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Seguro que conocen ese dicho de que algo duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio. Pues poco más que ese tiempo es lo que perduró la ilusión por los Campos de Sport. Una semana. Bueno, pónganle nueve días desde que el ... Racing ganó en Almería. Hasta que este domingo, en el minuto 39 del partido, Murilo castigó las incapacidades verdiblancas y encarriló el triunfo del Sporting. Así, la ebullición del racinguismo se quedó en efervescencia; en una careta quitada; en un 'qué no, que era broma' sin gracia. No vamos a volver a poner aquí eso de que 'la vida sigue igual', porque además de tópico ya está más que repetido.
El técnico del Racing, José Luis Oltra, no hizo lo que dijo en rueda de prensa. O jugó al despiste o se le olvidó. Pero si Papu y Enzo Lombardo no iban a jugar de inicio, porque salían de sendas lesiones, y el francés incluso era duda para entrar en la convocatoria, finalmente fue el galo –por fin en un puesto en el que había ganas de verle– el sustituto de Cejudo en la mediapunta. Lógico a la par que sorprendente, después de las afirmaciones del míster. El resto del once fue el mismo que el de Almería, con la única novedad obligada de Olaortua por Figueras en el centro de la zaga.
Lo sucedido con el poste izquierdo de la portería del fondo norte en la previa del encuentro fue una metáfora de lo que debía ser la llegada del entrenador valenciano al banquillo racinguista. Reforzar para darle firmeza, solidez. Incluso, personalidad. De eso se trata. Aunque, con todos los ingredientes de un buen derbi, no podían faltar los nervios. Y ambos equipos saltaron al césped tan concienciados como tensos. De esta tensión, aquellas imprecisiones. En esa tesitura, el Sporting jugaba más en campo rival ante un Racing al que le costaba sudores pasar a territorio contrincante. Oltra pedía una y otra vez: «¡Salimos!».
Borja Galán parecía la mejor baza en esos primeros minutos. Andaba irreverente el madrileño y le sacó una tarjeta amarilla a Bogdan, lateral diestro rojiblanco, pero también de quicio al colegiado, que le llamó al orden tras dos acciones en las que el juez interpretó que hubo teatro. Pero para actuación buena la de Enzo Lombardo en el 19. El francés sacó la magia. Desbordó a tres rivales con una acción magnífica, se plantó en el área y todo lo que había hecho a la perfección lo estropeó con un tiro horrible a la tribuna.
Racing
Luca, Buñuel, Manu Hernando, Olaortua, Abraham, Kitoko (Mario Ortiz, min. 46), Sergio Ruiz, Nando García (Barral, min. 60), Enzo Lombardo y Borja Galán (Papu, min. 75).
0
-
2
Sporting
Mariño, Bogdan, Molinero, Valiente, Damián, Murilo, Pedro Díaz (Javi Fuego, min. 65), Salvador, Manu García (Aitor, min. 70) y Álvaro (Djurjevic, min. 80).
equipo arbitral Principal, Ortiz Arias (Madrileño); Asistente 1, Massó Granado (Madrileño); Asistente 2, Bernal Martín (Madrileño); Cuarto, Latorre Gracia (Aragonés); VAR, Ais Reig y AVAR, Estela Bravo (Aragonés)
goles 0-1, min. 39: Murilo. 0-2, min. 88: Carmona, de penalti
amonestaciones Amarilla al local Olaortua y a los visitantes Molinero, Damián y Bogdan
incidencias Campos de Sport de El Sardinero. 20.158 espectadores según los datos del club. Unos 3.000 de ellos, asturianos. Lleno. Césped blando en una tarde apacible.
El Sporting apenas había creado peligro hasta entonces, pero el equipo asturiano ya había encontrado un agujero un par de veces a la espalda de Olaortua. Ahí llegó el balón para Álvaro Vázquez, que ya tenía la portería entre ceja y ceja. La velocidad de Manu Hernando evitó el disgusto. Pero para ocasión clara, apenas unos minutos después, con Luca haciendo la del karaoke. Cantó como un tuno. El marsellés se comió el centro de córner de Murilo y Carmona cabeceó en boca de gol. La pelota botó en el área pequeña, tanto, que se marchó por encima del larguero. Increible. Otro saque de esquina botado por el brasileño, acto seguido, lo remató Pedro Díaz y entre el palo y Luca repelieron el balón. Los asturianos andaban con la flecha hacia arriba y los cántabros, claramente, señalando hacia abajo. Malos momentos. Luca atrapó otro tiro desde la frontal de Manu García. Centrado.
Pese a que el equipo verdiblanco intentaba recomponerse en ataque, volvía a dejar demasiados huecos en la parte trasera. Un error de marcaje de Abraham dejó a Murilo solo ante el meta local. Regateó al arquero el carioca. El disparo final lo interceptó Olaortua en su camino hacia el gol. Tras la efervescencia de la euforia, el Racing mostraba de nuevo todas sus carencias. Que son muchas. Y así, en el minuto 39, Murilo se quedaba de nuevo ante Luca, esta vez para batir al meta y poner el 0-1. Son innegables las ganas que le pone este equipo; seguramente si se produce el todavía más que probable fatídico desenlace no será por trabajo y lucha, pero a estos niveles la intención no es suficiente.
Mario Ortiz sustituyó a Kitoko en el descanso. Hombre por hombre. Sin mucha novedad. Lo mejor para el Racing fue que el Sporting no fue valiente. Con el marcador a favor decidió meterse atrás y, aunque a veces a los cántabros ni aunque se lo regalen, los de Djukic dieron la opción a su rival de jugar más cerca del área.
Nando García se hizo daño en el hombro en un choque. Oltra llamó a Barral para jugar con dos delanteros. Mientras el equipo verdiblanco estaba con uno menos, Mario perdió un balón en el centro del campo. Allí mismo, según le llegó, Álvaro Vázquez la pegó a portería con Luca adelantado. El meta marsellés llegó a tiempo, pero despejó con muchos apuros. Enzo Lombardo se fue a la banda izquierda y el dibujo pasó a un 4-4-2.
Pero tampoco cambió demasiado la película. Más allá de algún chispazo del recién ingresado delantero gaditano, poco más. El dominio del Racing era tan inútil como tener gripe y echarse Vicks Vaporub en la rodilla. Un tiro flojo de Abraham fue lo más parecido a una ocasión para los locales. Oltra gastó la última bala y sustituyó a Borja Galán para introducir a Papu. El rojiblanco Carmona respondió con un remate que atrapó Luca.
El Racing era tan incapaz como casi siempre y, además de no lograr llevar peligro a la meta del Sporting, empezó a perder el fuelle que le quedaba. El Sporting se arrimó al área y un tiro de Aitor lo taponó Olaortua con las manos. Penalti. Tras el esperpento del VAR de cada día, Carmona ejecutó la pena máxima y, de paso, también al equipo cántabro. Los Campos de Sport pasaron del lleno a la media entrada en un par de minutos. Poco más rápido que lo que duró la ilusión verdiblanca. Después de una semana convulsa y otra de esperanza, ha cambiado todo para no cambiar nada. Y aunque a veces está bien mover el árbol, cuando el mal viene desde la raíz no sirve de mucho cambiar de jardinero. A seis puntos de la permanencia, cada vez se hace más de noche.
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Sergio Herrero
Aser Falagán
SERGIO HERRERO
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