Un vuelo de la conexión con Madrid vuelve a ser cancelado para usar el avión en otra ruta

Por poner en orden lo sucedido, el vuelo IB8974 que tenía que salir de Barajas hacia Cantabria el domingo por la tarde no lo hizo. Como consecuencia, el IB8975, previsto para viajar desde el Seve a la capital a las 21.40 horas (el último del día), tampoco. «Me llegó un mensaje a las 16.11 horas para avisarme de que el vuelo se cancelaba por causas técnicas». Lo cuenta Álvaro Blasco, abogado que trabaja en Madrid y que visita Santander con mucha frecuencia. El domingo estaba aquí y tuvo que posponer al lunes el viaje de regreso. «A las 17.45 horas ya me habían colocado en el primer vuelo de la mañana. Respecto al personal del aeropuerto no tengo queja. No tenía ningún juicio ni reunión a primera hora, y por eso podía optar por esa opción. De haberlo tenido hubiera tenido que venir como fuera». Justo lo que le tocó hacer a otro grupo de pasajeros: un autobús salió desde el Seve a las 21.45 y les dejó en Madrid a las 04.30 horas. Una paliza. Y en sentido inverso -hay que tener en cuenta todo lo que puede suponer perder un vuelo si uno tiene conexiones con otras rutas, por ejemplo-, a los que se quedaron tirados en Madrid se les ofreció, como primera opción, volar más tarde a Bilbao y trasladarse posteriormente en autobús hasta la capital de Cantabria.

¿Qué explicación dieron desde Air Nostrum? Tras preguntar este periódico, la compañía indicó que «la cancelación de los vuelos Santander-Madrid y Madrid-Santander obedeció a una reprogramación global de la operación aérea de Air Nostrum desde el aeropuerto de Madrid-Barajas motivada por la falta de disponibilidad sobrevenida de dos aviones». «Uno de ellos -prosiguieron en su respuesta- sufrió una avería en el aeropuerto de Oporto y el otro recibió un impacto de pájaro en su aproximación al aeropuerto de Madrid. En ambos casos los aviones quedaron inoperativos durante la tarde del domingo, lo que obligó a la compañía a acometer la citada reprogramación. La falta de estas dos aeronaves fue el motivo por el que la compañía tuvo que afrontar la reestructuración de toda la operativa con la cancelación de algunos vuelos -como fue el caso de la conexión con origen y destino Santander- y la demora de otros». «Lamentamos mucho las molestias causadas a los pasajeros», concluyeron.

O sea, que hubo que reprogramar por falta de aviones disponibles tras dos averías y Santander fue, otra vez, el descarte. Quitaron el de aquí, que acabó volando a Almería a la misma hora.

El asunto tiene trasfondo. Porque, sin ir más lejos, el pasado viernes se canceló también el vuelo de la tarde. Dos cancelaciones en sólo tres días en la misma ruta, la más importante del Seve Ballesteros. Y también porque el uso del avión para otro destino se ha repetido, porque hubo una queja formal del Gobierno...

Desde Iberia -responsable de la ruta que, o bien opera directamente o delega en Air Nostrum- reconocieron en su día esa protesta del Ejecutivo. «Tuvimos dos reuniones en las que nos manifestaron su malestar. Les explicamos que después de aquello no ha habido otra cancelación que no sea por motivos meteorológicos y que fue algo puntual. La sensibilidad con Cantabria de verdad que es muy importante», indicó Víctor Moneo, director de Acuerdos Institucionales de Iberia. Pues otra vez.

Además, en esa misma entrevista con El Diario Montañés, en el contexto de la feria Fitur, se garantizó que la ruta tendría desde abril tres salidas diarias. «Durante toda la temporada de verano de 2022 vamos a ir a 21 frecuencias semanales. De manera sólida. No los sábados dos, los domingos una, los martes cuatro... Tres todos los días». El caso es que, pocas semanas después, este periódico publicó que Iberia reducía a dos vuelos diarios la operativa en 22 jornadas de la campaña veraniega. Ocho en abril, cuatro en mayo, tres en julio, cuatro en agosto y otras tres en septiembre. «Pequeños cambios tácticos que se hacen todos los años», insistieron entonces.

Y todo, teniendo en cuenta que el Seve no ha recuperado el avión que pernoctaba antes de la pandemia. Algo que ha dejado a Cantabria en desventaja respecto a las comunidades vecinas. De hecho, el anuncio de esas tres salidas diarias por parte de Iberia era una forma de compensar el hecho de que, tras los meses más duros del covid, volar a Madrid en el día resultaba, en la práctica, imposible.

El reajuste de salidas y de horarios -si el avión no duerme aquí no sale antes de las 09.20 horas- intentaba posibilitar ese viaje, clave desde el punto de vista laboral y empresarial. Por eso, las cancelaciones y reducciones de frecuencias son especialmente sensibles. «El compromiso de esas tres salidas diarias sigue estando, sólo son momentos puntuales en los que hay dos», confirmaban ayer desde Iberia.

Para acabar, un dato. La ruta perdió en mayo -que fue un mes magnífico en el Seve- unos 6.500 pasajeros con respecto al mismo mes de 2019.