El Foco

Jon Karrikaburu

Cuando más falta hacía

Minuto 32. Aldasoro controla el balón en el centro del campo. Levanta la cabeza y busca un movimiento que este Racing se sabe ya de memoria: la vertical en busca del desborde o la espalda de la defensa. Optó por la primera, a la posición de Jon Karrikaburu, que bien posicionado y con un control magistral prepara el recorte a David Castro, mantiene la distancia con Jesús Ruiz y pica el balón ante la adivinada salida del portero para hacer la cuchara y batirle de vaselina. Magistral.

Al fin el navarro se estrenaba en Liga. Ya había visto puerta en Copa y había marcado tres veces en el torneo de la regularidad, pero siempre en fuera de juego, propio o tras marcar en segunda jugada. Era el segundo del Racing y podía haber sido el tercero, porque un cuarto de hora antes había forzado un penalti en otro desplazamiento de esos 'nueves' que tienen siempre muy claro dónde está la portería y cuál es el movimiento correcto. Su víctima había sido entonces un exverdiblanco, Moi Delgado, damnificado de otra circulación que ya es marca de la casa del Racing y de Juan Carlos Arana: centro vertical como el de Aldasoro, pero esta vez de Andrés Martín y, entonces sí, a la espalda de la zaga ferrolana. El derribo fue casi sobre la línea del área, pero claro. Aunque Andrés erró después en la ejecución, Karrikaburu ya armaba su candidatura al MVP del partido.

Ya lo había advertido JAL. Karrikaburu y Arana son dos delanteros de características diferentes, pero el estilo del Racing ni depende de un futbolista ni se negocia. Se lo había dejado claro al navarro, al igual que su absoluta confianza en un momento en el que le tocaba coger galones y el navarro captó el mensaje. Más territorial que el dinámico Arana, tampoco puede transformarse en otro, pero demostró saber adaptarse a la perfección a la puesta en escena verdiblanca clásica.

Salió el de Elizondo. Activo, que no ansioso. Tanto como para dejarse ver en un arranque en el que no le beneficiaba la poca posesión cántabra. A los cinco minutos señalaba con la mano su bota. Pedía el balón a Pablo Rodríguez en el área grande en la jugada en la que el canario disparó al poste. Se adaptaba al escenario mientras que con el gol de Andrés en el trece el Racing impuso su fútbol.

Con ventaja en el marcador se vio al Karri más lúcido. Cómodo en el campo, decisivo en la victoria e incluso asistente, como en el balón que regaló en el 41 a Pablo Rodríguez en una jugada en la que se pidió penalti. Spoiler: no lo era. Atento también al remate, aunque en ocasiones la asistencia no fuera buena. Colaborativo cuando más achuchaba el otro Racing para transmutarse en esa otra función, entonces muy necesaria, de recibir el balón de espaldas, marcar territorio y armar el ataque en las transiciones. Con aplomo, como comprobó Naldo cuando se estrelló contra un muro (y contra el codo del navarro, de forma completamente fortuita) cuando trataba de frustrar una de esas recepciones. Buscando el disparo desde lejos, como el que blocó otro exverdiblanco, Buñuel, nada más arrancar la segunda parte. Paseando por la frontal, armar la zurda, obligar a intervenir a Ruiz y demostrar que será diestro, pero que tampoco era buena idea ofrecerle la siniestra libre.

Tuvo todavía tiempo de exhibir un control de espuela en un centro a media altura antes de que en el minuto 80 Ekain le diera el relevo. Salió del campo Jon Karrikaburu con gesto relajado, casi hierático, con tranquilidad mientras saludaba a sus compañeros del trabajo bien hecho. Consciente, además, de que su MVP llega en el mejor momento. Para él y para su equipo, justo cuando aún no se conoce el tiempo que su esguince de rodilla mantendrá a Arana inactivo. Probablemente José Alberto López repita contra el Burgos en los Campos de Sport el mismo discurso: «Van a jugar Karrikaburu y diez más».

Si había ansiedad, ni lo dice ni se dejó ver en su cara ni en su actuación. Jon Karrikaburu era tras el partido, en la zona mixta, el hombre tranquilo. Tanto como había compartido la euforia y celebración pocos minutos antes en el vestuario visitante de A Malata, que era una fiesta. Atrás quedan la racha sin marcar en Liga y los tres tantos anulados por fuera de juego. A falta de un 'nueve' (Arana), hay otro (Karrikaburu).

«Desde el cuerpo técnico me han transmitido mucha tranquilidad, que esos goles habían sido en fuera de juego por centímetros, y gracias a su apoyo y al de mis compañeros lo he llevado diría que bien. Ha habido partidos en que me ha fastidiado, es normal, pero lo he llevado con tranquilidad», explicaba tras una actuación en la que no solo marcó, sino que resultó determinante en la victoria.

Tenía palabras para dos de sus compañeros. Por una parte, para Aldasoro: «El pase de Aritz es buenísimo, yo controlo bien, me quedo mano a mano contra el portero y cuando veo que me sale tomo la que creo que es la mejor decisión, que es levantar la pelota». Por otra, para Arana, el delantero de referencia al que le tocaba sustituir. «Juanca estaba increíble, haciendo unos partidazos, y yo intentando aprovechar los minutos que me daba el míster. Ha sido una faena para él y nosotros, los demás delanteros, lo que tenemos que hacer es aprovechar los minutos para seguir sumando».

El navarro no escapa al clima de alegría que vive el equipo, que se dejó ver –y oír– en Ferrol. «Estamos en un momento increíble, con la gente enchufadísima y todo el racinguismo a tope. El equipo y la afición vamos todos a una y estamos con ganas de más».

Todo después de un partido «muy competido, con muchos duelos y acciones cortas» del que el delantero centro se marcha «muy orgulloso». Tanto «del trabajo del equipo» como «de los tres puntos».

📲 Sigue el canal de El Diario Montañés en WhatsApp para no perderte las noticias más destacadas.