La posición de Cs sobre el lobo en el Congreso abre una fractura en el partido en Cantabria

Después de que Ciudadanos en Cantabria haya defendido con firmeza la salida del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y la gestión autonómica de su población, la postura adoptada por los diputados naranjas en Madrid ha sido considerada una auténtica «traición». García y Gómez están ya voluntariamente fuera de la disciplina del partido y lo mismo podría ocurrir con Álvarez y Marañón a lo largo de la semana. También con otros cargos electos de la formación, que durante la jornada de ayer manifestaron su intención de darse de baja por este mismo motivo.

Todo sin que se alcancen a ver aún todas las consecuencias de su portazo. En cualquiera de los casos, los parlamentarios están decididos a mantener sus actas y su grupo en la Cámara. En caso de que finalmente los tres diputados se desvinculen de las siglas a nivel nacional, seguirán trabajando, pero sin depender de Madrid. Una crisis que dejaría a Ciudadanos sin representación en el Parlamento y que obligaría a la dirección nacional del partido a sustituir toda la cúpula en la comunidad autónoma, formada por personas en su mayoría afines a Álvarez.

En cualquier caso, los tres diputados critican duramente la falta de coherencia que ha demostrado su partido en Madrid: no entienden la razón por la que Arrimadas ha cambiado la posición tradicional de Cs sobre este asunto, la misma que los naranjas también defienden en Asturias, Galicia y Castilla y León, y anuncian que seguirán trabajando en este mismo sentido. «Estamos muy cabreados», afirmó Rubén Gómez, quien aseguró que la posición inicial de Cs en el Congreso era votar con PSOE y Unidas Podemos y que fue la presión de Félix Álvarez la que finalmente consiguió la abstención.

Una abstención que, en cualquier caso, consideran injustificable. Mucho más cuando sus compañeros en las Cortes nacionales pidieron a los portavoces en las cuatro comunidades autónomas afectadas por la prohibición de la caza del lobo un posicionamiento que después obviaron. Una abstención «absurda» teniendo en cuenta que en más de veinte ocasiones Cs se ha pronunciado en contra de la prohibición en los parlamentos autonómicos.

La rebelión de Cs en Cantabria comenzó a gestarse temprano: la diputada Marta García cursó formalmente su baja a las siete de la mañana. La ganadera, número dos en la lista de la formación naranja en las elecciones de 2019, fue el fichaje estrella del partido y se ha convertido en una de las voces del medio rural y del sector primario en el Parlamento en los tres años que van de legislatura.

«Hay líneas rojas que nunca deberíamos cruzar, por ello presento mi baja como afiliada a Ciudadanos, por principios, dignidad y sobre todo coherencia, ¡en política no vale todo! No puedo quedarme conforme cuando mi partido en Madrid vota en contra de los ganaderos, ¡no vale todo!», clamaba ayer García.

Pero la abstención de Cs en el Congreso no provocó solo su enfado, sino el de los otros tres principales representantes de la formación en Cantabria. Aunque durante la mañana tenían en la cabeza una salida que finalmente no se produjo, prefirieron no tomar una decisión unilateral y esperar a escuchar al resto de miembros del Comité regional antes de dar el paso.

Álvarez también hacía pública su indignación. «Llevamos tres años defendiendo que hay que sacar al lobo del Lespre o que sean las comunidades autónomas las que gestionen el control poblacional. No entendemos que en una votación en el Congreso donde el PP pide que se saque al lobo del Lespre, mi partido a nivel nacional haya decidido abstenerse. No estamos en absoluto de acuerdo con esa decisión y vamos a seguir manteniendo nuestra postura: por encima de los intereses del partido están los intereses de Cantabria, y vamos a seguir defendiendo los intereses de Cantabria y de los ganaderos, y que no le quepa a nadie la menor duda», declaró.