«Temo la criminalidad fundamentada en el odio»
Valeria de la Fuente ·
Titulada en Criminología, disfruta de una beca en Georgetown (EE UU) donde se especializa en seguridad internacionalSecciones
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Valeria de la Fuente ·
Titulada en Criminología, disfruta de una beca en Georgetown (EE UU) donde se especializa en seguridad internacionalEl interés y la fascinación de Valeria de la Fuente (Santander, 1997) por la criminología la llevaron a esforzarse al máximo y acabar graduada en 2019 como primera de su promoción. Ahora completa sus estudios en la Universidad de Georgetown, gracias a una beca de ... la Fundación 'la Caixa', para especializarse en seguridad internacional, en la colaboración y cooperación en materias de análisis y prevención del terrorismo internacional. Aún con las dificultades del momento -todas las semanas se hace una PCR para poder ir al campus-, siente el mismo entusiasmo que hace años. Su objetivo: trabajar en algún organismo internacional.
-Relacionar a un criminólogo con una serie americana es algo difícil de evitar. ¿Nos saca de nuestro error?
-Es un error muy común. Realmente lo que se ve en las series es solo una pequeña parte de la criminología: las ciencias forenses. Sin embargo, la criminología es interdisciplinar, abarca el derecho, la sociología y la psicología, además de las ciencias forenses. No es sólo perseguir delincuentes; es entender y analizar la delincuencia, las causas y las consecuencias, y las diferentes vías de prevención.
-¿Qué le llevó a querer estudiar Criminología?
-Mi padre es abogado y la rama del derecho penal siempre me llamó la atención, pero no desde la perspectiva legal, sino más bien comprender el por qué de la delincuencia y qué hacer al respecto, más allá de la aplicación de la ley. En su momento, también me planteé estudiar Psicología, que también tenía esa perspectiva de análisis del comportamiento, pero la Criminología encajaba mejor con mis intereses.
-Durante su máster de 2017, en la Missouri Western State University (EE UU), participó en un proyecto de investigación comparativo sobre el Sistema de Justicia de Menores en España y Estados Unidos. Concluyó en 2018, cuando lo presentó en la Sociedad Americana de Criminología. ¿Cuáles fueron sus conclusiones?
-Fue un proyecto que realicé con una compañera. El estudio fue principalmente observacional, visitamos varios centros de menores, el Juzgado de Menores, entrevistamos a jueces, fiscales y trabajadores sociales y les acompañamos en su trabajo para comprender mejor en qué consistía. Pero lo más importante es que el sistema español (basado en el derecho romano) está legalmente más definido que el americano (sistema anglosajón), donde existe mucha discrecionalidad, las sentencias no son fijas, varían en función de la valoración del juez y del posterior comportamiento del menor. Otra diferencia enorme es el hecho de que en Estados Unidos, la edad mínima no está claramente definida. 34 estados no tienen una edad mínima para condenar a un menor, es decir, se puede condenar a un niño de cualquier edad. Además, en función de la gravedad del delito, los menores mayores de 16 años pueden ser condenados a pena de prisión en un centro de adultos, y en doce estados esto es posible desde los 12 años. En España eso es inconcebible. La jurisdicción abarca de los 14 a los 18 años, y en caso de decretarse una medida preventiva de libertad, siempre se cumpliría en un centro de menores. Otra diferencia muy curiosa es que en EE UU, el sistema prioriza la transparencia. Mi compañera de proyecto y yo pudimos visitar cinco centros de menores sin ninguna traba. Sin embargo, en España es más importante la privacidad del menor y nos fue muy complicado conseguir acceso al sistema. Sólo pudimos visitar un centro de menores.
-Ahora está en la Universidad de Georgetown, gracias a una beca de la Fundación para especializarse en seguridad internacional, en la colaboración y cooperación en materias de análisis y prevención del terrorismo internacional. ¿Por qué esta especialidad?
-Desde que empecé la carrera, uno de los delitos que más me interesó fue el terrorismo. Durante los atentados en París en 2015, yo acababa de empezar la carrera y recuerdo que hablamos de ello solo en una de mis clases. A lo largo de la carrera tuve la sensación de que los delitos internacionales pasaban un poco por alto, cediendo esa labor a los expertos en relaciones internacionales, diplomáticos, agencias internacionales, etc., mientras que la criminología se centraba más en la delincuencia tradicional o más 'de calle'. Yo tenía claro que quería centrarme en los delitos internacionales. Mi sueño es trabajar en algún organismo internacional, ya sea la ONU, 'think tanks' (laboratorio de ideas, de investigación) o la Unión Europea, fomentando la cooperación y colaboración entre países.
-El juez Emilio Calatayud (juez de menores) basa sus sentencias en la educación y el trabajo social más que en la privación de libertad. ¿Cree que es una buena forma de evitar criminales del futuro?
-La verdad es que soy una fiel admiradora del juez Calatayud. Para el proyecto que presentamos en la ASC, tuve la ocasión de entrevistarlo y fue una experiencia increíble. La delincuencia de menores es la consecuencia de muchas carencias o problemas internos. El juez Calatayud entiende esto y trata de conectar con cada menor y entender cuáles son sus necesidades. Creo que es la mejor manera de prevenir la delincuencia y de hecho prueba de ello son todos los menores que hoy en día completamente reinsertados le agradecen al juez Calatayud lo que hizo por ellos.
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Mariana Cores
Mariana Cores
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