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Cantabria ha decidido prorrogar el toque de queda vigente en la comunidad autónoma, que limita la libertad de circulación entre las 22.00 y las 06.00 horas, hasta el próximo 11 de diciembre. La medida acababa mañana y el Gobierno ha decidido ampliarla ... dos semanas más «para mantener la tendencia a la baja de los contagios por covid-19». Así se ha publicado esta misma tarde en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), apenas unas horas después de que el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, alertase de que, a pesar de haber descendido el número de contagios, la situación sigue siendo «de gravedad», con una nivel de alerta 4 y una incidencia acumulada de covid a 14 días «por encima de 400».
Quedan en vigor hasta el próximo día 2 de diciembre las medidas referidas a los confinamientos perimetrales de los municipios y hasta el día 4 el cierre de las zonas interiores de bares y restaurantes, aprobados en el arranque de noviembre. Si estas restricciones se prolongan o no se sabrá en los próximos días. Esta mañana Zuloaga no ha querido adelantar si tras el puente se relajará alguna restricción por el covid, pero sí ha admitido que Salud Pública analiza las medidas que tienen que ver con la movilidad en municipios y la posibilidad de eximir del toque de queda al reparto de comida a domicilio. De cara a Navidad, el vicepresidente ha dicho que la postura de la comunidad autónoma ante el plan sanitario que está elaborando el Gobierno central será «quedarse siempre en el margen para la seguridad» frente al coronavirus.
El informe de Salud Pública en el que se apoya la prolongación del toque de queda publicada esta tarde pone de relieve que Cantabria permanece en estos momentos en situación de «riesgo extremo» y, pese a que la incidencia acumulada a 7 y 14 días ha disminuido en los últimos días, los indicadores sanitarios de ocupación hospitalaria y ocupación UCI han registrado una evolución al alza.
Por este motivo, se propone prorrogar el toque de queda actual «con el objetivo de detener los contagios, evitar el aumento de los mismos, reducir la sobrecarga de la enfermedad y la mortalidad en la población y el colapso sanitario», informa el Gobierno.
Además, el Gobierno regional ha destacado que ha quedado demostrado que el adelanto del inicio del toque de queda a las 22.00 horas «está mostrando eficacia, ya que produce una disminución directa de los encuentros sociales y, por ende, de los contactos estrechos que se podrían producir».
Finalmente, la norma deja abierta la posibilidad de prolongar nuevamente la restricción de movilidad nocturna transcurridos estos 14 días naturales o, por el contrario, «dejarse sin efecto en atención a la evolución epidemiológica». En cualquier caso, Salud Pública apunta que «no es realista esperar que el nivel de alerta pueda disminuir hasta nivel 2 en un plazo inferior al propuesto».
En este mismo sentido, Zuloaga, durante la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, ha vuelto a apelar a la «cautela» y a la «responsabilidad en la toma de decisiones y en la conducta «de todos» y ha pedido que se mantengan las precauciones: distancia social, mascarilla y lavado de manos.
El vicepresidente y portavoz del Gobierno no ha querido avanzar si tras el puente de diciembre se va a relajar alguna medida. «En este momento, como portavoz del Gobierno, no voy a adelantar ninguna nueva decisión planteada por Salud Pública, dado que serán los decretos los que recojan cada una de las circunstancias», ha dicho Zuloaga.
Con todo, sí ha admitido que la Dirección General de Salud Pública está analizando la movilidad entre los municipios, o que el reparto de comida a domicilio quede exento del toque de queda. «Son cuestiones que están en el análisis de Salud Pública y que en su momento serán publicadas, si la situación epidemiológica así lo recomienda», ha manifestado, sin concretar más.
Ha aseverado que «cada vez que ha habido que tomar una decisión», ésta «ha venido precedida de información cierta y concreta de cuándo se va a empezar a aplicar». Y ha insistido en que cualquier decisión que se tome en Cantabria se hará para «mantener la capacidad asistencial de los hospitales» y teniendo en cuenta la evolución de la pandemia.
Zuloaga ha apuntado así que la Dirección General de Salud Pública tiene una dedicación «de siete días a la semana y 24 horas al día» para «analizar la situación en Cantabria y la capacidad asistencial de los hospitales».
«A día de hoy, a pesar de la bajada, la ocupación de la UCI sigue siendo alta, en torno a un 30 %, y es un dato terriblemente complicado que pone al límite a los profesionales del Servicio Cántabro de Salud», ha advertido.
Zuloaga ha añadido que Cantabria ha vivido «un mes de noviembre tremendamente complicado» en cuanto a la evolución de los contagios, ya que se ha pasado «de nivel de alerta 2 a 4 en tan solo diez días». «Tenemos que tener en cuenta que todos podemos pasar por una situación hospitalaria y por una situación de Cuidados Intensivos», ha apuntado, antes de repetir que lo que quiere el Gobierno es «garantizar la salud de los cántabros».
Por ello, la postura de Cantabria en cuanto a las medidas que se tomen «va a ser siempre quedarse en el margen de la seguridad para las personas».
Por delante quedan «semanas duras» y «de muchísima responsabilidad», ha recalcado el vicepresidente, que ha recordado que «hasta que la vacuna sea una realidad» la conducta personal es la clave y debe imperar la prudencia.
La pandemia
Álvaro Machín
Miguel Ángel Alfonso
Virginia Carrasco
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