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Manolo Higuera ya trabaja en su desembarco en el Racing. No será presidente hasta que la operación se eleve a público y reciba al visto bueno del Consejo Superior de Deportes, dos trámites que no revisten más dificultad que la burocrática, pero necesarios para que ... entre en vigor el contrato de compraventa. A lo largo de estos días se reunirá con el director deportivo, Mikel Martija, y con el entrenador del primer equipo, José Alberto López. Se conocen, pero no han hablado durante el proceso de compraventa ni pudieron hacerlo ayer, dado que la operación se cerró a las seis y media de la tarde.
El Racing vive así unas semanas de transición en las que Alfredo Pérez sigue siendo formalmente presidente, pero ya en la práctica fuera del club. De hecho, ayer comenzó sus vacaciones fuera de España, e Higuera no quiere anunciar su nuevo equipo, ya decidido, hasta que su toma de control sea efectiva y se presente oficialmente como presidente.
Estrutura deportiva No se prevén cambios, al menos a corto plazo, en cuerpo técnico, en dirección deportiva ni en la cantera.
Administración Se incorporará una figura que ejerza como portavoz y directora de comunicación (manteniendo además la estructura existente) y se reforzará también el área administrativa con una figura de peso.
Sin embargo, ya ha comenzado a trabajar en el que será el primer proyecto de su segunda etapa como máximo responsable verdiblanco. Uno de los primeros frentes que debe afrontar es la confección definitiva de la plantilla. Según los cálculos que maneja antes de su entrada efectiva en el club, el Racing tendría en estos momentos un techo salarial de unos cinco millones de euros, cerca de la mitad del que llegó a disponer el verano pasado: ocho millones y medio cuando. Una cantidad que además ascendió a casi diez con la actualización de datos del mercado de invierno.
El club no llegó a apurar estos límites, sino que armó una plantilla que rondaba los siete millones y medio. Una cantidad que se ha aligerado -y más lo hará con la previsible salida de Cedric- , pero no lo suficiente como para cumplir el tope que a día de hoy le pondría LaLiga. El motivo de esta fuerte diferencia es que el año pasado se consignaron en el presupuesto, y por lo tanto aumentaron sensiblemente el margen, los cinco millones que el Barcelona pagó por el traspaso de Pablo Torre. Sin este ingreso extraordinario el Racing ha regresado a sus dimensiones reales, lo que impone un ajuste.
La cuenta es sencilla: la plantilla actual ronda los siete millones de euros en salarios y los cálculos de los nuevos propietarios es que en este momento (los topes aún no están fijados) LaLiga les asignaría ese citado tope de alrededor de cinco.
Para cuadrar los números existen pocas vías: generar nuevos ingresos atípicos, conseguir aumentar de forma extraordinaria partidas como las de publicidad e ingresos por taquillas y abonos o una ampliación de capital. Esta es la opción que más fuerza cobra, dada la situación financiera. Un escenario que ya contemplaban los nuevos dueños cuando comenzaron a negociar la compra. Ceria ya ha dado el visto bueno a la ampliación y ahora deben valorar si será necesario llevarla a cabo. De ser así, se harán mediante una capitalización de deuda, es decir, con cargo al pasivo que Sebman, la sociedad que se ha creado para la compra del 61% de acciones que el Grupo Pitma tenía en el Racing, ha heredado.
El conglomerado de Alfredo Pérez y Pedro Ortiz había abierto una línea de crédito al 4% de interés para permitir el funcionamiento normal del club y afrontar el pago de deudas heredadas, entre otras con las administraciones -ya normalizada hace temporadas-, proveedores y el pago concursal, además de momentos en que fue necesario su aporte para permitir el normal funcionamiento de la sociedad o afrontar los gastos salariales.
El lunes, cuando se firmó el contrato de compraventa, esta deuda superaba los veinte millones de euros, de los que ahora será acreedora Sebman. Ceria e Higuera han pagado por el Racing 35 millones de euros, un montante en el que estaba incluida esa partida. Y precisamente con cargo a ese pasivo se hará, de ser necesario, la ampliación de capital.
Pérez y Ortiz ya tuvieron que llevar a cabo hace cuatro años una operación de este tipo tras su primer ascenso a Segunda División. Supone que el accionista de referencia aumente su participación, diluyendo por lo tanto la de los minoritarios, y que los nuevos propietarios renuncien a recuperar parte de esa deuda heredada. Todo ello a un mes para que comience LaLiga con el Racing-Eibar, que inaugurará la temporada el 12 de agosto en los Campos de Sport.
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