«Viene gente a Riva para darse el baño en 'la bolera'»
Ainhoa Gómez ·
Refrescándose a media mañana en el río AsónSecciones
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Ainhoa Gómez ·
Refrescándose a media mañana en el río AsónE l lugar era casi un patrimonio secreto de los rivachos. Un rincón de Riva –capital del Valle de Ruesga– al que han bajado a refrescarse generación tras generación los días de calor. Pero ahora ha cogido fama por la zona y este recodo del ... Asón, bautizado como 'la bolera' (río Vaniro) porque al lado hay una, ya no es tan secreto. Tanto, que la roca que corona el idílico tramo de río quedó retratada este año en las camisetas de las fiestas del pueblo.
Lo cuenta Ainhoa Gómez, de 24 años, y que despacha junto a su madre en el bar Hoyo Masayo, el negocio familiar. «Ha cogido fama desde hace unos diez años. Lo ves en las fotos en las redes sociales de grupos de chavales de Laredo y Colindres, que vienen a bañarse aquí». A Ainhoa –que es más de piscina– y a su madre, les llama la atención que vengan «teniendo la playa al lado» porque «el agua está helada». «Riva es conocido por las fiestas de Santiago y Santa Ana y ahora también por 'la bolera'», explica la joven, que, aunque no se mete, también está enamorada de este paisaje de su pueblo. Son, de hecho, las doce, el termómetro pasa de los treinta y Ainhoa se acerca al recodo para refrescarse.
Lo típico es nadar hasta la roca, como hacen los primeros críos en llegar. Ella los observa desde la orilla. «Yo no me atrevo», aclara con los pies metidos en el agua. La peña, al fondo de un tramo cristalino, es un icono para el pueblo y sus alrededores. Por eso, la comisión de fiestas, de la que Ainhoa ha formado parte hasta este verano, decidió incluirla en sus camisetas de 2023. «En días de calor el río se llena».
35,5º Riva de Ruesga
Pero es algo más que un baño. Visitar la zona de la bolera es un imprescindible en los veranos de Ruesga. «Es el punto de encuentro de la juventud, aunque no haya mucha». En estos meses, la plaza del pueblo se traslada aquí para niños y jóvenes. Y también hay ambiente en invierno, porque además de la actividad bolística, hay «un caseto» que la junta vecinal utiliza durante todo el año para celebrar cumpleaños.
Son lugares que forman parte de la pequeña biografía de los pueblos. De la historia de andar por casa. Aquí los más pequeños aprenden a nadar y, cuando son más mayores, es donde quedan y se divierten. Modas que no pasan, que se mantienen generación tras generación. Porque no hay rivacho sin una anécdota con la bolera como escenario.
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