Secciones
Servicios
Destacamos
Rodrigo Ortega tiene diez años y un nudo en el estómago. «Suele desayunar un paquete entero de galletas y hoy sólo ha comido un sobao», cuenta su madre, Maite Larrea. El niño está pensativo en la mesa del salón de su casa de Isabel II, en Santander, junto a su hermana, Carlota, de siete, que parece más indolente. «No estoy nerviosa. Tengo ganas de ver a mis amigos pero odio las matemáticas», sentencia con una seriedad que resulta graciosa para alguien tan pequeño, y luego protesta porque la leche que le han puesto está demasiado caliente. Escenas similares, con las mochilas preparadas para emprender la vuelta al cole, y más o menos nervios, ilusión y ganas, se vivieron ayer en miles de hogares cántabros en el primer día del curso escolar 2023-2024. Hasta 41.254 alumnos comenzaron sus clases de Infantil y Primaria en los 215 centros de la región –137 públicos y 78 concertados o privados–.
1.719 alumnos
menos en Infantil y Primaria comienzan el curso este año en Cantabria.
«Daos prisa que se nos está pasando la hora», apremia Maite, mientras el padre, Juanma, recoge los tazones de la mesa. A Carlota lo único que le preocupa es que su mejor amiga se ha mudado de colegio. «Ahora a ver lo que hago; aunque sigo teniendo tres muy buenas amigas todavía», reflexiona ella misma para relativizar el problema. Su hermano camina de acá para allá sin saber muy bien qué hace. «Estoy buscando la camiseta del Betis», dice, porque le da suerte. Pero para ir a clase al colegio Kostka, donde cursan sus estudios en 6º de Primaria él, y en 3º ella, tienen que vestir de uniforme. «Es un poco incómodo, pero es lo que hay. El de educación física es mejor», cuenta el pequeño mientras se lo pone en el salón, donde lo han dejado perfectamente colocado la noche anterior. Es un ritual. Los dos hermanos terminan de vestirse, cargan con sus mochilas, despiden a sus mascotas –tres peces y dos renacuajos que rescataron de un estanque este verano y que ya se están transformándose en ranas diminutas– y salen de casa.
«Esto es muy cómodo porque de aquí al colegio tenemos unos siete minutos», explican los padres, que los acompañan a pie antes de entrar al trabajo. «Es un camino que podrán hacer ellos solos en pocos años, pero ahora todavía tienen que cruzar carreteras y puede ser peligroso», comentan los adultos mientras los hermanos hacen cábalas sobre las sorpresas que les deparará el curso: asignaturas nuevas, profesores que no conocen, clases que no han tenido nunca... en general, un mundo de novedades que este jueves fue compartido por todos los pequeños de la región en un año que contará con menos alumnos que en anteriores ejercicios. Yes que el descenso acelerado de la natalidad continúa vaciando las aulas de los centros, que este año recibirán a 1.719 menos que en 2022. Y sin embargo, el coste de la escolarización sigue al alza.
Noticias Relacionadas
Ana Gil Zaratiegui
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estima que cada familia cántabra invertirá este año 500 euros en cada hijo. Es lo que cuestan los libros, el material escolar, la ropa, uniformes –quien los usa–, etc. El coste total por alumno en todo el año superará los 2.000 euros. Un dineral para las familias acuciadas ya por el peso de la inflación.
Pero nada de eso está hoy en la cabeza de Carlota o Rodrigo. Sus problemas son diferentes:«Esta mochila pesa muchísimo, no puedo con ella», se queja él cuando quedan pocos metros para llegar al colegio, justo en la calle SanJosé, en la plaza frente a la Iglesia de los Sagrados Corazones, donde el colegio Kostka tiene la puerta para la entrada al aula recién estrenada para niños de un año. En el curso que ha dado comienzo arrancaron 26 nuevas aulas para pequeños de esta edad –a excepción de la prevista en el colegio Fuente Salín, de Pesués, que aún tardará unos días en estar operativa –, que se añadieron a las 17 abiertas el curso anterior y que suman un total de 43. Entre todas ya han admitido a 240 alumnos.
«Ya estamos, venga, cada uno a su sitio», apremia Maite a sus hijos, que tras doblar la esquina con la calle Guevara se encuentran el bullicio de la entrada al centro, con decenas de padres y pequeños alterados por la inauguración del año escolar, que ha comenzado «sin contratiempos», según confirmó el consejero de Educación, Sergio Silva. «Todo ha arrancado con normalidad, tanto en los colegios como en las rutas del transporte escolar», confirmó el responsable de esa cartera; aunque la jornada no estuvo exenta de problemas, dado que la Consejería tuvo que sacar a última hora 200 vacantes, por lo que 200 profesores se incorporaron a los colegios al mismo tiempo que sus alumnos, es decir, ayer mismo, sin tiempo para conocer los centros, ni siquiera para preparar las clases, según informa el sindicato CC OO.
«Al final de la pasada legislatura, nuestro sindicato ya advirtió de que hacían falta más docentes para el inicio del curso siguiente, pero no nos hicieron caso y a última hora la Consejería ha tenido que sacar 200 nuevas vacantes, lo que por otra parte está alterando el orden de la lista de interinos», explica Conchi Sánchez, responsable de Educación de la organización sindical, que protesta porque a estos profesionales no les ha dado tiempo a nada. Este es, no obstante, un problema repetido cada año y el nuevo Gobierno autonómico no parece haberle encontrado solución.
En el Kostka, hoy, los profesores llamaban por orden de curso a los pequeños, que entraban alterados a las aulas por diferentes puertas. «Ahora a clase y ya tengo ganas del recreo para poder hablar con todos mis compañeros», comenta Carlota antes de despedir con un beso a sus padres. Rodrigo, que es más mayor, les dijo adiós de manera más contenida. Y así, entre abrazos, bienvenidas, risas y algún que otro lloro por lo que supone la despedida de las vacaciones, dio comienzo el primer día de colegio. Hoy, la vuelta llegará a Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. En total, 87.675 alumnos y unos 8.300 docentes.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.