Décadas de abandono y años de lentas intervenciones de urgencia

Además, muchos problemas eran estructurales y, por lo tanto, responsabilidad de la arrendadora. Incluso los bomberos municipales alertaron del riesgo que los desprendimientos de la fachada y las costillas de hormigón suponían para la seguridad ciudadana y apremiaron al propietario a repararlas. La respuesta del Gabinete de Íñigo de la Serna, entonces alcalde, fue que lo hiciera el Racing, pese a su condición de arrendatario. Fueron sus propios servicios jurídicos los que le obligaron a actuar.

Así comenzaron las actuaciones, y con la llegada de Gema Igual a la alcaldía el tono cambió, tanto con el anterior presidente, Manuel Higuera, como con el actual, Alfredo Pérez. El problema, que las actuaciones necesarias eran ya muchas y que Intervención no daba luz verde al nuevo convenio de uso. Se llevaron a cabo las actuaciones de urgencia, como la reparación de la fachada, de las costillas de hormigón y los techos, que sin embargo siguen presentado goteras, pero no fue hasta la aprobación del nuevo convenio, con una duración de cuatro años, cuando se ha reimpulsado la reparación.

De hecho, la Federación Cántabra confiaba en que las reparaciones de urgencia estuvieran listas para el partido, pero no ha sido así. Los trámites de licitación son estrictos y pese a la hoja de ruta inicial se ha terminado el curso sin terminar el graderío. «Está prevista la sustitución de los asientos próximamente, en cuanto se conozca el diseño que el Racing tiene previsto presentar», añade el Ayuntamiento.

Sí que se han llevado a cabo otras actuaciones. Además de las citadas reparaciones de fachada, tejado y costillas, se urbanizó el exterior del estadio -en este caso no influía ningún convenio, al ser terreno de uso público- para, entre otros objetivos, salvar los escalones que en los accesos había provocado el asentamiento del edificio. Y la última actuación ha ido la sustitución del sistema de iluminación, para lo que se invirtieron 915.000 euros procedentes de los excedentes del IMD.

Ahora restan la sustitución de los asientos y de los servicios. Todo a expensas de un proyecto de reforma que el club verdiblanco anunció para el mes de abril y sigue sin presentarse. El balance de la nueva inversión lo ha hecho la propia Casona. «Todo este primer bloque se podrá hacer frente como consecuencia de la aportación de 2,5 millones del Ayuntamiento de Santander y otros dos del Racing, compromiso que fue adquirido y que reza en el convenio que durará los próximos cuatro años».

Estas actuaciones están ejecutadas, en licitación o proyectadas, pero lo que resta ahora es la financiación para la remodelación integral... y el proyecto en sí. Que además es solo un proyecto estético y deberá enviarse después a un estudio de arquitectura.