Salud Pública aísla a otros siete marineros de barcos de Burela y confirma un segundo positivo

La directora general de Salud Pública de Cantabria, Paloma Navas, asegura que se trata de un caso importado del brote existente en Burela, adonde el pescador contagiado viajó recientemente para ver a su familia aprovechando unos días de parón laboral por mala mar. De hecho, el test se le realizó al saber que había mantenido contacto estrecho con una persona confirmada de coronavirus en su localidad de origen. Él y los otros dos tripulantes del 'Mar de Annea' llevan ya desde el viernes confinados en el albergue de Solórzano donde se les ha sometido a las pruebas PCR. Los test han confirmado que hay un segundo contagiado. Ayer, a eso de las dos de la tarde, se sumaron a esta cuarentena en el albergue siete nuevos pescadores:cuatro del barco 'Sapilo' y tres del 'Ledicia', también con base en Burela.

Tras concluir la captura de bonito enfilaron a última hora de la tarde del viernes al puerto de Santoña –el que tenían más próximo–, donde el Gobierno de Cantabria les permitió pasar la noche, pero no poner pie en tierra, al tener constancia de que habían tenido relación con la tripulación donde iba el positivo. Acatando las órdenes pasaron la noche en los barcos y hasta pasada la una de la tarde no acudieron dos ambulancias para llevarles al albergue de Solórzano, donde continúan el confinamiento.

Un traslado que no terminaba de ver con buenos ojos José Romero, patrón del 'Ledicia', porque «no queremos que nos lleven con una persona contagiada cuando todavía no sabemos si estamos infectados». Y es que, aseguraba, desde hace casi una semana no habían estado con la tripulación del 'Mar de Annea' y en estos días «no hemos tenido síntomas de ningún tipo, ni fiebre, ni tos... Estamos perfectos». Su deseo era que les sometieran a las pruebas «cuanto antes y si damos negativo seguir trabajando». Y es que, a primera hora del día, lamentaban que «nos han dejado aquí tirados como apestados y todo es teléfono y burocracia».

A lo largo de la mañana se les autorizó para descargar en la lonja –provistos con guantes y mascarillas– los bonitos almacenados en las bodegas de ambos barcos. «Lo van a dejar ahí hasta el lunes y no sabemos que harán con ese pescado», explicó a pie de cubierta Romero. Tras acabar la operación, volvieron a amarrar los embarcaciones y a la una de la tarde dos ambulancias aparecieron en el puerto para llevarles a Solórzano. Antes de subir a los vehículos se desinfectaron manos, pies y las pertenencias que llevaban consigo.

El equipo de rastreadores también tiene el foco puesto en otros posibles contactos en cinco barcos de Asturias y País Vasco, que tras la faena en Santoña se han dirigido a sus puertos de origen donde las autoridades sanitarias de esas comunidades tomarán las medidas sanitarias oportunas. El rastreo para frenar la expansión del virus también está llevándose a cabo con énfasis dentro de la villa ya que la embarcación 'Mar de Annea' llevaba atracada desde el lunes y sus tripulantes han hecho vida los últimos días en las calles y establecimientos de Santoña. Tras conocer sus movimientos y determinar posibles contactos en su entorno más cercano, Salud Pública ha realizado un total de 23 pruebas PCR y todos los resultados han sido, por el momento, negativos. Además se está haciendo un seguimiento a otros 32 contactos.

El alcalde de Santoña, Sergio Abascal, ha pedido prudencia a la población y que no se cause alarma. «La preocupación se puede sentir en cuanto que hay un riesgo como consecuencia de lo que ha ocurrido, pero estamos convencidos de que la situación está controlada por la rápida actuación que se ha tenido». El regidor señaló que, al parecer, los contactos entre la tripulación del barco afectado y los vecinos han sido «mínimos» y apuntó que se han realizado pruebas en dos establecimientos hosteleros y el resultado ha sido «negativo». Por eso apela a la «tranquilidad absoluta». No obstante, vecinos de la villa marinera, como Teresa Herrerías, hablan de una «preocupación en el pueblo». «Mi hija me dijo ayer que no saliera de casa y que no me acerque al puerto».

Por su parte, el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Miguel Fernández, cree que tampoco hay que dar a lo ocurrido «más importancia de la que tiene». Recordó que en la lonja de Santoña ya existen medidas de prevención frente al covid y que no tienen temor a más contagios porque «no ha habido aproximación». Sin embargo, Iván, patrón de una embarcación cuyo nombre no quiere desvelar, criticó a la Cofradía de Santoña porque según él no informó de la situación. «Sabían desde el lunes que podría haber un caso positivo y se lo han callado. Lo tenían que haber comunicado para que hubiésemos extremado las precauciones. Ahora podemos estar todos contagiados».