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El PRC no piensa hacer borrón y cuenta nueva con el PSOE. Tras la amenaza incumplida de los socialistas de abandonar el pacto regional tras el 'no' a la investidura de Pedro Sánchez, ahora son los regionalistas los que ponen condiciones al PSOE para ... permitir que éste siga en el Gobierno cántabro, porque fueron los regionalistas quienes ganaron las elecciones en esta comunidad autónoma en 2019, ha recordado.
Revilla ha convocado hoy a la Ejecutiva de su partido para «analizar en qué circunstancias puede seguir este pacto» y, en una larga comparecencia ante los medios de comunicación, el líder del PRC ha exigido en varias ocasiones que el PSOE «respete» la figura institucional del presidente de Cantabria -en los últimos días los socialistas llegaron a aludir a una 'traición'- y que se cumplan los compromisos en infraestructuras con el Estado. Esa Ejecutiva ha ratificado todo lo expresado en la mañana por su líder y ha reiterado su voluntad de mantener el pacto de gobierno en la Comunidad Autónoma. Del mismo modo, ha reivindicado la vigencia de los compromisos asumidos en Madrid y firmados por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos
«No estoy dispuesto a seguir en una coalición donde se ponga en duda la fidelidad del presidente y donde se admitan represalias por haber votado 'no' en Madrid», ha avisado Revilla, visiblemente molesto con las interpretaciones que se han hecho de su retirada de apoyo a Pedro Sánchez, a quien el diputado regionalista José María Mazón sí apoyó el pasado mes de junio.
También ha advertido con claridad: «Si eso no se hace, no habrá gobierno, no toleraremos humillaciones ni represalias». El regionalista sabe que puede gobernar en solitario, en el formato de cooperación o, incluso, que puede convocar elecciones autonómicas, un paso que es potestad suya y por el que se decidiría si dentro de un año «la situación se vuelve insostenible y esto es ingobernable», ha apuntado.
La Ejecutiva también ha acordado convocar el próximo lunes una reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto para abordar este rediseño del acuerdo de Gobierno. «Queremos que siga el bipartito, pero que no me enfaden, que no tomen represalias, lo advierto», ha añadido. Es decir, si el PSOE no aprueba el respeto institucional a la figura del presidente y no pelea en Madrid, hombro con hombro con el PRC, por los trenes a Madrid y Bilbao y por la deuda de Valdecilla, el actual Gobierno cántabro se rompería. «Yo no admito presiones de nadie, si me presionan hago lo contrario».
«No quiero sainetes. Ya tuve uno la pasada legislatura cuando Zuloaga rompió el Gobierno -el recién llegado secretario general del PSOE obligó a cesar al entonces consejero de Educación, Ramón Ruiz- y acepté por el bien de Cantabria, pero no quiero mas bromas, no tengo que estar en un sobresalto permanente», ha afirmado Revilla, a quien el órdago incumplido del PSOE no le ha quitado «ni un minuto de sueño» porque considera que «la gobernabilidad de Cantabria está garantizada se quede el PSOE o se vaya».
El líder regionalista ha sido especialmente duro contra las «insinuaciones» publicadas en algunos medios de que la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, le ha presionado para votar 'no' a Sánchez. «Este tema me ha dolido muchísimo. Las únicas presiones que he recibido son del PSOE. Es un nivel impresentable de indecencia política, me preocupa mucho esta carroña».
El presidente cántabro ha asegurado que la única vez que ha hablado con Botín en los ultimos tres meses fue ayer, cuando ella misma le llamó tras enterarse de las acusaciones que se habían hecho en algún medio digital. «Estaba preocupada. Ella jamás me ha hablado de política ni sugerido nada. Esta señora se dedica a ganar dinero con su banco, nada más».
Crisis en el Gobierno
José María Gutiérrez
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