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El protagonista de la victoria ante el Elche no es Lago Junior. Ni siquiera Peque. O Mboula. Tampoco Ezkieta. Ni José Alberto. El foco estaba puesto en el responsable de mantenimiento del club, Tomás Carrera, que en los próximos días tendrá que subirse al techo ... del estadio a cambiar, como cada semana, las banderas que señalan la clasificación del campeonato en Segunda División. El partido de este sábado estaba perfecto para, en caso de victoria racinguista, simplemente intercambiar la del Racing con del Elche. Sexto contra quinto. Los de José Alberto cumplieron, aunque el triunfo del Oviedo y el triple empate en la zona mantiene a los verdiblancos en donde estaban, a falta de lo que haga hoy el Sporting. Si la igualada es entre cuatro, los cántabros subirán a la quinta plaza. Pero la bandera del Racing, de momento, se queda ahí. Plantada. En puestos de play off. Y de ahí no la va a sacar ni Tomás ni nadie, hasta nueva orden. Una victoria ante el Elche que reinicia de nuevo la persecución. Ilusión versus Racing.
José Alberto intentó hacer del contratiempo virtud. Con Peque renqueante por un golpe en la rodilla desde Andorra, el míster tiró de mediocentro para cubrir la mediapunta y, de paso, fortalecer la medular. Trivote. Circunstancia que abrió la sala de máquinas para Iván Morante. Tampoco quiso arriesgar el técnico con Andrés Martín y el extremo diestro fue para Lago Junior en lugar de Jordi Mboula, mientras que en el lateral de esa banda regresó Dani Fernández en detrimento de Marco Sangalli. Así que el Racing se guardaba dos de sus mejores balas en el banquillo.
Ha sido el típico día de partidos con cosquilleo en el estómago desde el primer ojo abierto. Tensión. Mucho en juego. Quizá por eso, por la importancia de la cita o por apaciguar los nervios, La Gradona, de blanco nuclear, arrancó los cánticos bastante antes de lo habitual.
En medio de todo esto, el Racing arrancó el partido acelerado ante un rival con poso y calidad por arrobas. Así, en el minuto 3, el Elche dispuso de una doble ocasión muy clara. Un centro desde la derecha lo cabeceó Nico, duro, como firme fue la respuesta de Ezkieta para repeler. El balón salió bombeado hacia la izquierda, donde de nuevo Nico, de testa, lo mandó esta vez al travesaño.
«Si no estamos ajustados, sufrimos», reconoció José Alberto el viernes en rueda de prensa. Y eso es lo que le pasó al equipo cántabro de inicio, que no terminó de entender la forma de presión solicitada por el míster y vio cómo el rival le superaba con relativa facilidad.
Era cuestión de un arranque de coraje. De superar por intensidad. Porque cuando uno ve que la ilusión se escapa, entra en juego la rabia. Una mala apertura de Germán Sánchez desde atrás a la izquierda le entregó el balón, descontrolado, a Josan. Mario García no perdió la fe. Esa máxima del fútbol de, 'si no es tuya, por lo menos estorba'. La presión del canterano surtió efecto y el zaguero franjiverde, en su intento de cesión al portero, provocó un córner que sacó el rugido de la grada. Petróleo. La puso Iván Morante. Desde la derecha. Con la izquierda. El resto lo hizo Lago Junior con un gran desmarque y un fantástico remate con la coronilla. La prolongó al palo largo para poner por delante a los racinguistas. La celebración, con el banquillo, fue de gol importante. Pero también de desahogo. De descompresión.
El Racing hizo clic. Engranó las piezas. Y para el Elche quedó toda la responsabilidad. Luego está Germán Sánchez, que por las mañanas, en ayunas, se toma un brandy veterano. El central andaluz tapó bien con el cuerpo un disparo de Mourad que buscaba el empate. Con este decorado, los verdiblancos encontraban el caldo de cultivo perfecto para las contras. Como esa en la que Arana se plantó ante Dituro, pero el meta se le echó encima y cerró el hueco al remate. En el saque de esquina posterior, Dani Fernández enganchó de volea en el segundo palo. Era, o a Cueto o candidato al premio Puskas. fue la primera opción. Espacio en esta crónica merece también la espectacular galopada de Íñigo Vicente desde su campo, dejando atrás hasta a tres rivales, aunque cuando quiso llegar al área, acompañado solamente por Arana, no quedaba oxígeno para más ideas.
No es nada nuevo que al Racing le generen peligro. Pero lo cierto es que el Elche tampoco fue una cosa loca. Un centro que se paseó por el área pequeña de Ezkieta, un cabezazo desviado de Mourad y otro, cruzado, de Morente, fueron las opciones más tentadoras de los alicantinos. La peli pintaba bien, mientras Peque y Saúl García ya calentaban en la banda. Descanso, con las sonrisas de regreso a los Campos de Sport.
Los dos cambios que se preparaban se efectuaron al descanso. Saúl entró por un Mario García amonestado y Peque sustituyó a un Íñigo Sainz-Maza que durante la primera mitad se acercó al banquillo a hablar con los servicios médicos. El de Ampuero no deja atrás las molestias.
A lo largo de su carrera, el holandés Clarence Seedorf solía quedarse de los últimos tras el calentamiento. Desde el centro del campo, disparaba a portería. Y si el balón entraba, la superstición le decía que en ese partido todo iba a ir bien. Arana hizo algo parecido en la previa del choque contra el Elche. A la vuelta del descanso, estuvo a punto de rematar la profecía. Entró en el área desde el perfil izquierdo, buscó el hueco y lanzó un zapatazo que se estrelló en el larguero. Acto seguido, Aldasoro pudo haber hecho daño tras el rechace, pero se pensó demasiado el tiro.
Racing
Ezkieta, Dani Fernández, Mario García (Saúl García, min. 46), Manu Hernando, Germán Sánchez, Íñigo Sainz-Maza (Peque, min. 46), Iván Morante (Grenier, min. 64), Aldasoro, Lago Junior (Mboula, min. 74), Íñigo Vicente y Arana (Ekain, min. 83)
3
-
1
Elche
Dituro, Mario Gaspar (Salinas, min. 68), Méndez (Febas, min. 82), Bigas, Bermejo (Óscar Plano, min. 68), Tete Morente, Josan (Arnau, min. 87), Mourad, Nico Castro,Nico y Carreira
Equipo arbitral González Esteban, del Comité Vasco, asistido en las bandas por Pérez de Colosía Alonso (Vasco) y López Freixa (Catalán). Cuarto: Ruiz Álvarez (Asturiano); VAR: Gálvez Rascón (Madrileño) y AVAR: Estela Bravo (Aragonés)
Goles: 1-0, min. 15: Lago Junior. 2-0, min. 65: Peque. 2-1, min. 70: Tete Morente. 3-1, min. 90+: Mboula.
Amonestaciones: Amarilla a los locales Peque, Dani Fernández y Mario García y a los visitantes Méndez y Josan. Expulsó con roja directa a Íñigo Sainz-Maza.
Incidencias: Campos de Sport de El Sardinero. Césped en buen estado en una tarde agradable y con viento. 20.050 espectadores.
El equipo de Beccacece dominaba, porque era lo que le tocaba, pero el peligroso era el Racing. Entre ronda y ronda infructuosa ilicitana por el área de Ezkieta, los de José Alberto volvieron a tener una nueva oportunidad para ponerle el lazo al encuentro. Un disparo duro de Peque desde la frontal lo despejó Dituro para evitar el segundo. Al entrenador del Elche, entre la derrota momentánea y el mosqueo con el árbitro, se le estaba poniendo el pelo como a los trolls de la suerte. Pero en su versión menos simpática.
Por fin, el Elche hizo trabajar de verdad a Ezkieta. Tete Morente le robó el móvil y las llaves del coche a Dani Fernández en el segundo palo y el remate del extremo franjiverde obligó al meta racinguista a volar hacia la escuadra para sacar el balón con suspense. El tiempo que tardaron en Las Rozas en comprobar que el esférico no había traspasado la línea.
José Alberto retiró a un Iván Morante tocado y dio entrada a Grenier en el doble pivote. Ahí, precisamente ahí, surgió el 2-0. Aldasoro se hizo con una mala entrega de la zaga alicantina. El vasco sirvió a Arana, el nueve abrió para Íñigo Vicente, y el mago, que sigue sin sacar palomas de la chistera, casi le tiró a dar a Dituro. Pero la acción sirvió para recuperar a su ya crecidito aprendiz. El rechace, Peque lo enchufó al fondo de las mallas. Gol número 18. Victoria en camino y pelea abierta por el pichichi. Los Campos de Sport comenzaron a botar casi al unísono, porque, después de un mes de abril surrealista, la afición volvía la cabeza atrás y veía a quien quería ver: «Una ilusión nos persigue».
Aunque no iba a ser tan cómodo. Tete Morente, con nombre de cantaor, aplacaba los sones de la grada al marcar el 2-1 cuando su equipo menos lo estaba mereciendo. José Alberto se desgañitaba en el área técnica. Calma, cabeza, una tila, buenas decisiones... Algo de eso estaba demandando el míster a sus futbolistas en ese momento.
A Lago Junior le pasó factura el esfuerzo. Cambio. El técnico tiró de Mboula, quizá por que Andrés Martín no estaba para muchos trotes. Mientras, Íñigo Vicente intentaba acabar con su mala fortuna. La bonita vaselina del futbolista de Derio se marchó por encima del larguero. En el otro área, a Nico le dieron demasiadas facilidades para que sacase un durísimo tiro desde la frontal que se fue cerca del poste. Los cántabros empezaban a pasar apuros, con un cuarto de hora y pico por delante.
Ekain iba a cerrar el capítulo de sustituciones racinguistas. Iba a reemplazar a un Arana que trataba de arañarle tiempo al reloj. González Esteban obvió un posible penalti sobre Peque y el choque se empezó a calentar, sobre el césped y en la grada. Justo en un momento en el que, en Preferencia Sur, un aficionado sufrió una indisposición. El partido continuó, mientras el médico se iba a la zona para echar una mano. Nueve minutos más de encuentro dio el árbitro.
La tensión continuaba fuera del terreno de juego. La afición pedía que se parase el encuentro por el suceso e Íñigo Sainz-Maza protestaba al cuarto árbitro que no se interrumpiese el choque. González Esteban no solo no hizo caso, sino que expulsó con roja directa al capitán verdiblanco. a esas alturas era lo de menos, pero el Elche tuvo una ocasión que mandó por encima del larguero.
El maltrecho aficionado fue trasladado fuera del estadio en camilla y el Racing se encargó de sentenciar el encuentro. Peque buscó el decimonoveno, pero se encontró de nuevo con Dituro. El arquero no la agarró y el balón le cayó a Mboula. El catalán se hizo de rogar. Por un momento, pareció que el tiempo perdido en el control iba a ser decisivo, para mal. Pero no. La metió.
Los Campos de Sport volvieron a botar, salvo esa parcela de Preferencia Sur donde no les quedó el cuerpo para alegrías. De nuevo Mboula, en una contra, tuvo el cuarto en sus botas, mas esta vez estuvo desacertado y la mandó a la grada.
En la sesión del pasado martes, José Alberto pasó terapia a sus futbolistas sobre el césped del estadio verdiblanco tras la sesión de entrenamiento. Les vino a decir al así como que «cuando lo damos todo, somos invencibles. Y lo hemos demostrado». El Racing recuperó su identidad y sí, confirmó que cuando es él mismo, hay que ser muy gallo para tumbarlo. Restan cuatro partidos.
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