La ruta con Madrid ya no vuela tan alto

Era, en principio, el final de la coletilla. La de «volar a Madrid sale carísimo». Sin embargo, y aunque el número de viajeros sigue en cifras altas, después de las grandes subidas, Iberia ha cerrado esta temporada de verano (de abril a octubre) con 418 viajeros menos y una tendencia a la baja en los dos últimos meses. ¿El motivo? Los precios. La respuesta es unánime.

No es que la pérdida de algo más de cuatrocientos usuarios suponga un drama. Después de dos campañas con números muy positivos es una rebaja muy pequeña en términos cuantitativos. Tanto, que la ruta cerró 2018 con casi 70.000 viajeros de incremento con respecto al año anterior. Pero sí que marca un cambio de tendencia y manda un aviso. Sobre todo si el análisis se ciñe a los dos últimos meses. En septiembre se perdieron 676 y en octubre, 1.580. «Una fuerte bajada», definen desde la Asociación Amigos de Parayas, que hacen el seguimiento de la ruta y que destacan también que en octubre la oferta de asientos se redujo un 8%.

El pasado abril fue un mes decisivo. Un año antes Iberia se quedó con buena parte de los vuelos, aunque dejó a Air Nostrum el primero de la mañana (que volvía por la noche de la capital de España). O sea, la base, el avión que dormía en el Seve y, por tanto, la posibilidad de tener a un grupo de trabajadores en la ciudad. Justo hasta abril de este 2019. Iberia se quedó ya con todo (Air Nostrum sólo ha intervenido puntualmente en los meses de vacaciones con algunos viajes por cuestiones operativas) e introdujo ligeras variaciones en los horarios, en la oferta. Se quitó el último vuelo que salía desde Santander –el de la noche, algo que generó algunas críticas– y la estrategia se centró en facilitar los enlaces con otras salidas desde Barajas, como confirmaron a este periódico desde el Gobierno de Cantabria.

¿Y a qué se debe entonces la caída? «Los precios tienen toda la culpa», remarcan desde Amigos de Parayas, una opinión generalizada en los últimos meses. Para muestra, ejemplos. «Se pueden encontrar vuelos con 24 horas de antelación desde 170 euros ida y vuelta, algo impensable hasta la entrada de Iberia. Y con una o dos semanas de margen hay vuelos –también ida y vuelta– por cincuenta euros», decían desde ese mismo colectivo en mayo de 2018. La propia compañía hablaba de una bajada de precios del 30% en la que el precio medio del billete pasaba de 83,1 a 58,7 euros. Eso contrasta con lo que se puede comprar hoy.

Tomamos como referencia un desplazamiento en el día entre semana (ida a primera hora de la mañana y vuelta desde Madrid en el último). El típico viaje de trabajo –que era una de las grandes demandas en su día desde el sector empresarial, precios razonables para ser competitivo–. Unos intentos de compra de billetes el pasado miércoles a media mañana. Para el jueves –el día siguiente–, salir a las 07.30 horas y regresar a las 21.15 salía por 603,82 euros. Se podía abaratar hasta los 550,82, pero saliendo a las 16.00 horas (poco práctico). Si los pasajes eran para el viernes (dos días después) estaban disponibles por 464,82 euros saliendo a las 09.25 (ese día no hay vuelo a las 07.30) o por 346,82 a las 13.00 (con la vuelta en ambos en el de la noche).

Precios altos, aunque se puede justificar con la premura del tiempo. Pues bien, con una semana de antelación, con la misma fórmula de ida y vuelta en el día, la factura sale por 204,82 euros y con un mes, por 168,82 (comprándolos dos meses antes, billetes ya para enero, salen por 131,82).

Fuera de esta fórmula, para los que se organizan con mucha antelación sus viajes, unos billetes para una semana de vacaciones en junio del año próximo con salida el lunes 15 y regreso el domingo 21 se podían adquirir el miércoles por 73,82 euros en total. Si la idea de irse por ahí una semana surge con menos tiempo de reacción –por ejemplo, del 25 de este mes al 1 de diciembre–, se podían comprar por 168,82 euros.

En este contexto conviene también analizar si el estancamiento de la ruta a Madrid puede influir en el récord de pasajeros que persigue el Seve Ballesteros cuando finalice el año. De enero a octubre, por la terminal han pasado ya 998.669 personas.

Superar las 1.117.630 del año 2012 con dos meses aún por contabilizar parece factible. Sin embargo, hace tiempo que no se habla ya del 1.200.000 viajeros como objetivo, algo de lo que sí se hablaba hasta mediado el año. «¿Llegaremos al 1.200.000 del que nos hablaban? No. ¿Superamos el récord del aeropuerto? Sí», concreta Amigos de Parayas. Ellos calculan los asientos disponibles en todas las rutas que operan en el aeropuerto, los niveles de ocupación medios, las cifras del año pasado en el último tramo del año... «Quedaríamos sobre 1.175.000 aproximadamente». ¿Y la incidencia de la conexión con Madrid en conseguir o no el récord? «Pues no es que sea el factor determinante para lograrlo, pero una caída claro que influye».