Borrar

No me mires así, rachael

«Cuando vi por primera vez 'Blade Runner', hace ya veinte años, nada en la película me pareció tan desolador como su fragilidad»

Gonzalo Sellers

Santander

Viernes, 6 de octubre 2017, 07:16

'Blade Runner' no son las andanzas de Rick Deckard a la caza de replicantes. No es el último aliento de Roy lamentando esos momentos que se pierden como lágrimas en la lluvia. No es la oscuridad de Los Ángeles ni las luces de neón ... que iluminan la distopía de Ridley Scott. No son las Puertas de Tannhäuser. Tampoco las naves en llamas más allá de Orion. ‘Blade Runner’ es la historia que nunca nos contaron de Rachael. El personaje interpretado por Sean Young, una de las mujeres más inquietantes y melancólicas que recuerdo, sólo comparable a la Laura Palmer de David Lynch y a la Madeleine de 'Vértigo', siempre estuvo ensombrecido por la fuerza de Rutger Hauer, la belleza salvaje de Daryl Hannah y, por supuesto, el encanto distraido de Harrison Ford. Pero cuando pienso en 'Blade Runner' sólo recuerdo la mirada de Rachael en la oscuridad, con esos ojos negros y vacíos– luego entendí que robóticos– pidiendo a gritos una respuesta que el guión siempre le esquivaba, más pendiente de aplacar la gula metafísica y filosófica de otros aprendices de humanos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes No me mires así, rachael