios públicos.
Por su parte el alcalde de San Vicente de la Barquera, Dionisio Luguera, ha adelantado que mañana se reunirá con el párroco y la Cofradía de la Virgen de la Barquera para tomar una decisión sobre la celebración de la popular fiesta de La Folía prevista para el día 26 de abril, para lo que ya se estaban realizando los ensayos de las picayas y de la Banda de Cornetas y Tambores que han tenido que suspenderse
La sanciones a quien incumpla las restricciones decretadas por el Estado de Alarma incluyen multas económicas de entre 100 y 600.000 euros e infracciones penales de hasta un año de prisión. En Cantabria hoy las calles se veían prácticamente vacías, aún así se ha visto a algunos ciclistas o paseantes a los que los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han advertido de la situación. Los paseos en bici no están permitidos, los paseos, aunque sea en solitario, tampoco.
La propia delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha pedido hoy a los ciudadanos «responsabilidad» para cumplir las medidas adoptadas en toda España. Ha defendido que esas medidas son «necesarias» para hacer frente a la pandemia y para prevenir la transmisión de la infección tanto en Cantabria como en toda España. Quiñones ha apelado también a la «serenidad» de la gente en este momento «difícil para el país», que afronta «la situación más grave y más complicada de gestionar en estos 42 años de democracia». Por ello, ha pedido a los cántabros que no salgan de sus casas más que para lo imprescindible, «para protegerse a ellos mismos porque es la mejor manera de proteger al resto de sus convecinos».
También ha reclamado que se adopte «una disciplina personal para incrementar las medidas de higiene como el lavado periódico de manos, toser en el codo o no tocarse la cara y usar pañuelos desechables».
Asimismo, ha confiado en que todos los ciudadanos de Cantabria asuman esta situación con «espíritu de cooperación» ya que «es por el bien de todos y todas» y, por ello, «la respuesta tiene que ser conjunta, de toda la sociedad». «Quedándonos en casa, todos aportamos nuestro granito de arena», ha apostillado.
«Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los efectivos de Protección Civil y los profesionales sanitarios son quienes van a contribuir con su esfuerzo personal, su trabajo y su sentido del deber a que todo vuelva a la normalidad lo antes posible y, mientras tanto, nuestra tarea como ciudadanía es poner todas las facilidades para que puedan ejercer su labor y no poner obstáculos ni problemas para el ejercicio de las competencias que tienen atribuidas», ha subrayado.
Para finalizar, ha agradecido el trabajo que en esta «complicada e inédita situación» están desarrollando los profesionales sanitarios, los agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil, las Policías Locales, el personal del 112 Cantabria, el 061 o los miembros de las Agrupaciones de Protección Civil, así como las administraciones de las comunidad, tanto el Gobierno de Cantabria como los ayuntamientos.
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