Surfing Santander
LEYENDAS DE AQUÍ ·
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LEYENDAS DE AQUÍ ·
La tabla que le llegó a Jesús Fiochi en el autobús del Racing fue la primera que surfeó en EspañaAntes que nada, que nadie se me enfade. Si hay un personaje imprescindible en la historia del surf en España, ese es el santanderino Jesús Fiochi, verdadero precursor de este deporte no solo en Cantabria ni en el norte, sino en toda España. De hecho, Somo y Loredo son sus cunas, como también se convirtieron poco después en epicentro Mundaka y Zarautz, y como se popularizó después en toda la península. Dicho esto, les voy a contar una historia.
En 1965, Jesús Fiochi (Santander, 1943), un joven nadador con buenas marcas para la época, acababa de descubrir el surf a través de las fotos de las revistas y de un documental en el cine Kostka en el que se mostraba cómo cabalgar olas como las de la costa cántabra, y no solo las monumentales del Pacífico que había visto en las fotografías. Para eso bastaba con una tabla más corta, y entonces se le ocurrió algo.
Aprovechando que sus padres tenían que viajar a Francia les encargó que pasaran por Bayona y le compraran una tabla. Así fue como siguiendo sus indicaciones se hicieron con una tabla roja de 2,8 metros de longitud y 18 kilos de peso. Hasta la marca le dijeron, porque tenía referencias de alguna revista que había llegado a Santander. El precio, al cambio, de unas 5.000 pesetas.
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La tabla llegó a Santander, además, de la manera más curiosa. Como debían seguir el viaje, acordaron con el dueño de la tienda que aprovechando que el Racing jugaba en el Stadium Gal, a escasos metros de la frontera de Bayona, acercara la tabla al estadio para que la llevaran a Santander en el autobús del equipo.
Jesús Fiochi padre había sido unos años antes directivo del Racing, más en concreto en la época de Manolo San Martín, cuando se gestó aquel gran equipo liderado por Alsúa, y conservaba muchas amistades en el club. Entre ellas José Luis Terán, entonces aún directivo, y el eterno utillero Terio Somonte. Él fue quien ayudó a un tal Barland, que es como el periodista Raúl Gómez Samperio consiguió identificar al dueño de la tienda, a colocarla en el autobús. Y así fue como el domingo 21 de marzo, ya por la noche, llegó a Santander la primera tabla de surf de la que se tiene constancia que apareciera en España.
Como detalle, al día siguiente el joven Fiochi hijo, que años más tarde se convertiría en el primer campeón de España se surf con sus dos hermanos escoltándole en el podio, recibió una llamada del Racing. Había llegado su «piragua», según le dijo textualmente quien le llamó de parte del club.
Y me temo que aquí viene cuando me toca ejercer de Grinch. La historia es absolutamente verídica hasta el último detalle. La del pionero, la de la compra en Francia y la curiosidad del Racing, pero aquella tabla roja no fue la primera que se vio en España. Aunque sí, o no existe al menos constancia de lo contrario, la primera que cabalgó un español en sus propias aguas, de modo que la faceta de pionero queda también en este caso intacta.
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Dicho esto, en rigor hubo otra tabla antes, y su historia resulta también de lo más llamativa. Es la de Peter Vietel (Dresde, 1920-Marbella, 2007), guionista y escritor estadounidense, a donde llegó a los ocho años cuando su familia emigró desde su Alemania natal, y que vivió tanto en Estados Unidos como en diversas ciudades de Europa. Conocido por ser el autor de 'Cazador blanco, corazón negro', en 1956 adaptó al cine 'Fiesta' de Ernest Hemingway, y al año siguiente aprovechó la invitación al rodaje de la cita en Pamplona para pasar unas vacaciones en España junto a su mujer, Deborah Kerr. Entre la comitiva también estaba Richard Zanuck, hijo del director, que se había incorporado más tarde. Vietel ya le había dicho las buenas olas que había en Biarritz, de modo que escondió dos tablas en el material enviado para la producción para poder coger olas juntos.
El director, Darryl F. Zanuck, descubrió el pastel y envió a su hijo de vuelta a Estados Unidos, porque no era a eso a lo que le había mandado a España, pero las tablas se quedaron allí y Vietel, que ya había surfeado alguna vez, las llevó como tenía previsto al País Vasco francés. Después las tablas debieron regresar a su país mientras el surf seguía creciendo en Biarritz, que por cierto está en Francia, de modo que la primacía de Fiochi vuelve a quedar fuera de toda duda. En rigor la primera tabla había llegado a España, o al menos que había pasado por ella, lo hizo unos años antes, aunque aquello fuera un episodio puntual. Aun así, Fiochi será siempre el pionero.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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