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En muchas de las estaciones de cercanías –antiguo FEVE– ya no hay trabajadores de Renfe;tampoco en los vagones. Los revisores brillan por su ausencia y los maquinistas son, por norma general, el único personal de la empresa que viaja en los trenes. Pero sucesos ... como el del pasado sábado, en que Carlos Cubillas, de 21 años, perdió la vida tras recibir una brutal paliza en la estación de Boo de Piélagos, vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de adoptar medidas que incrementen la seguridad.
«Es una demanda que llevamos arrastrando desde hace mucho tiempo a nivel interno», destaca Manuel Cortines, presidente del comité de empresa de Renfe. «Nos hemos reunido con la dirección y nos han confirmado que de forma inmediata comenzarán las contrataciones de seguridad privada para aquellos trenes donde se han registrado episodios de conflictividad», informa Cortines.
Son aquellos que, sobre todo en fin de semana, conectan la capital con toda la zona dormitorio, hasta Torrelavega. La Guardia Civil ha identificado algunos de esos convoyes: «Suele haber más problemas los fines de semana, como es lógico;y dentro de eso, los sábados por la noche. No es que sea muy frecuente pero sí que hay demasiados casos de peleas, agresiones verbales y otros altercados que se producen, sobre todo, cuando hay gente que regresa a casa después de haber estado disfrutando de una noche de ocio con alcohol», informan fuentes de la Benemérita.
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Una de las preguntas claves tras lo sucedido el pasado sábado en la estación de Boo de Piélagos era si había cámaras de seguridad:«No las hay. Las que están operativas son las que hay en el interior de los vagones, pero que en todo caso no graban ninguna imagen, sólo sirven de referencia al conductor», informa el presidente del comité de empresa. «En todo caso esta figura no puede abandonar su puesto en la cabina por una cuestión básica de protocolo de seguridad. Por eso no podría hacer nada en caso de incidente. No tendría sentido».
Por eso se hace cada vez más necesaria la presencia de un vigilante de seguridad que ejerza, al menos, una labor disuasoria. «Es necesario que se tome alguna medida porque las agresiones, sobre todo verbales, suelen ser mucho más habituales de lo que nos gustaría», defiende Cortines. «Es algo que nos preocupa, especialmente, si es dirigido hacia personal de Renfe, que las hay». La firma ha confirmado que pondrá en marcha de forma «inmediata» la medida, «aunque todavía estamos pendientes de que se ejecute».
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