La Vuelta alquila Cantabria por un día
Escaparate. ·
La región sirve de lugar de paseo para los ciclistas en su día de descanso y de escaparate para los aficionados que disfrutaron de la caravanaSecciones
Servicios
Destacamos
Escaparate. ·
La región sirve de lugar de paseo para los ciclistas en su día de descanso y de escaparate para los aficionados que disfrutaron de la caravanaColores rojos y azul piscina saliendo a pedales de Santander por La Marga. Rondaban las 11.00 horas cuando de camino a Muriedas la capital despedía a los corredores del Arkea y a los 'kazajos' del Astana. Cada uno a su aire. Despacito y sin ... prisa. De Torrelavega, por la zona de la Avenida de Bilbao, rodaban el blanco del Ag2r y el amarillo y negro del Jumbo, el equipo del líder, Sepp Kuss, un gregario convertido en líder con todos los méritos. El estadounidense es tan querido por su entrega a los demás que en la capital del Besaya fue ayer tan requerido como sus jefes: Jonas Vingegaard, dos veces ganador del Tour, y Primoz Roglic, tricampeón de la Vuelta y actual ganador del Giro. Casi nada.
Los amarillos salieron por Torrelavega y Renedo de Piélagos. Cerquita, pero camino de la costa pasearon el Lotto y el Total Energies. Echaron el café a orillas de la playa de Comillas después de rodar una horita en un trazado sube y baja que hoy tendrán que superar a mil por hora en plena etapa. Nada que ver con lo de ayer, cuando pudieron disfrutar del paisaje y del paisanaje que a su paso aplaudían. Las dos escuadras estuvieron hospedadas en el Hotel Cueli, en Viveda, un lugar en donde nunca falta espacio ni tiempo para saborear el ciclismo. Su propietario, Faustino Cueli, fue corredor del inolvidable Teka entre 1980 y 1985. En su aparcamiento raro es el fin de semana que no haya coches con bicicletas a cuestas. Tino se desvive porque no le falte de nada a los ciclistas. Quién mejor que él para saber lo que necesitan.
Y en Limpias, camino de Ramales de La Victoria, a paso de tortuga, se pudo ver a Enric Mas y los suyos. El Movistar al completo rodó un par de horas por entre montañas. Algo sencillo. Al atravesar Ampuero se convirtieron en el reclamo del día. Bajaron del Parador de Limpias para darse un garbeo y, de nuevo, se concentraron para abstraerse del jaleo mediático. Algunos equipos prefieren alejarse un poco de la zona de la salida de la etapa al día siguiente -hoy, en Liencres- para buscar así un retazo de tranquilidad. La estrategia en muchos casos es hospedarse sin compartir hotel con otras escuadras. Lo hicieron el Movistar en Limpias, el Bahraim en Comillas y el Groupama en Santillana del Mar.
Que descanse la Vuelta en Cantabria es un espectáculo. Se mire por donde se mire. Alrededor de 2.000 personas hacen mucho ruido y más de 400 vehículos acreditados no pasan inadvertidos. Autobuses que son casas rodantes con colores llamativos en los aparcamientos de los hoteles acompañados de furgonetas y remolques que transportan un material que quita el sueño hasta al más desubicado no dejan de ser un bullicio extra para una autonomía que suspira aún por un final de verano acalorado. «Esto es una pasada», decía un joven en bermudas y con la toalla al hombro en la zona del El Sardinero. Allí, en el Hotel Santemar, estaba ubicada la oficina permanente de la Vuelta. No dejaba de ver entrar y salir a gente recogiendo acreditaciones y permisos. Coches y motos con pegatinas. Turistas de vacaciones y ciclismo en estado puro. Adrenalina.
Noticias Relacionadas
Marcos Menocal
Marco García Vidart
Algunas escuadras se fueron lejos a descansar, como el Alpecin y el DSM. Hoy partirán del Hotel Vejo, uno de los lugares más representativos de Reinosa, camino de la salida de Liencres. Con permiso de los nutricionistas alguno se daría un capricho y probó las pantortillas el día de descanso. Los componentes del Lidl-Trek, que se despertaron viendo la playa de Mogro, en el Hotel Milagros Golf -igual que el Education First-, tuvieron un día diferente. Dieron pedales a primera hora, sin madrugar mucho, y luego se fueron a uno de los centros de la firma de la cadena de supermercados que les patrocina, para más señas el de La Albericia, para ser recibidos por sus empleados. Aplausos entre compañeros. Los corredores, entre los que se encuentra el carismático Juanpe, ayudaron a repartir fruta fresca entre los clientes que en ese momento hacían la compra.
Y es que un día de descanso de una maquinaria como la de la Vuelta da para mucho. Todo es grande. Muy grande. La organización eligió Santander. Más de noventa personas montaron su casa en el Hotel Palacio del Mar, junto al campo de El Sardinero. Una parada rápida, porque al igual que los nómadas los miembros de este engranaje cambian de alquiler varias veces cada día; lo mismo que ayer se armó en la capital está esperándoles hoy en La Hermida (la oficina permanente). Y así... 23 días. Todo seguido como el pasodoble.
Los ciclistas tienen amigos en cada ciudad. Algunos coinciden con sus familiares. Casi siempre hay un día para reconfortarse con una visita. Pero hay otros, como los ángeles de la guarda de la carrera, la Guardia Civil, que tienen compañeros a los que saludar cada jornada y en cada puerto. Allí donde van. Ayer, la Comandancia de Campogiro acogió para compartir anécdotas a los motoristas que abren carrera cada jornada. Guardó el furgón donde portan parte de su material y los agentes ayudaron a repostar el helicóptero que acompaña desde el aire a la ronda.
El ciclismo está hecho para verlo. Dar pedales cuesta un por más. Eso sí, cuanto más cerca, mejor. Por eso hoy hay varios lugares que estarán cotizados. La salida desde Liencres, en la misma playa es algo incomprable. Allí se mezclan los ciudadanos de a pie con los héroes de cuerpos delgados. Los pasos por Santillana del Mar y los altos al cruzar Vispieres y Comillas son otros de los lugares que no se pueden perder los que deseen buscar una panorámica perfecta de fondo. Así como esa serpentante carretera que va por Novales, Cóbreces y que desemboca en San Vicente. Una vez cruzado Unquera, las montañas previas a Picos de Europa envolverán al aficionado en otro mundo. Siempre buscando vías alternativas y con los ciclistas a 40 kilómetros por hora. No olviden probar el queso de Bejes. Los corredores también. Esta fiesta hay que celebrarla a lo grande.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.