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El malestar provocado después de que los Campos de Sport no pasaran el corte de la UEFA para albergar el partido internacional frente a Chipre previsto para el 8 de septiembre ha provocado un cisma entre instituciones. Si el miércoles al Ayuntamiento de Santander afeó ... la «osadía» de la Federación Cántabra por ofrecer los Campos de Sport sin contar con su propietario (se trata de un estadio municipal), la contestación del presidente de la territorial, José Ángel Peláez, ha sido contundente: se informó de todos y cada uno de los pasos tanto a la Casona como al propio club.
José Ángel Peláez
Presidente de la Federación Cántabra de Fútbol
Además, recuerda que la licencia federativa que permite a los clubes participar en competiciones oficiales, independientemente de que estén organizadas por terceros como LaLiga, incluye la obligación de ceder su estadio a la Federación Española siempre que así lo demande, independientemente de que sean propietarios o arrendatarios de las instalaciones. En otras palabras: que la Federación lo comunicó por deferencia y para mantener una buena relación, pero que en cualquier caso no está obligada a ello. Mientras, el Racing ha optado por ponerse de perfil, tratando de mantenerse al margen. Quiere huir de la polémica y, sobre todo, evitar que le salpique, aunque las críticas también han arreciado ya contra el club.
¿Cómo se pueden conjugar estas dos versiones contradictorias entre sí? Visto el problema de imagen generado –además de los ingresos que no llegarán y las mejoras en el estadio que se perderán–, cada una de las partes ofrece una versión que le exima de responsabilidad. Basada en los mismos hechos, pero con diferentes interpretaciones y, sobre todo, poniendo énfasis en diferentes aspectos.
«Nunca hemos osado a solicitar algo sin pedir permiso porque entre otras cosas el Racing cumple con los requisitos establecidos en el Reglamento General de la RFEF en su artículo 227 y siguientes, como no puede ser de otra manera», señala Peláez para referirse a la obligación de ceder el estadio.
El 8 de febrero se anunció la solicitud de un partido internacional de la Roja a la Federación Cántabra con motivo de su centenario. Se hizo en el Gobierno de Cantabria tras una reunión entre Miguel Ángel Revilla y Peláez a la que no asistió la alcaldesa de Santander, Gema Igual, aunque el Ayuntamiento es el propietario del estadio (tampoco el Racing) y de las reformas de urgencia. Surgió aquí el primer desencuentro, si bien no el que ha provocado la pérdida del compromiso internacional.
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Peláez argumenta para aquella presentación que «el Gobierno de Cantabria es quien dota de cobertura de seguridad y demás cuestiones en este tipo de eventos». Pero añade algo más: «Anteriormente a esta reunión yo se lo comunicó personalmente al Ayuntamiento de Santander a través de su concejal de Deportes –Felipe Pérez Manso– que es quien lleva las competencias de deportes, y al Racing, y que será anunciado por el Gobierno de Cantabria». En aquel momento, la territorial ya daba por hecho que se le iba a conceder la sede.
Estrictamente, esta sucesión de los hechos no choca con la ofrecida el miércoles por el Ayuntamiento de Santander, porque no hubo una reunión oficial agendada y la solicitud del partido, ejerciendo su derecho, se hizo sin pedir permiso a las partes. entre otros motivos, insiste Peláez, porque no existe la obligación. Pero de acuerdo con el relato del presidente territorial la Casona estaba informada.
Así lo reconoce el propio Ayuntamiento: «Nos enteramos de la noticia por los medios de comunicación». Además, Peláez no se dirigió en aquel momento a Igual, sino a su concejal de Deportes, perteneciente a Ciudadanos, con quien el Partido Popular gobernaba en aquel momento en coalición. «Miguel Ángel Revilla nos cita a una representación de la RFEF a su despacho para anunciar la petición y así se hizo», añade.
«No ponemos en duda lo expresado por Gema Igual, ya que desconozco si desde su Concejalía le estaban dando traslado de todas las gestiones, pero es evidente que estaba comunicado y era público y notorio», argumenta el presidente de la FCF, y alude directamente a dos episodios: «El 16 de febrero la alcaldesa de Santander y el presidente del Racing ofrecen una rueda de prensa en la que se habla de los compromisos adquiridos y firmados para el inicio de la próxima temporada y del partido de España-Chipre. Es decir, era conocido».
Posteriormente, el 25 de marzo se concede oficialmente a Cantabria la sede del encuentro, clasificatorio para la Eurocopa 2024 y para el que la FCF había elegido los Campos de Sport el único campo apto por aforo, entre otros motivos. «Dicha concesión se comunica oportunamente al Concejal de deportes del Ayuntamiento de Santander y al Racing, y se les cita para la gala de presentación de actos del centenario en el Palacio de Exposiciones el día 17 de abril. En esa gala se anuncia de forma oficial el partido oficial contra Chipre delante de todas las autoridades, entre ellas Miguel Ángel Revilla, Gema Igual y Pablo Zuloaga». «En este acto estaban absolutamente todas las partes.», añade.
Posteriormente la Federación anunció al Racing la inspección de la UEFA: «Se anuncia su visita a través de un correo electrónico de la RFEF al Racing para los días 22, 23 y 24 de mayo –telemática el primer día– y el club remitió toda la documentación necesaria».
El relato de los hechos continúa así, siempre en palabras de Peláez: «En esta visita están presentes varios responsables del Racing, UEFA, RFEF y FCF. Me consta que el Ayuntamiento estaba avisado a través de su Concejalía de Deportes. Durante estos días de trabajo inspeccionaron todos los aspectos necesarios para obtener la categoría 4. Varios días después se recibe el informe de los miembros de la UEFA donde ponen de manifiesto las necesidades de mejora en las instalaciones para poder obtener la calificación 4 y poder ser autorizado el partido en El Sardinero. Esto fue el día 7 de junio. Se comunica a todas las partes, y yo personalmente se lo mando a Gema Igual para su conocimiento. Ella me comenta que no tenía ninguna idea de la visita de la UEFA y que se entera por mi en ese momento. Desde ese momento he comunicado yo personalmente con ella este tema».
De nuevo en este caso las versiones no chocan, porque el ayuntamiento no niega en ningún momento esas conversaciones de junio, pero ambas partes ponen énfasis en diferentes aspectos y la interpretación sí es extremadamente distinta. «Me pidió remitirle la documentación al correo de Secretaria de Alcaldía, como hice el 9 de junio con las diferentes acciones que teníamos que acometer para conseguir la categoría 4 que permitiese la disputa del encuentro», añade Peláez. Acto seguido, se solicitó una nueva visita: «Así di traslado al Ayuntamiento, quedando para el siguiente miércoles, día 14, pero por causas que desconozco solo estuvieron el Racing y los miembros de la RFEF».
Aquí es donde surge el principal escollo: la dificultad –o imposibilidad– de llevar a cabo las mejoras a tiempo por los plazos administrativos. Las permanentes demoras en el arreglo del campo, cuya mala situación es evidente desde hace al menos una década, tenían estas consecuencias. «Una vez recibida la valoración volví a hablar con Gema Igual sobre la misma y una posible solución, que era utilizar la licitación sobre el cambio de los asientos para ver la posibilidad de iniciar el proceso en una pequeña zona del campo para reutilizar sin coste los quitados en aquellos lugares que estuviesen muy defectuosos o que no existiesen directamente. Me explicó que esto era muy complicado porque entendía que la ley no lo permite y en consecuencia de ello y al ser imposible cumplir con los requisitos de la UEFA en nuestro estadio».
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