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Marcos Menocal
Santander
Jueves, 30 de mayo 2024, 13:56
Íñigo Vicente es un quebradero de cabeza. Lo ha sido durante toda la temporada para los rivales del Racing y esta semana lo es para José Alberto y su cuerpo técnico. La dichosa cadera del futbolista vasco le trae por el camino de la ... amargura. Este jueves ni tan siquiera probó. Le molesta y al golpear el balón, mucho más. Quiere, pero no sabe si podrá. El miércoles duró diez minutos en el césped y ni se calzó las botas. No quiere forzar, ni quieren forzarle. No preocupa que se agrave la dolencia, porque es un golpe y no una rotura que pudiera ir a más. Sin embargo es muy molesta e imposibilita al futbolista. No le deja actuar.
A José Alberto no le coge por sorpresa. Al acabar el pasado domingo el partido ante el Zaragoza ya contaba con una semana de dudas. Contar con Íñigo Vicente para el partido del domingo en Villarreal es toda una incógnita. El míster trabaja con la ausencia del vasco y con la intención de suplirle con las mayores garantías.
El Racing llega al último partido de Liga con la virtud de poder depender de sí mismo y con todos los efectivos habituales a disposición, a expensas de lo que ocurra con Íñigo Vicente. Tiene también dos bajas en el centro del campo, una la de Clément Grenier por lesión y otra, la de Iván Morante, por sanción. A ninguno de los dos se les puede calificar de habitual, con permiso de la confianza que sí que ha tenido el leonés durante todo el año. Así las cosas, el equipo trabajó hoy sobre el terreno. Repitió en El Sardinero, aprovechando que el estadio descansa este fin de semana. Volvió a armar situaciones simuladas, organizó sesiones de ataque y defensa de once contra once y buscó la intensidad que dan los ensayos a campo reducido, con mucha presencia del balón y con mucha participación de todos los jugadores. La plantilla cumplió con lo que se le pedía y la sesión salió bien. Sin embargo, José Alberto y su segundo, Pablo Álvarez, volvieron a esconder lo que planean. Sin pistas claras.
El cuerpo técnico no quiere renunciar a la esencia de este equipo, que es la que le ha permitido tener opciones de jugar un play off de ascenso en el último partido. Sin querer enseñarlo, se pudo intuir en el entrenamiento que Germán vuelve al cuarteto defensivo, donde no se vislumbran más cambios. El andaluz formará junto a Manu Hernando, de nuevo, tal y como lo ha hecho en 16 partidos, prácticamente todos los que ha estado disponible desde que llegó el palentino al plantel.
Es la pareja preferida del míster y en la que va a confiar el domingo para el decisivo partido. La presencia de Germán le da solidez y poder aéreo al equipo, aunque sí que cuenta con que le tocará sufrir si le buscan la espalda. No es algo nuevo. Ha sido así todo el año y la forma de enmendar esta situación es rodearlo de gente rápida.
En el estadio de La Cerámica es lo que va a pasar. Manu Hernando tendrá que volver a multiplicarse para tapar la espalda de su compañero y los laterales mirar de reojo lo que pueda pasar a la contra, pero el equipo vuelve a tener a un futbolista que aporta consistencia y seguridad con el equipo plantado y ordenado. A José Alberto le ha convencido lo que le da el andaluz y prueba de ello es que fue un cambio casi instantáneo en el momento que llegó al Racing hace un año y medio.
En aquella época los objetivos eran otros y la situación muy distinta.Ahora todo ha cambiado y, sin embargo, lo que no varía es la libreta del míster, que en el partido más importante desde que es entrenador del equipo confiará de nuevo en la veteranía de Germán.
En los laterales, en cambio, hay dudas. Las mismas de las últimas jornadas, en las que el buen hacer de todos hace porfiar por conocer quién jugará. En el flanco derecho parece más claro. Dani Fernández ha recuperado la autoestima y la confianza del míster, amén de su nivel, si bien no ha llegado al del año pasado. Ahora mismo es la opción prioritaria del míster, con un Marco Sangalli al que también le sienta bien el disfraz de lateral derecho. En esa banda no parece que vaya a haber cambios. Como tampoco se prevé que los haya en el carril del zurdo, donde Saúl ha aprovechado una sanción del joven Mario García. Este jueves el chaval se retiró antes de tiempo con unas molestias. Saúl, tirando de experiencia, ha sabido llegar a este punto de Liga por encima en el escalafón. Los dos entrenan igual y los dos se merecen un sitio, pero no hay hueco para los dos.
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Donde los imprevistos le han hecho el trabajo a José Alberto es en el centro del campo. El domingo llevará el peso del partido la pareja con la que más puntos ha sacado el Racing esta temporada:Íñigo Sainz-Maza y Aritz Aldasoro. Con Grenier y Morante fuera de combate, la hoja de ruta vuelve a situar a ambos en el centro del campo. Íñigo ha superado unas molestias que le hacían dudar y volverá a tomar el mando con Aldasoro. El músculo y el trabajo serán los signos de identidad del equipo el domingo en la zona ancha del campo. El Racing es un equipo ofensivo, de ida y vuelta, que ha sacado mucho rédito cuando los partidos se han vuelto impredecibles y, precisamente, el equilibrio se lo ha dado siempre esta pareja. No habrá experimentos en Villarreal.
Y finalmente, el ataque. José Alberto volvió a darles a todos su cuota de protagonismo, pero tanto él como su colega en el equipo castellonense saben que estando disponibles los cuatro magníficos serán ellos los que jueguen.Andrés Martín, Peque, Juanca Arana e Íñigo Vicente pueden haber marcado un tiempo en la categoría. Son cuatro de los diez futbolistas más destacados del curso.
A este último tramo han llegado a un nivel alto, sin ser el mayor del año. Peque y Arana han tenido semanas con una efectividad plena. Andrés Martín comenzó la Liga muy por encima del resto. Los tres van a jugar el domingo a un nivel alto, que todo el racinguismo hubiese firmado cuando en octubre y noviembre dejaron a mas de uno boquiabierto. Tan solo perturba la ecuación las dudas de Íñigo Vicente. El vasco quiere jugar y hasta el último momento nadie sabrá si finalmente lo puede hacer. Hasta el último momento se mantendrá la incógnita. Pero el entrenador del Racing tiene que adelantarse y Lago Junior puede ser el recambio que prepara para la ocasión. No enseñó nada, pero tiene pinta de que es lo que menos trastoca los planes generales. Si Lago Junior entra en la banda izquierda no habrá nada que modificar.
En principio por aquí pasan los planes para un partido en el que no hay mucho margen de maniobra. O se consigue un punto o la temporada se acabó. No ha habido ensayos de posibles sistemas alternativos ni pruebas con futbolistas poco habituales. No es tampoco el míster del Racing amante de dar pistas ni de dar volantazos tácticos por lo que en Villarreal se pueden imaginar – y si no que lean El Diario– con lo que se van a encontrar. Un punto tiene la culpa.
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