El viento obliga a dar la vuelta al vuelo procedente de Madrid

Por otro lado, el avión de Air Nostrum que cubría la ruta entre Valencia y Bilbao ha tenido que aterrizar en el Seve Ballesteros también por las fuertes rachas de viento. Según fuentes del aeropuerto, los pasajeros serán trasladados hasta Bilbao en autobús.

Ayer también fue un día complicado para los pilotos con destino Santander, donde se registraron a las 11.30 horas rachas de viento de 80 kilómetros por hora. Se tuvieron que desviar dos vuelos de Málaga y Bucarest a Asturias y Zaragoza. Más de 430 pasajeros se vieron afectados por estas incidencias.

Lo malo es que aunque esta tarde amaina el viento, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mañana jueves volverá a soplar con intensidad: «Esta tarde incluso habrá alguna precipitación suave en Cantabria, pero mañana vuelven las rachas fuertes», señala José Luis Arteche, delegado territorial en la región. Lo positivo es que para final de semana, el viernes, vuelve la normalidad y desaparece «casi definitivamente» el viento del Sur.

Los aeropuertos están pensados -y diseñados- para vientos dominantes, que facilitan los despegues y los aterrizajes. Por eso, cuando se da viento cruzado se complica la actividad en los aeródromos. Según Arteche, «en Santander ocurre pocas veces, pero ocurre».

Las rachas de viento han rozado esta noche los 100 kilómetros por hora en Tresviso, el séptimo valor más alto del país, mientras que las olas han superado los diez metros de altura en Santander, en una jornada en la que Cantabria desactiva ya la alerta amarilla por oleaje.

La boya meteorológica 'Augusto González Linares' del Instituto Español de Oceanografía (IEO) registró pasadas las doce de la noche olas de hasta 10,55 metros de altura. Se han superado los nueve metros a las 2.00 y a las 5.00 horas, si bien el último valor, correspondiente a las 8.00 horas, ha descendido ya hasta los 7,5 metros.

Las fuertes rachas de viento no sólo han dado problemas en el aeropuerto de Santander, también han dejado un reguero de incidencias en toda la región. En Cabezón de la Sal, por ejemplo, se ha desprendido parte de la fachada de un edificio ubicado en la avenida Cantabria. Para evitar riesgos, los bomberos del 112 han tenido que retirar a primera hora de la mañana algunas piezas sueltas del revestimiento del piso.

Por su parte, los bomberos de Santander han tenido una decena de salidas desde la tarde de ayer hasta el cambio de guardia, que se produce a las ocho de la mañana. Incendios en vegetación, apertura de puertas urgentes, tejas sueltas en viviendas y una persiana con riesgo de caída.