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Revilla salió de la reunión con los responsables de Padre Menni con un mensaje. Más allá de agradecimientos, contó que le trasladaron que en el proceso de vacunación del centro días atrás no se permitió a su personal -al del centro- participar para agilizar la ... tarea. «La queja que me vienen a trasladar, que me ha sorprendido y que trasladaré al consejero de Sanidad, es que Padre Menni (y es algo extensible a otros lugares de Cantabria y a otras residencias) tiene un equipo de profesionales perfectamente formados, con veinte enfermeras, y hubieran estado en condiciones de hacer la vacunación ellos. Se tomó la decisión de que sea el SCS quien haga esta labor. Lo respeto, pero de cara al momento en que tengamos tres vacunas y con el ánimo de acelerar la vacunación, pensamos que una ayuda al SCS es que los centros que tienen personal suficientemente cualificado lo hagan«, dijo el presidente de Cantabria, que adelantó que hablará con Sanidad para »alentar al SCS para que no se desprecie esta colaboración privada«.
La cita sirvió para conocer algunos detalles. Por ejemplo, que al personal de Padre Menni se le dijo únicamente que no podían participar, sin más explicaciones. Que en vez de cuatro días se hubiera tardado «seguramente uno» y que en otros centros de la institución por el país sí que han participado. «Sin ningún problema podríamos formar equipos. Desde el primer momento hemos ofrecido nuestra colaboración al SCS. Tenemos un equipo amplio de profesionales y ahora lo que importa es la rapidez en favor de la salud de los cántabros en aquello que sea necesario. Empezando por nuestro centro y, si en algún caso es necesario, colaborando con otro tipo de recursos», expresaron los responsables del centro. Y, además, sin ninguna compensación. «Las vacunas en el centro las pone siempre nuestro personal. Personal del SCS no aparece nunca para eso. Es la primera vez que ha aparecido. Y nunca se ha dado una compensación. Se podía haber hecho por parte de nuestro personal. Y más que nunca no hubiera sido necesaria ninguna compensación».
A Revilla le preguntaron si asumía los errores de Sanidad respecto al arranque de la campaña de vacunación. «Vamos a ver, errores. Han sido dos o tres días. En este momento Cantabria está a la cabeza de España. Dos días arriba o dos días abajo... Y si hay algo que ha fallado estamos para rectificarlo. De los errores y de por qué empezó tarde se puede aprender y, de hecho,se ha aprendido. Porque en este momento creo que estamos en el 91%», respondió el presidente del Gobierno de Cantabria.
El líder regionalista recordó que «hay que tener siempre un pequeño remanente porque el día 21 hay que volver a vacunar». «Imaginaos que una persona ha sido vacunada y no hay la segunda dosis. A lo mejor tiramos por la borda el trabajo». Y dijo que durante esas primeras jornadas habló a diario con el consejero de Sanidad. «Todos los días por la mañana y hasta me he cabreado. Bien, pero en este momento estamos a la cabeza de España».
En este sentido, incidió en que para «el día 23-24 van a estar vacunados en Cantabria todas las personas de las residencias y sus trabajadores, todos los sanitarios públicos y privados, y la población vulnerable (con patologías en sus casas)». «Esto hace un total aproximado de 24.000 personas, en el primer nivel de riesgo».
Del mismo modo, justificó la decisión de vacunar en El Dueso por criterios «sanitarios» que, dijo, comparte (y asume). «Cientos de personas de Santoña trabajan en El Dueso. Los presos son un colectivo en contacto permanente entre ellos. Un foco en una prisión es una bomba. Y, además, si esas personas, no precisamente las más edificantes porque están allí por algún tipo de delito, acaban desembocando en los hospitales podríamos oír a la gente en tono peyorativo». Aseguró que era «de absoluta lógica».
Revilla entiende que Sanidad, de la que depende la campaña, será «receptiva» a esta sugerencia, sobre todo de cara a los próximos meses, ya con tres vacunas autorizadas. «Tenemos que estar preparados para que no nos vuelva a coger el tema con un desfase entre vacunas y personas que necesitan que se las pongan. En Cantabria todas las vacunas que lleguen se van a colocar. Si las hay, no puede haber excusa para que no se pongan. Y ahí hay que movilizar. En situaciones de emergencia, lo público es extraordinario, pero la sociedad es una mezcla de público y de privado. Todos los que puedan echar una mano hay que aprovecharlo. Lo que me preocupa es que lleguen vacunas. Pero garantizo que las que lleguen se van a colocar y para eso no se puede despreciar la colaboración de personas cualificadas».
De hecho, habló también de articular el mecanismo jurídico que permitiera también participar en la campaña «a los muchísimos» profesionales jubilados (enfermeras y médicos) que se están ofreciendo.
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