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Con la flecha hacia arriba. Así ha llegado el Racing a la frontera del primer cuarto de Liga en Segunda División. En un buen momento y fuera de los puestos de descenso, que al final es el objetivo a mantener cuando en mayo salga a ... ondear la bandera a cuadros. Y eso con el lastre de las cuatro primeras jornadas, saldadas con otras tantas derrotas. Se puede decir que el balance es positivo, pero al equipo de Guillermo Fernández Romo le hace falta afianzar sus fortalezas y minimizar sus debilidades.
Con quince puntos, el conjunto cántabro ha superado la jornada 14 del campeonato con quince puntos, dos puntos de renta sobre los puestos del abismo que marca el Oviedo. Vale que son hipótesis, pero con esa media de 1,07 puntos por partido que el Racing tiene a día de hoy, finalizaría la competición con 45 puntos. Una cifra que puede dar la permanencia, como se la dio el curso pasado al Málaga. Incluso con 44 le hubiese servido. Pero la Segunda División, con sus 22 equipos y 42 jornadas, es más larga que un verano sin Racing y otras temporadas hicieron falta 47, como en la 2020-21. Oincluso 51, como en la 2019-20. Casi nada.
El punto de inflexión marcado por los de Romo tras ganar (0-2) en El Molinón al Sporting fue tan abrupto que lleva al racinguismo a soltar lastre y la memoria y quedarse con la nueva cara de su equipo. Y es que en los últimos diez encuentros –de los que sólo ha perdido uno, el del Eibar–, el Racing ha elevado su media de puntaje al 1,5 por partido. La mitad del botín de cada semana. Al ritmo actual –otra hipótesis–, los verdiblancos tendrían una proyección de 57 puntos. Salvación asegurada.
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Y eso en un equipo que además tiene, a simple vista, margen de mejora. Porque las decisiones arbitrales le han restado puntos de forma injusta y prácticamente objetivo, como ante el Oviedo o más recientemente frente al Alavés. Ahí ya irían tres puntucos bien ricos que se fueron por el sumidero. Es pasado, hay mirar hacia delante.
Pero tampoco se puede olvidar que el Racing lleva cuatro semanas sin delanteros –además de otra amplia serie de ausencias por lesiones y sanciones–. Eso permite pensar que Romo y los suyos han tenido un importante lastre en el que es el gran debe de los verdiblancos: su rendimiento en el área rival. Son siete tantos anotados en catorce jornadas. A 0,5 por encuentro. Oun partido sí y otro no. Eso limita enormemente las posibilidades de victoria. De sumar los puntos de tres en tres. Así, el conjunto cántabro tiene un balance de sólo tres triunfos –Sporting, Zaragoza y Levante–, seis empates –Málaga, Alavés, Las Palmas, Huesca, Leganés y Ponferradina– y cinco derrotas –Villarreal B, Granada, Oviedo, Tenerife y Eibar–. Como para no esperar con ansia la vuelta de los delanteros lesionados, aunque su participación antes de pasar por la enfermería tampoco ha sido una exhibición goleadora. De hecho, el máximo anotador verdiblanco sigue siendo 'en propia puerta', con dos dianas. Y luego le han anulado cuatro. Uno, con acierto y otro ajustado a una norma absurda. Los otros dos –el de Matheus Aiás en Eibar y el de Satrústegui frente al Alavés–... Cuanto menos interpretables.
El entrenador del Alavés, Luis García Plaza, hizo este jueves un inciso en su rueda de prensa semanal: «No me gusta que se hable de robo en Santander. Cuando las cosas no van a nuestro favor, nosotros no nos quejamos. Ahora se han anulado dos goles en contra nuestra pero contra el Cartagena o el Albacete, el Alavés ha tenido la boca calladita. Si llevamos 27 puntos es por el esfuerzo del equipo, no me gusta lo que se ha comentado... que si robo y que tal. Las reglas son las reglas y son para todos. Aquí no hay ni un lloro ni una queja. No entiendo todo lo que se ha montado».
Como el fútbol se gana en las áreas, el Racing de Guillermo Fernández Romo tiene la mitad del trabajo avanzado. Porque ante su propia portería, tras superar esos cuatro primeros encuentros de terror, está completando una exhibición defensiva. En las últimas diez jornadas, apenas ha encajado cuatro tantos. Sólo le supera el Burgos, con tres. Y la mitad de los encuentros, con la portería a cero. Además, pese a haber disputado 87 minutos –más el tiempo añadido– en inferioridad numérica por expulsiones.
La sensación es que el Racing merece llevar más puntos de los que tiene. Algo que en los últimos pasos del equipo cántabro por Segunda División no se sentía. Ni siquiera en aquel tramo de la 2019-20, con Iván Ania en el banquillo, cuando los verdiblancos se dejaron un montón de plumas en los últimos minutos de los encuentros. Aquel equipo tenía una buena actitud, pero saltaba a la vista que era inferior a los demás y la mayoría de los goles encajados en la 'zona Cesarini' –más allá del minuto 85. Este Racing está hecho de otra pasta y compite con cualquiera de la categoría.
Precisamente, Ania y los suyos llegaron a este primer cuarto de la competición con apenas once puntos y en la penúltima posición de la tabla. A tres de la permanencia. En una campaña en que la salvación fue carísima –los citados 51 puntos– el Racing se arrastró hasta terminar como colista, con apenas 33 unidades.
En la 2014-15, con Paco Fernández en el banquillo, el equipo verdiblanco completó un primer tramo del campeonato ligeramente mejor que el actual. Era decimocuarto, con 16 puntos, y también con dos de ventaja sobre los puestos de descenso. Sin embargo, al final del curso se fue al hoyo.
Igual que en la 2014-15, en la que el Racing superó la jornada 14 inmerso en los puestos de peligro. Y con uno de los presupuestos más importantes de la categoría, pero en plena descomposición institucional. Era decimonoveno –aunque al término del curso el que ocupó ese puesto se salvó por el descenso administrativo del Guadalajara–. Tenía 14 puntos, a uno de la permanencia, y por comparar, con nueve tantos a favor y trece en contra. Aunque en las jornada siguiente le iban a caer cuatro en el Mini Estadi.
De ahí la importancia de afianzar los aspectos positivos de los que puede presumir el Racing de Guillermo Fernández Romo a día de hoy y mejorar en aquellos aspectos en los que anda un poco más atragantado. Habrá que confiar en los procesos del entrenador verdiblanco.
15puntos en 14 jornadas
El Racing ocupa la decimosexta plaza de la clasificación gracias a los 15 puntos que ha cosechado en las catorce primeras jornadas. Una cifra que le mantiene con dos puntos de renta sobre los puestos de descenso, que a día de hoy marca el Oviedo. Precisamente, un rival que logró el triunfo en los Campos de Sport en esas cuatro primeras jornadas, selladas con otras tantas derrotas, que han lastrado al equipo verdiblanco en este primer tramo del campeonato. El balance racinguista es de sólo tres victorias, seis empates y cinco encuentros perdidos. Pero acumula siete seguidos sin caer.
7goles a favor
El área contraria es la zona roja para el Racing. Apenas lleva siete tantos en los 14 encuentros disputados. Uno cada dos partidos, lo que limita enormemente su capacidad para sumar de tres en tres puntos. En esta faceta se ha visto bastante condicionado por las lesiones que le han dejado sin especialistas para la posición en las últimas cuatro semanas. Además, su producción ofensiva se ha visto marcada por los cuatro tantos que le han sido anulados. Esta semana vuelve Matheus Aiás, uno de los mayores rematadores de la competición, con lo que el Racing espera recuperar algo de pólvora.
45puntos de proyección
El Racing lleva un ritmo de puntaje de 1,07 por partido, lo que, multiplicado por los 42 encuentros de la competición le llevaría a sumar 45. Evidentemente es una hipótesis, porque cada temporada en Segunda División, un campeonato tan largo, es una historia diferente. Como ejemplo, el pasado curso, 44 puntos habrían sido suficiente para lograr la permanencia. Una cifra que el anterior se elevó hasta los 47. Y en la 2019-20, en la que el Racing descendió por deméritos propios con apenas 33 unidades, la salvación se cifró en unos exigentes y caros 51 puntos. Quedan 28 jornadas y aún puede pasar de todo de aquí al mes de mayo.
57puntos al ritmo actual
El racinguismo prefiere olvidar las cuatro primeras jornadas y quedarse con el rendimiento de su equipo en estas diez últimas jornadas, en las que lleva un ritmo de puntuación de 1,5 por encuentro. Eso, extrapolado a los 28 encuentros que restan por disputarse, llevaría a los verdiblancos a cerrar la competición con 57 puntos. Una cifra que aseguraría la salvación en Segunda División para los de Guillermo Fernández Romo. Claro, eso sería un escenario ideal, ya que seguramente el equipo cántabro pasará por algún momento de debilidad durante los meses que aún restan de campeonato. Pero está bien pensar en positivo.
10goles encajados
Es verdad que al Racing le cuesta un montón ganar sus partidos. Pero más complicado es aún para sus rivales derrotarle, tal y como ha quedado demostrado en las últimas diez jornadas de competición. Los de Romo recibieron siete tantos en las cuatro primeras jornadas y sólo cuatro en las diez siguientes. Un cambio sustancial y vital. Sólo el Burgos, con tres tantos, ha encajado menos en estas diez fechas más recientes. En el cómputo global, el Racing es el cuarto equipo menos goleado, por detrás de Burgos (3), Las Palmas (7) y Levante (9) y empatado con Huesca y Albacete. Además, en siete encuentros ha dejado su puerta a cero.
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