Revilla traslada a Sánchez la responsabilidad del tren rápido a Bilbao y le pide un mayor compromiso

Revilla basa sus esperanzas de encontrar el apoyo europeo en una fórmula apuntada desde la propia CE, que pasaría por conseguir que los estudios preliminares avancen de manera significativa y que Madrid decida dar prioridad al proyecto. Solo en ese caso habría posibilidades de incluirlo durante las negociaciones de la propuesta entre el Consejo y el Parlamento, para lo que confía en contar con el apoyo de los grupos parlamentarios.

El jefe del Ejecutivo cántabro aseguró que se está trabajando en esa vía y que hay «voluntad firme» por parte del Gobierno de Sánchez de acometer la actuación, como probaría, a su juicio, el estudio informativo de la línea que se está elaborando, que cuenta con partida en los Presupuestos Generales del Estado, y cuyo primer borrador se conocerá próximamente. Una vez se cuente con este documento, que está redactando Apia XXI, se abrirá un debate sobre el modelo de ferrocarril más idóneo para esta línea, su coste o qué paradas podría realizar. «Eso sigue adelante. Yo estoy convencido que esa línea se va a hacer», concluyó, no sin antes pedir un compromiso aún más firme al Gobierno.

Por su parte, el vicepresidente, Pablo Zuloaga, defendió el trabajo institucional «constante y evidente» de las administraciones nacional y regional para hacer realidad el tren rápido a Bilbao, y recordó que esa conexión está incluida dentro de la red de transportes global, cuyo horizonte de ejecución es 2050, aunque lo que se pretende es que se incluya dentro de las inversiones con horizonte 2030.

El presidente de CEOE-Cepyme, Enrique Conde, lamentó la negativa europea, «algo muy malo para Cantabria, porque queda desconectada, salvo que haga la obra el mismo Gobierno de España», una posibilidad muy remota «visto lo que pintamos a nivel nacional».

«Es una pena, y va a tener consecuencias, porque una empresa para la que sea vital esa conexión no se va a instalar aquí, y lo que es peor, alguna que ya esté, pero cuyo centro de decisión no se encuentre en Cantabria, puede optar por marcharse: supone una enorme falta de competitividad respecto a otras regiones. Se trata de un error histórico; no entendemos cómo desde los diferentes parlamentos no se ha apostado por el proyecto ni se ha presionado de una manera clara y decidida».

Modesto Piñeiro, presidente de la Cámara de Comercio, criticó los argumentos esgrimidos por la CE para privar a Cantabria de la conexión. «Decir que Santander, su puerto y su aeropuerto, no tienen volumen significativo de tráfico y carga es totalmente inaceptable. La propia CE aprobó un plan de reducción de emisiones del sector del transporte: ¿cómo se va conseguir eso si no existe una alternativa ferroviaria eficiente y bien conectada? Es urgente exigir del Gobierno de España un compromiso y un apoyo firme para desarrollar la conexión Santander-Bilbao, lo que además nos permitiría unirnos a los corredores del Atlántico y el Mediterráneo, que son fundamentales para el desarrollo de la industria de nuestra región».

«¿A qué espera Revilla para romper con Pedro Sánchez?», se preguntó ayer la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, para quien la exclusión de Cantabria de la conexión ferroviaria con el Corredor Atlántico «es la enésima prueba de la deslealtad del PSOE con todos los proyectos fundamentales para esta tierra».

Para la dirigente popular, la mala noticia confirma que «la visita de Revilla a Bruselas del mes de noviembre fue un paripé», y le acusó de complicar las cosas «introduciendo una nueva versión de lo que se planteó en su día, que fue la inclusión en la red de la línea Santander-Palencia, para poner sobre la mesa la línea Santander-Bilbao que en este momento no pasa de la política-ficción».

Por su parte, Vox ha pedido la comparecencia de Revilla en el Parlamento, para que explique las razones de la exclusión de Cantabria, aunque su portavoz en la Cámara, Cristóbal Palacio, adelantó que el presidente regional «no aporta y genera consecuencias negativas». «Primero nos prometieron estar en el Corredor Atlántico como el resto de las regiones y, cuando vieron que por su propia inutilidad eso era imposible, decidieron vendernos la conexión con Bilbao como la mejor opción», apuntó Palacio. «Son expertos en vender humo para tapar su incompetencia mientras que son los cántabros los que pagan las consecuencias de su ineptitud».

«Gracias a Revilla, que las dos próximas generaciones se vayan olvidando del tren rápido a Bilbao», resumió Félix Álvarez, coordinador de Ciudadanos. «Que Cantabria sea la única comunidad del norte de España fuera de la financiación europea de transportes ferroviarios es una puñalada a nuestro futuro», lamentó Álvarez, para quien la financiación europea resulta «imprescindible» para hacer realidad el proyecto. «Nuestros hijos y nuestros nietos pagarán muy caro el aislamiento de Cantabria, que quedará rodeada de comunidades perfectamente conectadas no solo con Europa, también con el Mediterráneo».

En opinión de Francisco Martín, presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, «la conexión Santander-Bilbao es tan trascendente para el desarrollo de Cantabria que no debemos resignarnos a una negativa por parte de Bruselas. No podemos asumir que no estaremos conectados con el Corredor Atlántico durante los próximos treinta años. Toca pelear, hacer que el Gobierno de España se involucre de una manera seria y justa con la región y trabajar, como siempre hace el Gobierno de Cantabria, en todas las vías que aún queden abiertas. Es una situación inexplicable y muy grave».