Ania: «No tengo la sensación de jugarme el puesto»

Iván Ania lo tiene claro. O si no lo tiene, al menos lo verbaliza. No cree que se juegue el puesto. Y todo pese a que el Racing solo ha ganado un partido de catorce y ocupa el penúltimo puesto. Pero es consciente de que destituirle no es sencillo, dado el tope salarial en el que influiría. Y que tiene los puestos de permanencia a tiro. Y que la masa social no solo mira hacia su gestión, sino también la de Chuti Molina a la hora de diseñar el equipo. Y que, salvo sorpresa mayúscula, los Campos de Sport no le abroncarán mañana. Antes del partido. Otro asunto será lo que pueda ocurrir al final si el Racing no gana mañana, domingo, a la Ponferradina en un partido que arrancará a las 18.00 horas.

El caso es que en entrenador decía este viernes sentirse arropado no ya solo por los aficionados, sino por el club, que de acuerdo a sus palabra le ha transmitido confianza. Y un hecho afianza su reflexión: pese al empate contra el sorprendente colista –el Deportivo– en casa y la derrota frente al Alcorcón ha mantenido el puesto y se ha tratado de mostrar normalidad desde las oficinas de los Campos de Sport. De hecho, no ha trascendido ningún gabinete de crisis, por mucho que las dudas de Molina sean ya evidentes.

«Tenemos relación directa todos los días y desde el club se me trasmite confianza –explicaba Iván Ania en la sala de prensa de los Campos de Sport–. Me dicen que esté tranquilo, que, como quien dice, no cometa locuras. Las soluciones no pasan por cambiar de pronto a todos los jugadores o modificar todo el sistema».

Y en esta misma línea el entrenador del Racing, que en cualquier caso vivirá un plebiscito en los Campos de Sport, trata de transmitir la misma normalidad que sus jefes: «En estos momentos lo que hay que hacer es estar tranquilo y tomar las decisiones con la cabeza. Muchas veces el corazón te hace querer hacer cosas que luego a posteriori dices: 'Si las hubiera tomado con la cabeza habría sido más coherentes'. Las decisiones hay que tomarlas con la cabeza y desde la tranquilidad; no desde el nerviosismo ni desde la ansiedad».