Cabreo de madrugada

Son las tres y diez de la madrugada. Hace diez minutos que ha sonado el despertador y aquí estoy esperando el inicio del combate de Sergio 'El Niño' García. Ahora mismo, sobre el ring, da comienzo otra pelea. Hay que esperar un rato. Siendo un ... chaval, cuando el deporte era mucho más que una pasión, hice algo parecido: madrugar para ver una competición deportiva. Por aquel entonces, la selección española de baloncesto de Epi, Fernando Martín, Romay, Iturriaga y compañía disputaba la final de los Juegos Olímpicos de los Ángeles contra Estados Unidos, con un tal Michael Jordan entre sus figuras. Esa noche del 10 de agosto de 1984 me levanté para ver la final, que España perdió. La derrota se daba por hecha y así fue, pero esa medalla de plata fue histórica. Perdimos, pero miles de españoles volvieron a sus camas satisfechos porque sabían que habían presenciado algo inolvidable. Hoy la gloria pasa por vencer a una torreta de casi dos metros. También es americano, pero no es Michael Jordan, se llama Sebastian Fundora. No son los Juegos Olímpicos, es una eliminatoria mundialista, también en Los Ángeles. No es baloncesto, es boxeo. 03.50 horas. Termina el combate previo. Esto empieza.

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Solo conozco a una persona que ahora mismo no está nerviosa: Sergio García. 04.05 horas. Ya está encima del ring. Doce asaltos por delante. Ha venido a ganar y asumir riesgos y eso se nota en el primer round. Segundo y tercer asalto. El de Torrelavega va a la guerra, pero enfrente hay un boxeador complicado. Cuarto asalto. El Niño lo está dando todo. Sergio está cortado. Quinto, sexto y séptimo. La máquina sigue a la suyo, a trabajar, y el rostro de Fundora ya lo nota. Octavo. Hemorragia nasal del americano que tratan de frenar en su esquina. Noveno. Sergio acaba contento y lo celebra, no es para menos. Décimo. Pero qué ritmo le mete el cántabro. Undécimo. Fundora no está tan cansado como parecía. Último asalto. Los dos quieren ganar. ¡Combatazo de El Niño en territorio enemigo! Miedo me dan ahora los jueces. 05.00 horas. Decepción. Dan ganador a Fundora. Qué puntuaciones más vergonzosas. Sergio García se ha dejado el alma. En 1984, perdimos y me marché contento a la cama. Hoy me voy cabreado. Sergio ha demostrado lo que tiene, pero los jueces lo han menospreciado. Toca levantarse.