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José Alberto tiene claro el equipo que jugará en Miranda de Ebro (domingo, 18.30 horas), pero no suelta prenda. Nadie esperaba lo contrario respecto a las incógnitas en el lateral izquierdo, el centro de la defensa e incluso el eje. Que no lo son ... para el asturiano: «Hace días que tengo claro el equipo». Regresa en un buen momento, con esas minirachas que se suceden espídicas en la ciclotimia del fútbol, a un partido que puede resultar diferencial para abrir más brecha respecto al descenso, pero también para calibrar las opciones del Racing a medio plazo cuando restan cuatro jornadas y apenas tres semanas para el final de la primera vuelta y el parón de fin de año. Lo sabe. Lo define como «uno de los partidos más importantes» hasta ahora. Y no es el lugar común; siempre el próximo lo es. En un Racing séptimo con 27 puntos, a uno solo del play off de ascenso y con once sobre el descenso, tiene carga simbólica, anímica e incluso matemática. Se avecina una racha que comienza en Miranda y puede dejar a los verdiblancos con el objetivo de la permanencia más que encauzado en plenas vacaciones de fin de año. Siempre que sumen, claro. Y más cuando se miden dos formaciones « similares en números defensivos y ofensivos».
«El equipo tiene un reto en estos cuatro partidos, también de cara a su madurez. Tenemos que ser conscientes de que no importa de dónde vengamos; de ganar o perder. Ahora el grupo está bien, se siente contento y con confianza, pero eso no debe llevarnos a la relajación. Debemos ir con mucha humildad y ganas de trabajar y ganar, sabiendo que va a ser un partido difícil en un campo muy difícil ante un equipo que está haciendo las cosas muy bien y que vamos a tener que sufrir», decía el míster en la sala de prensa de las Instalaciones Nando Yosu.
Mirandés, Real Oviedo, Eldense y Andorra son los rivales que restan para llegar al ecuador, y el Racing tiene encarrilado ese primer objetivo de la permanencia, que simultanea con una permanente observación, desde la distancia y sin presión, pero al acecho, del play off de ascenso. Lo que ocurra en esta criba puede marcar sus verdaderas metas en 2024: «Va a ser un partido de detalles y de los más importantes que hemos jugado, porque junto a los otros tres que quedan nos puede permitir ganar oxígeno, separarnos de la gente de abajo y acercarnos al primer objetivo». «Siempre digo que hay cinco barreras. Ya hemos superado dos, las de los diez y los veinte puntos, y estamos muy cerca de la de los treinta», reflexionaba.
Con un bloque muy definitivo en el que se rotan no más de quince futbolistas, el asturiano niega que haya estatus definidos, y también por eso elude el debate sobre la alineación, aunque la tenga tan clara. «Para mí no hay titulares y reservas –reivindica–. En cada partido lo son porque hay que llamarlos así cuando sacas la alineación, pero son los de ese día. Lo único que miro son los rendimientos, los momentos actuales, las sensaciones que el futbolista desprende y las que yo tengo para intentar ayudar al equipo con mis decisiones, que es lo que me toca».
Toda la plantilla del Racing es consciente de los motivos por los que esta vez su afición no se desplazará masivamente. Por motivos ajenos al club y a la hinchada de Miranda de Ebro, con la que existe una excelente relación. Pero el año pasado el club no estuvo a la altura, como no lo está la grada provisional de Anduva. «Si nos preguntas a nosotros si preferimos que nuestra gente esté en la grada o no, siempre diremos que queremos que vayan. Más tras el partido del año pasado. Fue una locura ver allí todo el fondo y una parte de la tribuna frente a los banquillos llenas de los nuestros, pero también les entendemos y lo que queremos es apoyarles en estas situaciones. Lo que se debe exigir es lo que están haciendo: que se pueda viajar con mayor comodidad y en mejores circunstancias».
José Alberto guarda un gran recuerdo de su etapa como entrenador del Mirandés: «Es un sitio especial». La rememora así: «Fue la primera vez que salí de mi casa a un club profesional y estoy muy agradecido al presidente al entonces director deportivo, Chema Aragón, por darme la oportunidad de volver a entrenar en el fútbol profesional, y al grupo de jugadores que tuvimos. Guardo muy buen recuerdo. Aunque al ser el año de la pandemia no pude disfrutar de la afición, en el pueblo se vivía muchísimo el ambiente de fútbol. Cuando ibas a un bar todo el mundo te reconocía y preguntaba por el equipo. Es un sitio donde el Mirandés especial. Se vive mucho y dejé muchos amigos. Mis hijos también. Siempre que vamos, que a lo largo del año intento hacerlo para mantener el contacto, nos vemos. Siempre es especial volver a los sitios por los que pasas y te tratan bien», reflexionaba.
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Marcos Menocal
El entrenador está satisfecho con el crecimiento defensivo del equipo en los dos últimos partidos. Solo un tanto encajado, en el primer tiempo antes de hacer algunos ajustes más y ante un candidato al ascenso como el Levante. Pero el segundo tiempo den el Ciutat de Valencia y el partido frente al Villarreal B mostraron un Racing más seguro en defensa que no perdió a cambio demasiada ofensividad o efectividad. Cuatro goles a favor, uno en contra y los seis puntos en dos partidos. La mejor forma de dejar atrás aquella racha de tres derrotas consecutivas que hizo mella.
Nunca ocultó José Alberto que había problemas en la zaga o, en puridad, en el sistema defensivo: «Seguimos insistiendo en aspectos que tenemos que seguir corrigiendo; en dar continuidad a lo que hemos visto en este último partido y medio, que es lo que me ha gustado. Se pueden sacar muchas lecturas; unas veces puede que el desacierto del rival te pueda ayudar a estar mejor, pero creo que hemos dado un paso a nivel defensivo, tanto ante el Levante como frente al Villarreal. Creo que se ha notado y lógicamente se ve en que –en ese partido y medio– no hemos encajado ningún gol», se reivindicaba.
Para no poner el foco solo en la defensa, insiste en que se debe trabajar y progresar en todas las facetas del juego. «Hay que mejorar en todo; al final, aunque el equipo haga goles tenemos que intentar que las vigilancias serán mejores cuando atacamos, ocupar mejor las situaciones de área y tener más opciones de marcar en cada ataque», decía en relación con el juego ofensivo.
Para conseguirlo ha dirigido una serie de sesiones muy intensas y exigentes. «Hemos aprovechado estos días para seguir mejorando aspectos en los que tenemos que seguir insistiendo y progresando y para corregir situaciones». En otras palabras, los desajustes que se vieron en la serie de tres partidos con nueve tantos en contra (once en cuatro, si se cuenta el empate a dos y eliminación copera en Zamora). Pero siempre satisfecho con el rendimiento global de sus jugadores a lo largo del año, también en el trabajo en La Albericia. Cuando no ha sido así lo ha dejado caer. «El equipo siempre entrena bien, siempre es intenso, se lo deja todo y esa es la línea que quiero. Hoy hemos tenido que bajar un poco la carga porque veníamos de una semana larga; de tres días de mucha intensidad y volumen en las sesiones. Lo que queríamos era bajar intensidad, el sábado hacer una buena activación y estar el domingo en plenitud de facultades», explicaba a poco más de 48 horas para la cita de Miranda de Ebro.
Trabaja también en la fortaleza mental y competitiva, quizá un aspecto que falló en la minicrisis de noviembre: «Hay que saber pasar por esos malos momentos. No todos los minutos se juega a lo que tú quieres, y cuando nos ocurra eso debemos adaptarnos y competir».
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