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La política española fue la que desencadenó la crisis que a punto ha estado de hacer saltar por los aires el bipartito regional que formaron en el mes de junio PRC-PSOE. Y ha sido también en la escena nacional donde los socios de ... Gobierno han encontrado la solución para hacer borrón y cuenta nueva y «dar por cerrado» el conflicto. Los socialistas han aceptado casi de manera literal las exigencias que sus aliados habían puesto como condición para que Pablo Zuloaga y sus tres consejeros pudieran mantenerse en el Ejecutivo. A cambio, el diputado José María Mazón, cuyo voto negativo en la investidura de Pedro Sánchez desencadenó el cruce de acusaciones entre los inquilinos de Peña Herbosa, tendrá que apoyar las iniciativas sociales que lleven al Congreso de los Diputado los ministros que ayer mismo tomaron posesión y, sobre todo, dar el visto bueno a los próximos Presupuestos Generales del Estado.
El PRC ha dado este 'sí' sin conocer todavía cuál será el contenido de las primeras cuentas de la presente legislatura, las primeras del Gobierno «de progreso» entre PSOE y Unidas Podemos, pero con una garantía de que este borrador contemplará partidas para llevar a cabo las obras que el Gobierno de España tiene pendientes realizar en la comunidad autónoma y también algunos compromisos como el pago de la deuda del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Una solución que las delegaciones que han negociado esta ratificación del pacto consideran buena para ambas partes. O lo que es lo mismo, que el sobresalto se salda sin vencedores ni vencidos. Los dos consiguen algo sin humillar al de enfrente.
La lista de reivindicaciones, reflejadas en el primer punto del acuerdo alcanzado esta tarde, es un calco de lo que firmaron Mazón y el ministro de Fomento –a partir de ahora habrá que llamar a la puerta al departamento de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, su nueva denominación– en el mes de junio, donde se reflejaban las actuaciones, algunas de ellos con plazos concretos.
En el segundo punto está la garantía de que se llevarán acabo, que se traduce en su próxima inclusión –en teoría– en los Presupuestos que la ministra de Hacienda, María José Montero, quiere llevar cuanto antes al Congreso y que ahora contarán con el 'sí' de Mazón siempre y cuando se amolden a la agenda social que Sánchez ha prometido y que los regionalistas «compartimos». Esta era una de las dos exigencias que la Ejecutiva del PRC, a propuesta de su líder, el también presidente regional Miguel Ángel Revilla, quería que firmara su socio como pago por los agravios y las «deslealtades» de los últimos días. «Calcularon mal sus fuerzas. Si echas un órdago tienes que saber a quién se lo echas», afirmó Revilla en una entrevista el domingo en este periódico en referencia a la amenaza del PSOE de irse del Ejecutivo si Mazón no apoyaba a Sánchez.
La otra exigencia en la que había puesto especial interés el regionalismo era que el nuevo documento, que será incluido como una adenda al pacto de legislatura que el propio Revilla y Zuloaga cerraron en junio, era que se pusiera negro sobre blanco la obligación de respetar, por parte de ambas formaciones, la figura institucional del presidente de Cantabria. Los socialistas lo han aceptado «para el correcto cumplimiento de los compromisos y políticas asumidos (...) es necesario reconocer y asumir» ese apoyo y respeto, pero utilizan la fórmula que recoge el Estatuto de Autonomía y lo amplían al presidente del Parlamento y al resto de los integrantes del Consejo de Gobierno.
Todo ello se recoge en el punto cuatro. En el anterior, el número tres, otro asunto que ambos asumieron sin mayores problemas, pero que choca con alguno de los acuerdos bilaterales que el equipo de Pedro Sánchez ha alcanzado con otras formaciones políticas –los valencianos de Compromís, fundamentalmente– para conseguir su apoyo de cara a la pasada investidura. Se trata de la financiación autonómica, cuyo melón está a punto de abrirse para revisar un modelo del que en estos momentos Cantabria sale muy beneficiada, ya que es la que recibe más dinero por habitante. Tanto el PRC como el PSOE de Cantabria lo consideran «fundamental para el buen desarrollo de los acuerdos y objetivos pactados«.
La literalidad de lo escrito esta tarde dice que cualquier negociación a nivel estatal debe reconocer el «status quo preexistente del actual modelo». Es decir, que a la hora de repartir el dinero se tenga más en cuenta cuánto cuesta prestar un servicio en cada territorio que el número de habitantes. A tenor de lo firmado, la consejera de Economía y Hacienda, la socialista María Sánchez, tendrá que defender en Madrid que primen criterios como el envejecimiento, la dispersión o la orografía. En la práctica no cambia gran cosa en el orden interno, porque es lo que ambas formaciones y también la titular de la cartera vienen defendiendo. Lo contrario penalizaría a la financiación de la autonomía, pero otorga al PRC una posición de fuerza y le da un argumento para romper el pacto regional si en un futuro la decisión del Estado va por otro camino.
En la reunión de casi dos horas en el Parlamento de Cantabria también hubo tiempo para tratar el funcionamiento de los pactos municipales entre PRC y PSOE. En lo relativo a las alianzas en los ayuntamientos, se consideró necesario trasladar también a este ámbito los principios de «respeto» entre aliados. Para facilitar esta labor, los responsables de política municipal regionalista y socialista se verán las caras trimestralmente para abordar posibles problemas.
Por último, aparece en el punto quinto convocar con la misma periodicidad la reunión de la Comisión de Seguimiento del pacto de legislatura, al que se ha 'grapado' el documento cerrado como la 'Adenda 2'. La 'Adenda 1' era el pacto Ábalos-Mazón, que fue firmado en junio y después añadido al pacto regional, sobre el que ha pivotado el conflicto en los últimos días. Los socialistas decían que el 'no' a Pedro Sánchez suponía que se convirtiera en papel mojado y los regionalistas consideraban que mantenía su validez.
La cita arrancó a las 16.30 horas y ambas partes coinciden en que transcurrió en un clima «positivo y constructivo». Todo lo contrario al vivido en los diez últimos días. Alrededor de las seis menos veinte, con las posiciones ya cercanas, hubo un receso en el que cada delegación se retiró a un despacho para redactar el texto definitivo y hacer una última llamada confirmatoria a Revilla y Zuloaga. 'OK'. Todo correcto y adelante con la operación.
«Va a ser muy concreta y muy taxativa», había adelantado Revilla al ser preguntado por la propuesta que llevaría su formación a la cita. Había adelantado las dos exigencias, pero no lo relativo a la financiación autonómica, por ejemplo. En lo referido a los compromisos del Gobierno de España con Cantabria, en esta ratificación del pacto de legislatura vuelven a citarse el pago íntegro de las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, los plazos concretos para la licitación y comienzos de las obras de la conexión ferroviaria Santander-Madrid, la creación de una estación intermodal en el llano de La Pasiega, el desarrollo del Plan de Cercanías y la adjudicación de la mejora del desfiladero de La Hermida.
En cambio, los socialistas no se habían pronunciado al respecto sobre si trabajarían sobre lo que les presentara su socio o pondrían sobre la mesa un texto propio. Finalmente, también han llevado su propuesta, cuyo aspecto más importante es ese compromiso del PRC de apoyo a los próximos Presupuestos Generales del Estado.
Como se vio en el debate de investidura, hoy por hoy el voto de Mazón no es fundamental, pero en la complicada aritmética parlamentaria a la que tiene que hacer frente Pedro Sánchez esta situación podría cambiar. De paso, Zuloaga y su Ejecutiva puede presumir ante su jefe en Madrid que una crisis que no ha estado lejos de sacarles de un Gobierno autonómico ha derivado en la consecución de un nuevo aliado en el Congreso de los Diputados.
1
Ratificar íntegramente los contenidos del Pacto de Legislatura 2019-2023 del que esta adenda (lo acordado ayer) pasará a formar parte como Adenda 2.
2
Ratificar los compromisos y las actuaciones con los plazos acordados en el acuerdo firmado entre Mazón y Ábalos. Tendrán reflejo en los Presupuestos Generales del Estado de 2020, que el PRC votará a favor, al igual que otras iniciativas legislativas de la «agenda social» de Pedro Sánchez.
3
Mantener el actual modelo de financiación autonómica para que prime el coste efectivo de los servicios (que se tenga en cuenta orografía, envejecimiento o dispersión) sobre criterios como la población.
4
Respeto a la figura del presidente de Cantabria, pero también al presidente del Parlamento y a todos los consejeros. Trasladar este criterio a los ayuntamientos.
5
Se establece la periodicidad trimestral de la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto de Legislatura 2019-2023.
Los momentos claves
Gonzalo Sellers
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