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Cantabria no logra contener el avance del virus desde hace más de una semana, cuando se convocaron fiestas de graduación y de celebración de la Ebau. Ayer, jueves, la región registró 105 contagios nuevos (15 más que el día anterior) de los que más de la mitad (59) corresponden a residentes en Santander. El miércoles la situación ya fue parecida, con casi el 50% de los positivos concentrados exclusivamente en la capital.
Es una evolución poco halagüeña para la ciudad más grande de la comunidad, ya que acumula una incidencia de coronavirus muy por encima del conjunto, tanto a 14 como a siete días. Mientras en Cantabria la incidencia a dos semanas está en 121 casos por 100.000 habitantes, en la capital la cifra trepa hasta los 202 casos. Tampoco la incidencia a siete días invita al optimismo: en la región ha escalado hasta los 85 casos, pero en la capital está cerca de doblar, ya que llega a los 149 positivos por 100.000 habitantes. En la última semana, Santander ha registrado un total de 259 positivos, que se convierten en 349 si se miran las dos últimas semanas.
Como vienen advirtiendo las autoridades sanitarias, esto podría tener una consecuencia dolorosa: el paso al nivel 3 de riesgo (alto), que conlleva el cierre del interior de bares y restaurantes y la clausura completa de los establecimiento de ocio nocturno. También habría que reducir el aforo de los espectáculos culturales y deportivos. Miguel Rodríguez, consejero de Sanidad, ha señalado en las últimas horas que este incremento está asociado «sin ninguna duda» a la actividad del fin de semana y del ocio de los jóvenes. «Tenemos un montón de brotes relacionados con ese aumento de la interacción social», ha explicado.
La alcaldesa Gema Igual también mostró ayer una enorme preocupación por estos números y reclamó precaución, lo que no significa que no se salga de casa: «Es nefasto que suba la incidencia a las puertas del verano», lamentó. «Se puede salir, se puede estar con los amigos, pero siempre guardando las distancias y extremando las precauciones para que baje la incidencia», pidió tras poner en evidencia que, a primeros de julio llegan a la ciudad muchas personas de otras autonomías para disfrutar de sus vacaciones.
Y es que los datos indican que también la positividad de las pruebas ha crecido, hasta alcanzar el 5,8%, tres décimas porcentuales más que la jornada anterior.
En la última semana se han detectado en la comunidad autónoma 498 casos, que se elevan a 707 si se contabilizan a 14 días, según los últimos datos de Sanidad, que reflejan que el número de fallecidos se mantiene en 576 ya que no se haya producido ningún nuevo deceso en las últimas horas. La cifra de hospitalizados tampoco varía: se mantiene en 19 (como el día precedente), por lo que la ocupación de camas covid está en el 1,5%. De los ingresados, 15 están en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, tres en el de Laredo y dos en Sierrallana de Torrelavega. En el lado de las celebraciones está la de la Unidad de Cuidados Intensivos de Valdecilla, que ayer dio el alta al último paciente que requería de su atención especializada.
La alcaldesa de Santander, Gema Igual, cree que el ocio nocturno de la ciudad debe seguir trabajando pero ha apelado a la responsabilidad de «todos» para que eso sea posible. «Quiero que abran los interiores, y que abran los negocios y también los bares de copas y que quien vaya, tanto los propietarios como los santanderinos o turistas, se comporten», ha señalado.
«Tienen que seguir trabajando pero también tenemos que ser responsables todos: no se puede echar la culpa al dueño de un bar porque abrió de que dentro las personas no utilizaran la mascarilla», ha dicho la regidora al ser cuestionada sobre el aumento de los positivos en Santander y el riesgo que corre la ciudad de pasar a nivel 3 de alerta (alto) y se cierre el interior de los locales otra vez.
Igual ha afirmado este viernes que cerrar el interior de la hostelería sería «malísimo», una «noticia horrorosa», por lo que ha reiterado su llamamiento a «remediarlo». El consejero de Sanidad está preocupado, ha añadido, y ella también porque si «los hoteles están llenos y la gente está ilusionada con venir a la ciudad y que tengamos que tener los interiores cerrados es malísimo».
También ha considerado que «nos han confundido con que te puedes quitar la mascarilla, que ya estamos saliendo... Se han dado informaciones, posiblemente para ocultar otras, que nos han hecho estar de subidón y no podemos estar de subidón: tenemos que estar con mucha responsabilidad», ha subrayado porque «estamos saliendo de la pandemia pero no hemos salido».
Igual ha avanzado que posiblemente no se quitará «siempre» la mascarilla --desde mañana no será obligatoria en exteriores-- porque «hay que ser prudente», no solo para proteger la salud sino la economía. «Ya nos hemos acostumbrado a la mascarilla pero si nos tomamos más confianza, subimos la incidencia», ha advertido.
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